viernes, enero 30, 2009

Si hay sustituto del amor, se llama memoria. Recordar de memoria es, pues, restablecer la intimidad.

Joseph Brodsky

El perro tras su cola

México ha caído en una etapa de ostracismo caracterizada por querer solucionarlo todo a base de la contemplación.

Cuando leo que para arreglar tal o cual cuestión hacen falta "más leyes" pienso, bueno, lo que importaría en todo caso es que las que existen se cumplan. México está tomando el sesgo de ser un país de muchas leyes inútiles, pero cuya idea de la eficiencia radica en, precisamente, generar más para arreglar las que no se aplican.

Otro punto de nuestra adicción es la de generar "grandes acuerdos". Para el campo, para el trabajo, para la refundación misma de la Patria. ¿Y luego? Nada. Se olvidan. Al igual que las leyes.

Leyes, acuerdos. Acuerdos, leyes. Más leyes. Más acuerdos. Más leyes y más acuerdos. Cero resultados

Hace falta más acción. Hace falta más administración pública.

En fin.

Aquí un artículo de un tipo que casi nunca leo, pero que ahora me ha gustado mucho lo que ha dado en El Universal.



México: barbarie o unidad
José Fernández Santillán

El que hoy se hable de México como un “Estado fallido” mueve a recordar el célebre escrito de Hegel, La Constitución de Alemania (1817). Ese documento empieza con una frase lapidaria: “Alemania ya no es un Estado”.

Una afirmación de tal calibre hecha por uno de los mayores teóricos de la política no podría tomarse a la ligera; quedó como una admonición clásica para todos los tiempos: se fundamentaba en el hecho de que la unidad de su país estaba más en los buenos deseos que en la realidad; era innegable que por todos lados imperaba la anarquía; el poder público había sido carcomido por los múltiples poderes privados que existían a su lado; a cada momento el gobierno daba muestra de incapacidad para mantener la cohesión nacional: “Todo concurre —sigue diciendo este autor— a hacer pensar que Alemania ya no es un cuerpo estatal unitario, sino una multitud de poderes independientes, y si observamos la esencia de estos poderes, tendríamos que decir que son soberanos”.

Aparte de esta dispersión de poderes, otro síntoma del fracaso del Estado era, a su entender, que la ley dejase de funcionar. Lo decía en los siguientes términos: “La disolución de un Estado se reconoce, por lo demás, precisamente por el hecho de que todo procede de manera diferente de lo que establecen las leyes”.

Hay, pues, por lo menos dos indicadores de que el cuerpo político languidece: cuando la ley deja de tener plena vigencia y cuando las fuerzas privadas se ponen al parejo o superan al poder del Estado. Lo dijo con preocupación Ignacio Burgoa: “México es un estado de derecho más que imperfecto”. Y qué significa esa imperfección si no que en nuestro país la ley adolece del poder necesario para ser aplicada sobre todo en materia de persecución del delito.

No hay más que mirar nuestro entorno para percatarnos de que, aparte de la delