viernes, febrero 27, 2009

Anexo a viernes 27

Esta clase de viernes por la tarde me lleva a pensar irremediablemente en el tipo de diversión que me buscaba en otros tiempos.

Durante varios años los viernes por la tarde, al salir de la oficina y dar por terminada otra jornada laboral semanal, la ruta era muy clara: directo a alguno de esos antritos de cerveza, rockolla y chicharrones que pululan alrededor de lugares masivos como escuelas y oficinas públicas. Allí me iba a hacer estudio de caso y antropológico sobre las maneras en que la gente pasaba el tiempo después de un periodo de tensión. Me tocó ser testigo de varias peleas, algunas de ellas más o menos sangrientas, de cómo algunos tipos despilfarraban sus aguinaldos o sus fondos de ahorro en invitaciones a sus amigos de ocasión, en cómo se construían ligues y rupturas en apenas dos metros cuadrados. Todo al ritmo incesante de esa rockolla que ya he mencionado y que daba desde clásicos como Costumbres de Juanga, hasta neo himnos como la canción del Buki, pasando por una larga lista de bandas sonoras efímeras que incluía salsa, tex-mex, rock, metal y todo lo que pudiera hurgarse en los discos apilados.

Bueno.

Luego vino la etapa, digamos, de abstinencia. Entonces, lo que hacía era coger el iPod, montarme los audífonos y comenzar una larga, linda, tranquila, relajante caminata desde el Ministerio hasta el Zócalo. Me gustaba ese recorrido porque, primero, podía musicalizarlo de la manera en que mi estado de ánimo me dictara, pero también porque podía ser testigo de esa misma vida que veía pasar en los antros, sólo que ahora por las calles y avenidas. Así, vi las diversas estaciones del año y lo que significaban en la actitud de los demás. Invierno con sus dosis de fiesta colectiva y sensación de haber concluido un ciclo más. Verano con la testosterona a tope, las chicas con menos ropa y una especie de bruma tropical. Otoño y su inevitable nostalgia. Primavera con el renacimiento de la existencia. El paseo solía acabar con una parada en algún Starbucks del Centro para tomar el clásico latte y seguir escuchando música aislado del mundo.

En fin.

Ahora tengo un horario mucho más largo y los viernes terminan por ahí de las nueve o nueve y media de la noche. Ya no hay tiempo suficiente para ir al antro, ni para emprender alguna caminata. Sólo es momento para treparse al coche y conducir de vuelta a casa, lugar al que arribaré por ahí de las 10, encender el televisor, intentar leer un poco y pensar en esas cosas que he escrito arriba como un capítulo del pasado mejor que menciona Calamaro.

Viernes 27

Gracias al Señor hoy es viernes.

Anoche leí en la edición en línea de El Universal que una chica ha sido despedida de su empleo porque su jefe leyó lo que había escrito sobre su lugar de trabajo en Facebook. Ahí afirmaba que se aburría y que no le gustaban sus actividades (triturar hojas y sacar fotocopias). El patrón, en uno de sus azares del destino manifiesto, encontró esa confesión en internet y decidió darle las gracias. Interesante.

Por cierto, desde hace unos días el tanto cuanto objetivo diario de izquierdas mexicano llamado La Jornada ha cambiado el diseño de su página electrónica. La verdad, no me gusta nada. Esa intención de querer mostrar el contenido como si fuese un periódico impreso está bastante chafa. Es decir, mientras todos los diarios serios se vuelven más minimalistas y presentan la información sin tanta cuestión barroca, La Jornada (también conocida como The Ocosingo Times, The San Mateo Atenco Herald y The CGH News) se esfuerza por darlo todo enredado. En fin.

En otra cuestión, me he enterado que la señora de las fotocopias del turno matutino, la misma que sale a desayunar puntualmente en el momento de mayor carga laboral, pertenece a algún tipo de religión disidente de la católica. Es decir, es protestante o saltapatrás, como se les llama en algunas provincias de este país que escribe su nombre con la equis a los que fueron bautizados, pero que luego desertaron de las filas de la grey. Bonita cosa.

Y bueno, aquí estoy, en un viernes más del año 2009. Hace un año daba la noticia a mis compañeros del Ministerio que, luego de una década completa, dejaba ese lugar para aventurarme en otro proyecto. Un año ya. Vaya rapidez de la vida.

Ya veremos qué viene en los próximos días.

jueves, febrero 26, 2009

La ley y el orden en México

Ayer los consejeros electorales del IFE dijeron, bueno, si la Constitución establece que debemos ganar lo mismo que los Ministros de la Suprema Corte, pues, que se cumpla. Tienen razón. Así lo dice la ley. Pero en este país, el mío, México, todo pasa por no seguir la ley.

El aumento de más de 40 por ciento del salario de estos señores es una desmesura en términos políticos. En efecto, mientras la mayoría de los nacionales se las están viendo duras para subsistir en medio de una crisis que, sin ser de proporciones bíblicas aún, ya ha mostrado sus efectos devastadores, los consejeros electorales pretendía subirse el salario por encima de lo que percibe el propio Ejecutivo Federal. En términos de cálculo político, repito, es una soberana estupidez, en especial por los tiempos que vivimos.

Sin embargo, en términos jurídicos no habría nada que reprochar. Es decir, si lo dice la Constitución, la Carta Magna, el Máximo Ordenamiento Jurídico de este Estado nacional, pues lo lógico es que habría que acatarlo.

Pero, repito, en México todo va por no seguir la ley para que funcionen las cosas. Y esto se aplica, como este ejemplo lo demuestra de manera contundente, hasta para aquellas cosas que, en teoría, son positivas.

Los consejeros deben ganar bien no porque sean unos tipos maravillosos, sino porque su función es crucial, clave para la democracia mexicana. Pero, claro, está mal visto que se suban el sueldo. Entonces, hombre, ¿por qué lo dice así la Constitución? La lógica apunta ahora a que se debe cambiar lo que dice ahí tal texto.

Cada vez me convenzo más que lo que este país necesita son menos leyes y más administración pública, menos política y más facultades de ejecución. Creo estar harto de que nuestra tradicional hipocresía y tibieza se manifieste en ese loco afán de tratar de solucionar las cosas a punta de leyes, decretos, reglamentos y demás. Todos ellos necesarios, pero francamente inoperantes.

Sí, leyes, leyes y leyes.

Pero..., ¿y quién coños las aplica?

miércoles, febrero 25, 2009

La derrota de los municipios

Mauricio Merino

Entre las numerosas víctimas de la guerra entre la delincuencia organizada y el gobierno federal, debe contarse a los ayuntamientos del país. Como nunca antes (y este nunca incluye toda nuestra historia), los gobiernos de los municipios aparecen hoy como una de las causas principales de los problemas que enfrentamos.

El discurso dominante dice que, en buena medida, ha sido culpa de los ayuntamientos que las policías se hayan dejado corromper, y que hayan sido capturadas por los intereses de los grupos criminales. El diagnóstico del gobierno federal coloca a las fuerzas de seguridad pública municipal como cómplices o aliadas potenciales de los delincuentes, y subraya la necesidad de centralizar las decisiones.

Ese diagnóstico se robustece cada día, por la violencia desatada en contra de los alcaldes y de los responsables de la seguridad pública municipal, que parecen inermes ante la contundencia del poder que los derrota. Pero como un mal signo de los tiempos que vivimos, tras las amenazas, los atentados y los asesinatos que se cometen en contra de esos funcionarios, la conclusión inevitable es que todos ellos estaban coludidos con los delincuentes. Para los servidores públicos municipales, morir a manos de los narcos es una doble muerte: la de la vida y la de la honra, pues se asume que nadie que haya sido honesto merecería ese veredicto.

La centralización que sigue a ese diagnóstico está en curso. Ya está sucediendo en la práctica, y pronto vendrán las reformas constitucionales destinadas a quitarles a los municipios todas las facultades que aún conservan en materia de seguridad. Y tras ellas, es probable que los débiles avances que el país había logrado para fortalecer las instituciones que gobiernan en los municipios sufran regresiones similares, animadas por el argumento de la falta de capacidad, la carencia de recursos y la vulnerabilidad locales. Todas esas causas producidas, paradójicamente, por el centralismo político de México.

No hay muchos alegatos que enderezar en contra de esa lógica implacable, que ha revelado de un solo trazo las debilidades de los municipios. Empero, sería imposible imaginar siquiera la gobernabilidad de México sin ellos. Ni siquiera en la más extrema polarización de la contienda que libraron centralistas y federalistas durante el siglo XIX se puso en duda su importancia, como la base indispensable para el gobierno interior de los pueblos (como se decía entonces). Lo que se discutía era la vigencia de las entidades. Pero ni a Santa Anna ni a Lucas Alamán (por citar a los más conspicuos) se les ocurrió jamás que México podría gobernarse sin los municipios.

En cambio, esa idea está ganando partidarios en nuestros (enloquecidos) días. De modo que en lugar de fortalecer los lazos entre la sociedad civil y los gobiernos locales; de recordar que la función más importante de esas autoridades es mejorar la calidad de vida de pueblos y ciudades; de reconocer que los fracasos que se les achacan son el resultado de un pésimo diseño institucional; y de afirmar la capacidad de organización y de respuesta de la gente en los espacios públicos donde la vida ocurre, se habla cada vez más de volver a la centralización.

No pongo en duda que la urgencia de atender la crisis de seguridad está exigiendo la concentración (temporal) de la fuerza policiaca del Estado. Pero los municipios son mucho más que policías mal pagados y corruptos. Son una forma de organización política y social que no tiene sustituto y que hoy está perdida y derrotada, para nuestra desgracia, por razones burocráticas. Precisamente ahora, cuando más indispensables son para reconstruir nuestros tejidos desgarrados.

Profesor investigador del CIDE

Miércoles de ceniza

No sé porqué el destino me lleva a estar vinculado con fiestas cívicas y religiosas, dirán que todos estamos marcados por ellas, pero la mayoría no sabe, por ejemplo quienes son las personas que aparecen en esos actos cívicos. Yo me lo preguntaba, sobre todo en aquellos muy específicos ¿quien va a querer ir al aniversario luctuoso de Lucas Alamán o de Francisco Madero (como le llaman sus panistas y descenciente) a las ocho de la mañana de un domingo? Pues ahora ya sé la respuesta y la mayoría vamos por obligación, casi siempre ante una estatua abandonada hasta ese día en algún parque público y ante la mirada de vecinos, viejitos sin quehacer y deportistas ocasionales.

Ayer, 24 de febrero, fue una fiesta cívica excepcional, el día de la bandera, en día hábil, desde las nueve de la mañana estábamos en el monumento en turno, rodeados de cientos de estudiantes, que felices preferían estar bajo el rayo del sol tropical que estar estudiando por su patria. El evento, por lo que se podía notar, fue organizado por los militares. Me llamó la atención y lo comenté en ese momento, que el sonido amenizaba con música típica mexicana, como los Jonha´s brothers (o como se escriba) y Madonna; más tarde la banda de la marina amenizaba con música autóctona del compositor mejor conocido como el buki mayor y de un muchacho que dice que va a hacer llorar a una persona con un beso (hecho por demás absurdo y pretensioso), sobra decir que los escolapios se prendían con la música y entonaban las letras de las melodías.

Después de tres horas bajo el sol, inició el evento cívico, no sé si estábamos esperando al gobernador, pero yo desde un día anterior sabía que no llegaría, los adolescentes y preadolescentes caían insolados, los milicos aguantaban parados bajo el sol inclemente, los funcionarios estaban sentaditos, estoicos en unas sillitas bajo pleno sol; pero aún en ese escenario se dan esas escenas humanas y conmovedoras: me encontraba parado a la sombra, no quería sentarme en una de esas sillas de castigo, mis compañeros y compañeras aguantaban sentados de cara al sol, una abogada, digamos de mi edad, estaba ahí sentada con su bolsa, sus lentes oscuros, su celular y demás artilugios, cuando de repente un milico se le acerca y le dice con todo respeto "gusta agua" y en el acto le entrega una botellita de bonafont, el resto espectante no pudo guardar un breve dejo de sorpresa y reir, el militar muy serio se regresó a su lugar y permaneció ahí parado, unos instantes después nos pedían estar atentos a los honores a la bandera.

Terminó el evento y me encaminé a mis oficinas a una reunión de tres horas para tratar de solucionar un problema de los niveles educativos. En esas reuniones, cuando se pierde el rumbo y todos están pensando en defender su posición o sus intereses, suelo intervenir y remitirlos a nuestro fin último que son los niños y su buena educación.

Como suele decirse ese ya es tema de otro espacio, espero mañana poder abundar sobre el "burocratismo" como suele llamarse y lo fácil que es encontrarnos desprevenidos ante las crisis, me explicaré.

Por ahora habrá que acudir a recordar que polvo somos y en polvo nos iremos a convertir, algo así como la versión mística de que la materia no se crea ni se destruye.

Post Escritum

Los que no puedan o no quieran recordar nada en esta fecha pueden seguir consumiendo chicharrón, carnitas, tacos de buche o de pastor y demás delicias ricas en grasita sana y deliciosa.

Por otro lado esta época es oportuna para degustar algún pescado, marisco, pan de cazón, panuchos, romeros y demás delicias culinarias que interrumpan nuestra dieta ordinaria, para pasarla mejor entre el origen y el fin de la ceniza en nos convertirá la depresión (me refiero a la económica) o la tercera guerra mundial que se está tardando en llegar.

martes, febrero 24, 2009

Reflexión

A veces a la Universidad se le olvida lo que es: una institución de educación superior y no lo que muchos quisieran que fuera: un pequeño país autónomo.

lunes, febrero 23, 2009

Clément Rosset, filósofo

"Ya sabemos que lo peor es inevitable, ¡alegrémonos!"

VÍCTOR-M. AMELA

Tengo 70 años. Nací en Normandía, en una familia medio española, y vivo en París. No tengo pareja ni hijos... y me sobra una pesadillesca caterva de primos. ¿Ideas políticas? ¡No he tenido ni una en mi vida!, y me odian por ello. ¿Dios? Es demasiado temprano para hablar de eso.

¿Podría ser una copita de fino? ¿Un Tío Pepe?

Hecho. ¡Por favor...!

De niño, durante la ocupación nazi en Francia, nos llegaban paquetes de España con estas cosas tan ricas, pues mi familia era medio española. Y discos de coplas, libros... Mi educación sensorial infantil es muy española.

Aquí llega su vinito.

Ah, ahora ya empiezo a ser persona...

¿Pero quién es usted? Según le he leído, ¡sostiene usted que el yo no existe!

Ese supuesto yo esencial - que restaría una vez despojado de máscaras sociales-no existe: es mera creencia, pura metafísica.

Bajo mi identidad, ¿no hay nada?

Nada. Toda identidad es social y nada más: tu identidad es social o no es. Sostengo lo que ya sugirió Lacan: "El yo extrae toda su sustancia del tú que se la otorga". Punto.

¿No soy más que mi relación con otros?

Lo ha entendido, bravo. Otra cosa es lo que usted y cada uno crea ser: eso son fantasmas de yo, ilusiones, ¡dobles de la realidad!

Qué frustre: yo quería dedicarme a buscar mi esencia individual intransferible...

Vanidad. Un camembert, si pudiese probar quesos, conocería sus sabores..., pero del suyo nada sabría por más que se mordiese.

Borges decía: "Soy muchos hombres".

Buen ejemplo de personalidad inexistente. Minuto a minuto podemos ser distintos.

¿Qué idea filosófica fue la primera que le conformó a usted?

Leí de muy jovencito los pesimistas fragmentos amorosos de Schopenhauer, ¡y entendí que todo estaba perdido! No he cambiado de parecer.

¿Por qué, hombre?

Entendí que el ser humano no es lo bondadoso que Rousseau supone.

¿Alguna otra idea fundamental?

Sí, esta de Pascal: "Moriremos solos".

Pese a todo esto, le veo a usted alegre.

Con Nietzsche aprendí la aprobación incondicional de la vida. ¡Qué regocijo, conocer la tragedia de que no hay más mundo que este mundo sin historia! Y me repito con gozo aquel epitafio de Martinus von Biberach...

¿De quién? A este no le conozco.

¿Un místico renano del siglo XV? ¿Un personaje de una obra teatral húngara? Cioran me aseguró que fue un autor de epitafios... Nada se sabe de él con certeza. ¿Y eso importa? Le cito: "Vengo de no sé dónde. Soy no sé quién. Muero no sé cuándo. Voy a no sé dónde... Me asombro de estar tan alegre".

¡Espléndido...! Así, la pregunta que toca ahora es: ¿de dónde mana la alegría?

¡Quiere un adelanto de mi próximo ensayo!

Por favor.

La alegría nace del ser, de lo que es, de lo real, y es activa. La tristeza nace del deseo, de lo que no es, de lo irreal, y es pasiva.

Aclare.

La visión trágica de lo real es lucidez: es la visión que constata que nuestra vida resiste ¡pese a las infinitas razones para hallarla ridícula, miserable o absurda! He ahí la alegría. Vivir es, en sí mismo, alegría.

Dijo nuestro Llull: "Puesto que existimos, ¡alegrémonos!". ¿Es eso?

El deseo es penoso y su realización, aún más penosa. Es ilusión. La desilusión, en cambio, engendra serenidad. Saber esto posibilita la sabiduría de la alegría: ¡alegrémonos, ya sabemos que lo peor es inevitable!

Ya le llaman "filósofo de la alegría".

Denomino "fuerza mayor" a esta alegría sin miedo ni esperanza, sin objeto ni motivo, que aprueba la existencia en su integridad ¡por trágica que sea! Esta alegría es su propia causa y su fin, ¡es la fuerza mayor!

¿Indeformable, inoxidable, indemne?

Offenbach se maravilló: "A veces me pregunto cómo hizo Dios para darme tanta alegría".

Dígame qué entiende usted por Dios.

Demasiado temprano y poco vino para entrar ya en esto. Cito a Hume: "Tan pretencioso es afirmar que existe Dios como afirmar que no existe Dios". ¡Me es indiferente!

Algo que sin duda existe es la depresión, ¿no?: he leído que usted la ha vivido.

Fue como pillar una pulmonía. Me atacó como un relámpago. De pronto todo parece fuera de lugar: desde el gesto más anodino al más agradable, todo se empapa de desinterés o disgusto. ¡Levantarme para ir al baño a orinar era como escalar un Everest...!

¡El filósofo de la alegría, deprimido!

Todo intento de localizar la naturaleza de esto es extravío. Es preferible localizar el fármaco que te saque del pozo. Mire: en este potecito llevo mi pastillita, ¡por si acaso! Y como venía aquí dos días, he metido dos.

¿Qué aprendió de tan negra vivencia?

Antes yo tomaba las depresiones de los demás por males imaginarios de gente flaca de ánimo: no creía que fuesen algo que no pudiera solucionar una copita de jerez... No: es una enfermedad. Una patología mental..., como la que padecía mi hermano mayor, paranoico. ¡No sé si aquello me hizo filósofo, pero sí que me hizo más loco...!

¿Qué le pasaba a su hermano?

De niños, cada noche, en nuestro dormitorio, mi hermano me relataba su versión de hechos del día, del todo delirante: un lápiz azul decía que era rojo... Yo le contrariaba, claro, y entonces me pegaba. Aprendí a corroborarle, ¡y no es nada fácil para un niño subvertir sus propias percepciones...!

¿Y cómo sé yo ahora mismo que mi visión no es delirante, que no estoy loco?



¿Por qué me mira así?


Alegre lucidez

"Un hombre camina con sendas sandías bajo los brazos y, al tomar un recodo, ve la espalda de un hombre que camina ante él con sendas sandías bajo los brazos. ´¡Soy yo!´, piensa. Intenta alcanzarse, vanamente. Hasta que desiste: ´Y ¿para qué alcanzarme?´, concluye". Rosset aplaude este cuento, porque ilustra su convicción de la inexistencia de un yo personal - un "yo preidentitario"-y de la inutilidad de buscarlo. Disfruto con Rosset - Savater lo considera uno de los filósofos europeos más originales y sugestivos de hoy-,del que aprecio un irónico humor que emparento con la lucidez. La que emana de sus diáfanas obras, como Principios de sabiduría y de locura y Lejos de mí (Marbot).

sábado, febrero 21, 2009

Tuve un sueño

Anoche, o esta madrugada, no sé exactamente la hora, tuve un sueño.

En él alguien me decía, Manolo, tienes que sacar tu visa para ingresar a los Estados Unidos. De lo contrario, continuaba, no podrás ir a la última gira de la historia de los Rolling Stones este verano.

Cuando desperté, Keith, Mick, Charlie y Ron seguían con nosotros en el planeta.

viernes, febrero 20, 2009

Viernes 20

Empiezo esta anotación y este día laboral, el último de la semana gracias al Señor, poniendo en iTunes el disco Cuatro Caminos de Café Tacvba. Me gusta. Y me sabe a viaje por carretera en clima nublado y lluvioso. Quizás porque ése fue el que escuché durante un trayecto a Puebla que, a la larga, resultó importante en mi existencia. Por cierto, Puebla es una ciudad que no me gusta, pero que ha sido escenario de dos cosas relevantes: el fallecimiento de mi madre y mi boda civil. Qué paradojas.

Bueno, y decía que inicio con este disco por la simple y sencilla razón de que tengo varias cosas que decir aquí, pero que no atino a saber cómo comenzar. La clásica frasecita con la que infinidad de adolescentes inician sus alegatos amorosos. En fin.

Una de esas cuestiones es una anécdota que contó una tía de mi colega Brenda durante su boda civil hace ya dos semanas. Estábamos sentados en uno de esos portales de las ciudades provincianas mexicanas tomando café cuando inició: se supone que una de sus amigas, trabajadora de algún tipo de sindicato o algo así, estaba en su coche durante un alto en alguna calle en Pachuca. Adelante estaba una camioneta con todas las características del narco: enorme, lujosa, nueva, negra y con vidrios polarizados. Bueno. El punto es que el semáforo cambió a verde y el vehículo de enfrente no se movió. La tipa lo tomó con calma y no hizo aspavientos. En eso, de la camioneta descendió un tipo de apariencia feroz y con pistola en mano. Llego a la ventanilla de la conductora y le aventó un billete de 500 pesos, al tiempo en que le informaba que había apostado con su compañero de viaje (y de fechorías, imagino) en que, si le pitaba o algo, la mataba ahí mismo, pero como no lo hizo, había perdido el dinero. Dicho lo cual regresó a su fortaleza rodante y se fue.

Cierto o no, a todos nos dejó algo confundidos y fríos la anécdota-información. Es decir, puede ser real, sobre todo ante el clima de violencia que experimentamos a día de hoy. Sin embargo, tampoco soy muy dado a creerles todo lo que dicen a esta clase de doñitas pretenciosas (lo siento por mi coleguita, pero su tía es como de ese tipo). En fin.

Además, esto me recordó que he visto algunos correos electrónicos de esos que circulan en versión de cadenas y tal, en los que se recomienda a los conductores ser prudentes y portarse bien durante los trayectos, por ejemplo, no usar el cláxon, no aventar el coche a otros, mucho menos recordar a la madre ante cualquier estupidez de los otros. La razón: en cualquiera de esos vehículos a los que ofendes puede viajar alguien a quien le importaría nada mandarte al otro mundo.

Bueno.

En asuntos más triviales, ayer me decidí por cerrar la puerta de mi cubículo. El motivo fue llanamente un día con mi sentido antisocial exacerbado. Además del ruido, claro. Y de las llamadas telefónicas a todo volumen con temas bizarros. La reacción de uno de los operativos de por estos lares fue preguntarme si ya no quería verlos. Mi respuesta mental fue hombre, ¿pero cómo te has dado cuenta?, ¿acaso soy tan evidente? Pero como soy mexicano, y como en este país siempre decimos las cosas a medias y somos tibios, entonces lo único que respondí fue un parco y ligero no, ¿cómo cree?

El miércoles que hubo que estar en la trinchera (literalmente) laboral me di cuenta, o más bien comprobé que, en efecto, la mayoría (una inmensa mayoría) de las oficinas públicas, sean autónomas o no, comparten los mismos códigos de conducta a través de la gente que las integra. Al final de día se trata de eso: de la personalidad de los funcionarios al momento de trabajar y afrontar los pormenores y los sinsabores del día a día. No sé por qué recordé mucho al Lic. Ventura, antiguo compañero en el Ministerio y jurisconsulto, cuya frase en la administración pública no hay cosas urgentes, sino pendejos desesperados me parece que debería grabarse con letras de ónix y latón en todas y cada una de las entradas a salones, salas, vestíbulos y cubículos de trabajo.

Pero lo malo no es que existan esta clase de personajes. No. Lo realmente caótico es que, muchos de los que nos quejamos y tal, no hacemos absolutamente nada para remediarlo. Vaya, ni siquiera una tímida y muy escolapia Ley del Hielo.

Es posible que esto que escribo no se entienda y creo que es mejor así. A veces sí me gustaría dar nombres y apellidos (la manera en que los de mi pueblo nos comunicamos y nos hacemos entender hacia el exterior y el interior), pero me refugio en una condición que debe acompañar los buenos ímpetus de la pasión: la mesura. En fin.

Hoy fui a sacarme sangre para unos análisis que había venido postergando. Mañana será importante porque conoceré el parte de salud del momento. Manolo versus las múltiples enfermedades. El regreso.

La vida es corta.

miércoles, febrero 18, 2009

Estos días han estado agitados. El trabajo se acumula y los nervios se crispan. Mañana por la tarde todo se normalizará (creo). Por lo pronto, hoy habrá que estar en la trinchera.

Entre las novedades que he ido descubriendo por estas oficinas autónomas está la de un personaje que suele lucirse al momento de hablar por teléfono con sus contemporáneos (tiene alrededor de 20 o 21 años, pandroso, cabellos parados). Sus conversaciones --también a todo volumen-- son del tipo noooo wey, pocasumadre, pero quéondaa, chiaaaale, siiicaaaa, pinche rucooo y así. Digo, no quiero verme guanajuatizante, pero creo que hay límites.

En fin.

Y para estar a tono, una carta escrita por un microbusero y dirigida a la opinión pública, publicada hoy El Universal en línea.



He leído sus comentarios al respecto de el transporte público algunos tienen la razón y otros de plano no.

Ustedes no saben lo que significa ser un chofer de estas unidades al igual que yo cuando no trabajaba en esto.

Hace un año busqué trabajo en los centros comerciales, en todos lados y como no tengo la prepa terminada pues nadie me daba trabajo.

Entonces busqué trabajo en la ruta 36 yo tengo una combi y entré a trabajar, nunca me imaginé la forma de trabajo como chofer de transporte público, les voy a decir por qué.

Yo decía por qué van tan rápido, por qué son groseros, por qué se pelean el pasaje ,por qué si a un pasaje le falta 50 centavos les cobra el chofer, por qué a cada rato se descomponen , por qué son chatarras , y si le sigo no termino, bueno pues les voy a decir lo que uno sí sufre y les cuento un día de chofer de ruta: a causa de la obra hago 2 vueltas redondas, de las 4 a las 9 de la mañana, me formo en la base de Chopos y a esa hora salgo como a la una de la tarde me hago como 3 horas de base, bueno en el día son como 4 vueltas , cuando me voy a trabajar hago mucho tiempo al igual que mis compañeros, nos atoramos en la federal porque ya hubo choques y estamos atorados por eso no hay camionetas de San Buena a La Paz.

1. ¿por qué corremos o por qué excedemos la velocidad? para ganarle el tiempo y regresar y que no otro compañero el de atrás nos pasen.

2. ¿por qué somos groseros? porque ustedes como pasaje nos dicen cuando estamos en marcha ..... "aquí bajo".......no nos dicen con anticipación, se enojan porque no avanzamos, quieren que los bajemos en donde ustedes quieren... malo que vamos despacio y malo que vamos rápido pues a mí me hacen enojar.

3.¿por qué peleamos el pasaje y les cobramos lo que falta de su pasaje? porque algunos trabajan las camionetas, sólo son choferes y otros son dueños de las camionetas, pues para tener más dinero; nosotros no tenemos seguro ni ISSSTE para nuestra familia que se nos enferma la esposa o los hijos , la comida , gastos en las escuelas, vestido y calzado, gastos de la casa renta luz predio teléfono etc., sacar la renta de la ruta que es cada mes, las checadas del paradero y checadas de Chopos o en la cuarta, y son dos turnos en la mañana y en la tarde checadas son todos los días hay de a cinco pesos y otros que tenemos que dar 10 pesos, aparte diarios tres pesos del baño que utilizamos en La Paz , y los baños otra cuota en la base de la cuarta, pagar una tarjeta del acceso a La Paz para que podamos cargar , y otras cositas más, cada semana la cuenta diaria de la unidad que se trabaja al dueño de la camioneta hay que darles hasta 400 pesos las grandes y las combis 250 pesos diarios uy y es más hay compañeros que se mueren de hambre con tal de no comprarse comida o agua para no desfalcarse de sus cuentas.

Nosotros nos mal pasamos en la comida , muchos no comen muchos se aguantan .

4. ¿por qué se descomponen las unidades? porque son máquinas que se trabajan día y noche, descansan cuando no circulan , o cuando esperan su turno. Son máquinas, se descomponen por la "friega" que se trabaja pues yo veo a ustedes como pasaje que tienen sus coches y los veo que se descomponen o se ponchan o hay a veces que se nos acaba la gasolina porque no tenemos tiempo. Hay algunas que se quedan tiradas por gas, aparte de
los gastos falta gastos de la camioneta que es cambio de aceite, filtros , bujías, ajuste, llantas, verificaciones y tenencias.

5. ¿chatarras? pues no hay más dinero para pintarlas o echarle una manita de gato.

Si nosotros no trabajamos un día, la verdad no hay para comer con la familia. Nosotros vivimos al día, no cobramos como ustedes a la semana o a la quincena, no recibimos vales fin de mes, no recibimos aguinaldo , no recibimos prestaciones , no recibimos utilidades, no tenemos asegurada a nuestros hijos y a nuestras esposas en hospitales como seguro social o ISSSTE, por eso les cobramos si les falta que los 50 centavos o el peso , y tal vez como hay veces que me gritan "muerto de hambre" porque les cobro los 50 centavos , efectivamente soy muerto de hambre pero tengo este trabajo honrado para mí y hay a veces que el poco dinero que llevo a su pobre casa es para la comida de mis hijos y en particular para mí que bueno que al menos cuento con este trabajo, hay compañeros que la verdad pagamos justos por pecadores sí hay buenos choferes como hay malos choferes , efectivamente puercos que no limpian su camioneta pues hay a veces que acabamos tan tan cansados que no se limpian y preferimos dormir que limpiarla.

Me despido, que Dios los cuide.


martes, febrero 17, 2009

¿Fascistas?

Dice el noticiero Carlos Loret de Mola, niño bonito de la tele y uno de los neo ayatolas de los medios de comunicación nacionales, ahora convertido también en editorialista de El Universal (aquí), que los habitantes de este país nos estamos volviendo fascistas por nuestra desesperación ante el crimen organizado y la ineficiencia de los cuerpos policiacos.

No lo creo.

México y sus habitantes tenemos un cierto germen fascista, pero no necesariamente por lo que está sucediendo en la actualidad. Somos fascistas porque no nos gusta la democracia, la aceptamos, sí, pero por ese afán siempre nuestro de quedar bien con el otro a través de lo políticamente correcto.

Sin embargo, como bien lo apuntó y lo dijo y lo afirmó el cineasta español Luis Buñuel, México nunca, nunca, nunca será fascista de verdad. Lo que se lo impide es una cosa simple y contundente: LA CORRUPCIÓN.

Ganas no nos faltan (y con razón) de ser fascistas. Pero nos traiciona nuestra naturaleza corrupta.

lunes, febrero 16, 2009

El día del amor me da urticaria

Y es, en efecto, literal esta afirmación.

Algo comí, algo cambió en el detergente, algo me alteró del medicamento. El caso es que algo me generó una reacción alérgica el viernes 13 por la noche que me llevó, una vez más, qué raro, ya extrañaba, a un hospital, donde pasé alrededor de dos horas, entre que llegaba, me registraba, me atendían y me daban suero, para combatir una invasión de urticaria en una buena proporción de mi cuerpo.

De esta forma, las primeras horas del Día del Amor los pasé mirando ese techo de plafones tan característico de los hospitales, ahora no público, pero cuya atención me costó bastante, bastante dinero.

En fin.

Ayer fui a ver Operación Valkiria (Singer, 2008). Está bien, pero nada más. Digo, bien ambientada, bien hecha, bien actuada. La historia del atentado del 20 de julio de 1944 que buscó derrocar a Adolf Hitler del poder en la Alemania del Tercer Reich. Todo al ritmo vertiginoso de esa maravilla que es Die Walküre de Richard Wagner.

Por cierto, Woody Allen suele decir que, cada vez que escucha La Cabalgata de las Valkirias, le dan ganas de invadir Polonia.

Y tiene toda la razón.



La edición de hoy de El País ha dado un reportaje sobre los libros que leía Adolfo. El reportaje (aquí) viene ilustrado con el Ex-Libris que Hitler usaba para marcar sus ejemplares, el cual se reproduce arriba.

viernes, febrero 13, 2009

A.d.i.d.a.s.

No creo que la empresa de ropa deportiva alemana Adidas tenga mejor publicidad que todas esas fotos en las que aparece Fidel Castro junto con presidentes latinoamericanos portando alguna chaqueta de dicha marca.

Adidas o muerte. Venceremos.

jueves, febrero 12, 2009

Notas nocturnas

Hoy salía de mi lugar de trabajo y escuché a lo lejos el sonido ése que provocan los muchachos ataviados a la usanza folk y con muchos bongós y tumbas bajo sus brazos y sus manos. Son los mismos que se autonombran "batucadas" y que podemos encontrar en sitios folk como Coyoacán, Pahuatlán o cerca de la Ciudad Universitaria de la capital.

Bueno. Decía que los oí y una duda asaltó mi mente: ¿por qué la música (es un decir) que tocan estos mismos muchachos siempre, siempre es la misma? Es decir, uno imaginaría que la "batucada" se caracteriza por contar con un buen número de evoluciones y ritmos que son capaces, digamos, de convocar a la lluvia, de relajar a los dioses y hasta de llamar a Belzebú para algún fin maligno. Pues no. Los "batuqueros" nacionales --o al menos los de la capital-- hacen como que tocan y hacen como que son bien rítmicos, pero generalmente su discurso auditivo es simple y llanamente ramplón. Mucho tu-cu-tu-cu-tu-cu-tu-cu-tu-cu-tu, pero nada de cambio ni de sorpresa. En fin.

Más tarde arribé al Starbucks más cercano a mi lugar de trabajo (unos 10 minutos caminando) y vi que ha llegado un nuevo tío a la barra. Eso no tendría nada de extraordinario si no fuese por el tonito de voz del muchacho en cuestión: mucho más fresa que el que ya de por sí tienen los chicos Starbucks nacionales. ¿Pssss qué ondaaaa wee, quétevoadaaaaaarr? ¿No quieresalgo paracompañar tu bebidaaaaaaaaaaaaaaa? O algo así.

Las chicas que lo oyen como que se emocionan y se sienten fresas fresas. Y responden igual. O sea, quiero un ventiiii frapuchinoooo de mangoooo con doble chot (tal cual) de cafeeé descafeinadoooo y lecheeeee deslactosadaaaaa. Y ya. Así como diciendo, vean weyes, soy bien fresa (el equivalente a pijo, para los que no saben qué significa fresa en mexicano). Yo como soy bien antisocial sólo pongo mi jeta y saco el tono de voz más cavernario posible y pido mi Latte y me largo.

En fin.

miércoles, febrero 11, 2009

Estados Unidos 2 México 0

Ahora no sólo me joden los extranjeros que se han colado a la Selección Nacional. No. Ahora también los dizque "referentes", los "históricos", los "salvadores" del equipo: Rafael Márquez y Oswaldo Sánchez.

El primero siempre falla en los momentos cruciales (expulsión en el partido frente a los mismos EEUU en Corea del Sur-Japón 2002 y mano contra Portugal en Alemania 2006). Ahora su gracia fue hacerse expulsar por una entrada francamente criminal contra el portero norteamericano. El segundo, un tío sobradísimo y mamón que, para variar, también falla a la hora buena (hoy parecía que estaba cogiendo gallinas con las manos en el segundo gol de los norteños).

Pero hay alguien peor que los jugadores mexicanos y que los extrajeros que juegan para México disfrazados de locales con acento porteño arrabalero: los cronistas deportivos de las cadenas nacionales (Televisa y Televisión Azteca) que ven todo menos lo que sucede en el césped.

Por donde se vea, estamos fritos.

martes, febrero 10, 2009

El Búho

Un hecho importante que se me olvidó comentar en este buroblog fue que, el pasado 10 de enero, se cumplieron 10 años desde que el suplemento cultural de Excélsior, "El Búho", fue cerrado abruptamente por los entonces dirigentes del diario, a saber el cubano Lisandro Otero y el mexicano Regino Díaz Redondo. La razón: la renuncia de su director, René Avilés, al haber sido censurado en uno de sus editoriales sabatinos.

Bueno. Pues me he acordado de esto por dos causas. Primero, porque acabo de terminar de leer Nuevas recordanzas, el segundo volumen autobiográfico de Avilés Fabila, en el que narra en algunos capítulos este hecho, así como sus efectos colaterales, por ejemplo, la traición de Jairo Calixto Albarrán e Iván Ríos Gascón, la salida del diario de un buen número de escritores y artistas plásticos (como José Luis Cuevas, Martha Chapa y Sebastián) y la posterior fundación de la revista Universo de El Búho, brazo editorial de la Fundación René Avilés Fabila. Y segundo, porque el número de este mes de tal revista que ha llegado a mi casa viene acompañada de una buena nueva: resulta que el nombre de "El Búho" ha quedado libre y, por fin, la publicación de Avilés Fabila volverá a denominarse como aquella que comenzó en 1985.

Así que, El Búho vuelve a volar entre nosotros.

ACTIVATE!!!

Resulta que me hablan el pasado sábado como a las ocho de la noche, para visarme que teníamos que presentarnos el domingo a las ocho de la mañana, para acompañar al gobernador en una caminata por el parque de la ciudad.

En ese momento me imaginé las cabalgatas que los gobernadores del norte realizan año con año y también me fue inevitable pensar en la recordable "cabalgata deportiva gillet".

Bien, pues el domingo a las ocho en punto estaba en el parque "caña hueca", no sé de donde sacan ese nombre, pero es algo así como el chapultepec o el parque de los viveros de esta ciudad, el lugar a donde los deportistas se concentran todas las mañanas para ir a correr o practicar los deportés más populares en el país, el basquetbol y el futbol.

Decía, ahí estaba a esas horas de la mañana dispuesto a recorrer los cerca de dos kilómetros de circunferencia del parque, para poder estar bien parado ahí, la noche anterior tuve que ir a la tienda departamental a comprarme tenis, pantalones y una playera, el chiste me salió como en dosmil pesos, pero como el comercial de la tarjeta, estar ahí a esas horas d la mañana con el gober, no tiene precio.

Pues después de esperar cerca de una hora nos informaron que no llegaría el preciso, que ya andaba en gira y entonces comenzamos los ejercicios de calentamiento y a empezar la caminata. Yo , que nunca he tenido el espíritu deportivo muy alto, recorrí como cien metros y a la primera puerta me salí del parque.

En mi descargo debo alegar que fui y vine del parque a mi casa caminando -como cinco cuadras.

Nunca he sido deportista ni de sillón, me aburre estar presenciando partidos (con excepción del beisbol, creo que ya lo he dicho) y tampoco he inculcado eso en mis hijos, el niño por su propia iniciativa quiere jugar tenis, el otro día se emberrinchó por una raqueta, la niña practica de todo, pero sobre todo le gustan los bailes. Pero tal vez después de mis dos mil pesos invertidos me decida a levantarme y correr mis primeros dos kilómetros después de muchos años.

lunes, febrero 09, 2009

Focos amarillos

Esta mañana se encendieron --y con fuerza-- los focos amarillos de mis alertas personales.

Resulta que una camisa blanca que me gusta no me cerró del cuello. Oh, oh. Esto me llevó a 2006 o 2007, años en los que mi sobrepeso me puso al borde del colapso. Después de mi Funduplicatura de Nissen bajé casi casi a mi peso ideal, eliminé un buen de panza y me pude poner mucha ropa que ya había sido dada de baja. El gastroenterólogo que me operó me advirtió, cuídese porque primero todos bajan de peso y al ratito se les olvida y vuelven a subir. Pues hagan de cuenta...

Algo tengo que hacer urgentemente. Al menos ya tengo un plan de emergencia en la cabeza que se basa en la experiencia reciente. Primero, las cosas ya no permitidas: pan de dulce, refrescos, tacos y cualquier otro tipo de comida rápida. Segundo: desempolvar la hojita que me dio la nutrióloga con los alimentos permitidos para la mañana, la tarde y la noche. Tercero: regresar con fe a la pechuga y al pescado, ambos en sus versiones asadas y acompañadas de generosas porciones de verduras. Cuarto: intentar moverme un poco durante la semana. Quinto: no olvidar lo que sucedió hace poco en términos de salud y, por lo tanto, no relajarme en cuanto a la disciplina.

Tal cual.

domingo, febrero 08, 2009

Mi loco fin de semana

Pues se nos casó mi colega Brenda. Una menos, como me dijo su hermana en el aquelarre, entre espadas con cortes brasileros, vino tinto y colegas apreciados.

En el blog de la estación de radio Reactor 105 vi hace un poco una foto que ilustraba las etapas del hombre a través de los envases que vamos usando: comenzaba con el clásico biberón, luego seguía una botella de refresco, luego una de chela y, finalmente, concluía con un suero de esos que se cuelgan de tubos horripilantes y cuyo contenido se introduce a través de las venas. Bueno, menciono esto porque algo así sucede con los encuentros fraternos: comienzan con los nacimientos, luego van con los cumpleaños infantiles, luego con las idas a la playa o a cualquier otro lugar durante la juventud, después ocurren con las bodas y concluyen --me parece-- con los velorios. En esos sitios es en donde la vida y sus múltiples complicaciones van permitiendo encontrarse o reencontrarse con la gente a la que aprecias.

Pero decía que se nos casó Brenda. Fui testigo en la ceremonia civil. Espero tener más o menos buena mano. Al menos firmé con mi estilográfica Montblanc un acta que todos habían rubricado con un maltrecho bolígrafo Bic. Hombre, no hagan eso. Es un documento bastante importante como para dejarlo en manos de lo ordinario. Al menos se los solicitarán en diversos trámites a la nueva familia de ahora en adelante.

En fin. Felicitaciones a la pareja de recién casados y saludos a los que estuvieron por ahí, en especial a Efrén y Claudia. Las apuestas ahora correrán para saber cuál será el próximo enlace (igual y son ellos).

Ah, por cierto, no quiero terminar esta anotación sin destacar que el Atlético de Madrid ganó tres goles a cero al Recreativo de Huelva en calidad de visitante el día de hoy. Los diarios ibéricos alaban la gran actuación que tuvieron Forlán y Agüero, a saber las estrellas suramericanas del cuadro.

¿Alguna duda sobre el verdadero motivo de la salida de Aguirre?

Vayamos en paz.

jueves, febrero 05, 2009

Las fotocopias


Escenario 1.

Las fotocopias se solicitan en un cuarto especial donde están instalados tres equipos. Hay una persona que atiende en la mañana y otra por la tarde. La de la mañana tiene un horario para desayunar que coincide con el momento en que suele haber más trabajo. Este momento para ingerir alimentos es un uso y costumbre, y no una prestación deliberada. De los tres equipos existentes, dos tienen problemas para trabajar (escasa tinta, se pegan o se atoran las hojas). Como el servicio lo proporciona una persona, se suele acumular el trabajo porque, aunque hay tres máquinas, se debe esperar turno a que el responsable acabe para seguir despachando. La opción de autogestión existe, pero limitada porque si no, afirman, se pierde el registro de lo que se usa. Finalmente, todas las fotocopias se deben anotar: de una a 50 en una lista manual, y más de 50 a través de un vale que se debe autorizar mediante firma de otros funcionarios. Ante esto, lo que la mayoría hace es que, por ejemplo, si sacas 51 fotocopias, en un renglón escribes que sacaste 25 y en el siguiente 26. Esta metodología se aplica para 51 o para cualquier otra cantidad imaginable. Sobra decir que cuando no hay nadie que atienda, la mayoría ingresa al cuarto, saca sus copias, no las registra y nadie se entera ni hace nada.



Escenario 2.

Una oficina trabajaba casi de manera similar a la descrita en el Escenario 1. Sin embargo, en una remodelación decidió quitar el cuarto y montar una sola fotocopiadora, moderna y funcional, en un pasillo del área común. A cada individuo le proporcionó una clave con la cual accesar a la misma. Cada funcionario debía llevar sus hojas y, sin necesidad de apuntarse ni nada, la propia memoria de la fotocopiadora registraba el número total de impresiones realizadas. Los funcionarios, además de contar con conocimientos de ciencia política, administración pública, economía, historia y otras ciencias sociales, también se especializó en sacar fotocopias.



Preguntas.

1.- ¿Cuál es el escenario más cercano a la eficiencia y la racionalidad dentro de las oficinas públicas?

2.- ¿Qué decisión tomaría en caso de encontrarse en el Escenario 1?

3.- ¿Qué decisión tomaría en caso de encontrarse en el Escenario 2?

4.- ¿Cuál es la capital de Bielorrusia?




Los millonarios de Cristo

Lo primero que pensé al leer la nota que daba cuenta de las aventuras sexuales del padre Marcial Maciel (la nota aquí), las cuales le dieron como resultado procrear una hija con una mujer, fue en todas esas señoras santurronas y golpeadoras de pecho del pueblo poblano que se asumen como ultras católicas provincianas.

¿Qué me dicen ahora, mis estimadas damas de la vela perpetua? ¿Cómo queda su fanatismo religioso ante las actuaciones de uno de sus principales estandartes? ¿Seguirán negando lo que es un secreto a voces dentro de la grey?

Yo también me asumo como católico, pero creo que no a esos grados de locura y cerrazón. Y menos con esa dizque ceguera que tienen algunos para querer tapar el sol con un dedo de todo lo que ocurre en esa institución. Hombre, pues se trata de humanos, de seres de carne y hueso, que tienen pasiones, filias y fobias, ¿para qué andar santificando a los que, como el tal Maciel, andan por la vida con una imagen de pulcritud y en lo oscurito le andan inyectando el semen a una mujer pagana (y peor aún, sin condón)?

En fin.

miércoles, febrero 04, 2009

El Estado impotente

Mauricio Merino

Hace ya varios días que comenzó el debate sobre la tesis del Estado fallido. “México no es Paquistán”, dijo el presidente Calderón en Davos, Suiza, ante la comparación que surgió de Estados Unidos. De acuerdo. ¿Pero tiene México un Estado con autoridad suficiente para garantizar el derecho y la viabilidad del país?

Bastaría un pequeño recuento de las noticias publicadas en los últimos días para dudarlo con seriedad. Esta misma semana, por ejemplo, las grandes televisoras han vuelto a desafiar las reglas del juego. Inconformes con la reforma electoral de 2007, han decidido producir el mayor encono posible hacia las elecciones de 2009, manipulando los tiempos destinados a la divulgación de la propaganda del IFE y de los partidos.

Saben que cuentan con la complicidad de un amplio sector de la clase política y están aprovechando los agujeros legales que se quedaron abiertos tras la reforma, para emprender una nueva rebelión calculada. Esos símbolos implacables de los poderes fácticos mexicanos están demostrando, una vez más, su falta de respeto a las decisiones tomadas por el Legislativo, para que todo el mundo se entere.

En otro terreno, EL UNIVERSAL nos informó el lunes de que los vecinos del municipio de Villanueva, Zacatecas, exigieron la presencia del Ejército mexicano para vigilar sus calles en sustitución de la policía local, que según ellos ha sido cómplice de los secuestros que han sufrido en los últimos días. Es el mismo patrón que está minando la viabilidad política de todo el federalismo: autoridades locales que no pueden, que fracasan o se corrompen, y deben ser sustituidas por el Ejército, convertido en policía preventiva. Esa noticia, hoy, es apenas parte de nuestra rutina.

Y no es para menos, si se recuerda (como lo publicó este periódico el domingo pasado) que en lo que va del año se han registrado ya 508 ejecuciones vinculadas con el crimen organizado: más del doble que las ocurridas en el mismo periodo del año anterior.

Ni tampoco resulta extraño, en un entorno como este, que Vicente Fox convoque a los alcaldes panistas a dejar las oficinas municipales para hacer campañas políticas, siguiendo el ejemplo que él mismo dio durante seis años. Si lo hacen, los regidores que escucharon a Fox estarían vulnerando la ley y desafiando la autoridad del Estado, animados por quien fuera, precisamente, el jefe de ese Estado al que estarían burlando de manera deliberada.

Estos ejemplos nos dicen que por arriba y por abajo, por dentro y por fuera, la autoridad del Estado está en entredicho. Y conste que ninguno de ellos atañe a la crisis económica que completa el entorno en el que estamos viviendo.

Hace poco releí las dos obras centrales de Hermann Heller: Teoría del Estado y La soberanía. Decía Heller que cuando un poder fáctico derrota la autoridad del Estado, todos los demás grupos siguen la misma pauta. Y de ser así, la cooperación social se quebranta y el Estado fracasa.
Los hechos históricos que siguen a esa ruptura pueden desenvolverse de modos distintos. Pero una vez quebrada la autoridad, todo lo demás es cuestión de tiempo.


Sin embargo, Heller también advertía que el mayor riesgo es confundir al Estado con un instrumento faccioso, al servicio de alguien.

El Estado no sólo fracasa cuando deja de cumplir sus funciones fundamentales (la seguridad, la cohesión social, la garantía del derecho y la procura existencial), sino cuando deja de ser de todos. Cuando pierde su condición de organización soberana sobre todos los demás intereses; no para que uno solo decida, sino para que todos convivamos en orden.

El verdadero Estado fallido es, así, el Estado parcial e impotente. Como el que tenemos en México.

Profesor investigador del CIDE

martes, febrero 03, 2009

Mal inicio de semana (II)

Después de todo un día de notas y comentarios y chismes y cotilleo y demás sobre la salida de Javier Aguirre del banquillo del Atlético de Madrid, me queda cada vez más claro que esto se ha debido al berrinche de las estrellitas suramericanas de ese equipo.

Casi estoy cierto que les jode ver a un mexicano por encima de ellos. No conciben que un nacional dirija a uno de los equipos más importantes de Europa y que, por ahora, ningún argentino esté sentado dando órdenes en los estadios españoles. Están mentalizados en que son superiores y que, simple y sencillamente, el fútbol mexicano es atrasado o inferior.

Y es aquí donde me pregunto, ¿cómo puede ser posible que, bajo estos datos duros y contundentes, México siga siendo un país donde se permita a cualquier arribista --en especial suramericano-- a jugar bajo sus colores y su simbología?, ¿por qué confundimos la hospitalidad y la nobleza con la estupidez y la sumisión?

Ya quisiera yo ver algún día, alguno de la existencia, a un mexicano naturalizado argentino o uruguayo jugar vestido de azul y blanco. Eso jamás va a suceder. JAMÁS. De hecho, nunca jamás creo que vea a un mexicano sentado en un estudio de televisión argentino o suramericano comentando el fútbol de sus ligas locales, tal y como sucede con el inefable Brailovsky aquí en México.

¿Por qué seguimos aceptando que nos vengan a vender cuentas de vidrios estos tipos? ¿Por qué la gente sigue viendo a esta clase de gente como su salvación y su esperanza?

México necesita urgentemente dejarse de medias tintas y sentirse --y ser-- superior.

Ah, y por cierto, estoy hablando exclusivamente de fútbol.

Mal inicio de semana

Ya lo decía ayer mi colega Paco: mal inicia quien es jodido en lunes. Bueno, hoy es un martes con sabor a lunes.

Javier Aguirre ha dejado de ser, por fin, el director técnico del Atlético de Madrid. Ya sé que esto es como algo circunstancial frente a toda la vorágine de violencia y terror que se vive en ciertas zonas del país, pero bueno, no puedo dejar de decir que me jode y me pone triste. Aguirre es uno de los mexicanos visibles más exitosos que hay. Excluyo, por supuesto, a los que no se ven, pero que igualmente son eficientes y contundentes en el campo de la ciencia, la educación, la investigación, entre otros frentes de la inteligencia. Pero el fútbol, colegas..., el fútbol es el fútbol.

Aguirre ha dejado de dirigir al Atlético, entre otras cosas, porque es mexicano. Pienso que eso le jodía al vestuario: ¿cómo puede ser posible que un tipo de un país que no ha ganado absolutamente nada venga a dar órdenes a jugadores-divas de nacionalidades élite en el fútbol como Argentina, España, Portugal, Francia, et al?, ¿cómo un mexicano, aún con descendencia vasca y, sobre todo, su auxiliar, un mexicano original como Ignacio Ambriz, vienen a enseñarles la o por lo redondo a los europeos en su liga más emblemática a día de hoy?

En Osasuna las cosas funcionaron porque era un club menor (sin que esto se entienda peyorativamente). Pero en el Atlético, cuadro de la capital, tercero en importancia en la península, la presión ha sido mayor, casi asfixiante. Haber entrado a Europa después de 11 años y haber concluido tercero en la general en 2008 han quedado atrás. Valen más los arrebatos de las estrellas suramericanas y los rencores de gente como Simao. Suenan más fuertes los gritos de los ultras al palco y en las afueras del Vicente Calderón. Es más contundente la tradición de un club que ha tenido 30 técnicos en un poco más de una década.

Es triste que Aguirre deje al Atlético sin cumplir su misión ni completar su contrato. Sin embargo, tendrá otras oportunidades.

Sólo espero, en verdad casi rezo por ello, que no vuelva a México y, si lo hace, que sea sólo y exclusivamente para dirigir la Selección (o lo que quede de ella después de tanto extranjero arribista naturalizado). Pero, por favor, por Dios, que no lo traigan a dirigir al América o al Guadalajara. Sólo eso.

Ah, por cierto, suerte para el Atlético en la Liga de Campeones y en la Liga BBVA.

lunes, febrero 02, 2009

Me pregunto, finalmente, ¿tengo amigos, los he tenido, los tendré? Más bien, como decía Lenin, he tenido compañeros de ruta, lo cual no deja de proporcionar cierta tristeza. Por ello es que avanzo con lentitud, las cosas me las gano a pulso, sin la ayuda de amigos o familiares, con los que jamás he contado, a quienes nada les debo, a los que nunca veo más que por accidente. Por alguna razón que desconozco, mi vida ha sido a contracorriente y me siento satisfecho. Desconozco por completo el servilismo y la adulación, aunque sé reconocer el talento y la honestidad. Comencé con una novela aguerrida y he seguido escribiendo textos periodísticos sumamente críticos. Las enemistades me las he ganado con frecuencia y los odios no siempre son gratuitos. He llegado hasta aquí con esfuerzo y mi trabajo, sin apoyos estatales o provenientes del poder, y así pienso seguir. El golpe de fortuna que a otros ha impulsado muy lejos no ha aparecido en mi vida.

René Avilés Fabila, Nuevas Recordanzas, México, Nueva Imagen, 2003, pp. 226-227.

Mal empieza la semana al que ahorcan en lunes

Y aunque parecía el desenlace de una crónica anunciada, hasta este día se da la noticia de que el mexicano DT del Atlético de Madrid, "El Vasco" Aguirre, es despedido de ese equipo.

Ahora habrá que esperar lo que suceda el próximo miércoles, es decir de mañana en ocho días, si como se espera pierde la selección mexicana, no faltarán las voces que quieran de vuelta al Vasco a la dirección técnica del Tri.

Como desde hace muchos años no me interesa mucho lo que en el futbol nacional acontece, poco me entero de lo que tanto los jilgueros de televisa como los sudacas de lo que queda de tvnazteca digan.

Lo último que me enteré fue sobre la derrota del equipo nacional ante la selección del país de origen del entrenador en turno, apenas empiezan las noticias deportivas de la noche cambio de canal o apago el televisor, ha sido una forma efectiva de mantener la salud mental, bien dicen que el televidente tiene la facultad de elegir.

Y al respecto, por lo mismo de no estar pegado al televisor, apenas me enteré del gran debate que se traen con la primera aplicación de la nueva legislación electoral, bajo la modalidad de que el IFE contrata y manda publicitar los spots tanto del Instituto como de los partidos políticos.

Se ha armado un desorden, en parte porque la orden ha sido mal acatada a propósito, principalmente por Ricardo Salinas, ya que interrumpen transmisiones de gran rating, como los partidos de pambol, o este fin de semana el "supertazón", para meter un anuncio del IFE. Esto ha provocado un enojo del televidente y se supone que demerita la transmisión y por consiguiente la clientela.

En principio he de decir que no estoy de acuerdo con muchos aspectos de la ley electoral en vigor, sin embargo, la misma es el resultado de abusos que se dieron no sólo por la transmisión de campañas negras, sino por el gran negocio de las televisoras y radiodifusoras - a donde se destinaban la mayor parte de los recursos públicos de los partidos para cubrir sus campañas.

Ahora sí cabría preguntarles a las televisoras si tienen el valor o les vale. Cuando hablan de decir no a la piratería, no estoy seguro de si su discurso moral se les pudiera revertir, de decir no a la ilegalidad o al desacato de una ley vigente para todos.

Estoy seguro que después de este experimento vendrá una contrareforma a la ley electoral, mientras tanto habrá que estar pendientes de lo que suceda en esta contienda electoral en la que se juega la estabilidad y por consiguiente la viabilidad del modelo que Estado que tenemos.

domingo, febrero 01, 2009

Notas de "súper domingo"

a. Si alguien dudaba que Vicente Fox, ex presidente de México, padecía de sus facultades mentales, sólo tiene que leer las declaraciones que hoy dio en varios medios nacionales cuando arengó a los alcaldes de su partido, el conservador Acción Nacional, a dejar sus escritorios e irse a hacer campaña, al tiempo que dejaran "encargados" sus puestos, tal y como él lo hizo con la residencia oficial de Los Pinos durante los seis años que duró su gestión. Por favor, que alguien le haga ya una reservación urgente en el hospital siquiátrico que está a un costado de la iglesia de Cholula, Pue. Ah, y una habitación también para su segunda esposa, la Sra. Sahagún.

b. Ganó Pittsburgh el Súper Tazón 43. Me jode. ¿Por qué? Porque luego de los Vaqueros de Dallas, los Acereros son el equipo de fútbol americano que más villamelones tiene en el país. Hace un rato los escuchaba gritar y aullar desde sus casas como si fuesen descendientes de aquellos que llegaron a fundar las 13 colonias que dieron origen a la Confederación. Y, sobre todo, porque el exotismo de la historia, según la definición que hizo el ex presidente español José María Aznar, B. Hussein Obama, había mostrado su apoyo a este cuadro para obtener el título. La venganza de los negros.

c. Javier Aguirre, aún director técnico del Atlético de Madrid por esta noche, está a un pasito de dejar el banquillo de este problemático e incendiario equipo gafe. El final parece inminente. Creo que sería lo mejor: tiene en su contra a la afición, a la directiva y, por lo que se nota en el césped, al propio equipo. En fin. En su palmarés quedará haber metido al Atlético a Europa después de 11 años, lo cual no es un triunfo menor.

d. En contraste, Pumas pierde y no juega a nada, y el brasilero Ferreti sigue tan firme, tan campante y tan parlanchín como siempre.

e. El combinado mexicano-argentino-brasilero de fútbol se prepara para asistir a su cita con la historia en Columbus, OH, el próximo 11 de febrero, para disputar el primer partido de la eliminatoria final contra los Estados Unidos, rumbo al campeonato mundial de este deporte Sudáfrica 2010. El Sr. Eriksson ha dado a conocer la lista y, bueno, uno esperaría que salgan avantes ante tanto talento "europeo" (sic), pero frente a los últimos pobres resultados un empate sería un magnífico resultado. Qué pena. El fútbol era la última trinchera en la que el mexicano sentía que podía chingarse a los gringos. Ahora ya ni eso.

f. Por cierto, en el momento en que Guadalajara, también conocido como las "Chivas", acepten a un naturalizado en sus filas (en este equipo sólo han jugado mexicanos desde su fundación), en ese mismo instante dejo de joder sobre el tema y me trago mis palabras sobre estos extranjeros mañosos y arribistas que dizque juegan por México aún cuando no se saben el Himno Nacional y siguen hablando como si jamás hubiesen salido de sus barrios arrabaleros. Tal cual.

g. La publicidad del IFE y de los partidos políticos aparece de súbito en las transmisiones televisivas sin importar que uno esté observando un partido (pero de fútbol) o un programa cualquiera. Dice el propio IFE en voz de su consejero presidente, Leonardo Valdéz, que ellos no tienen la culpa, que así lo han programado las televisoras. Puede ser, sobre todo la nefasta Televisión Azteca. Todo con la finalidad de que la parroquia mexica odie aún más al alicaído Instituto Federal Electoral. Así somos los mexicanos, mira tú.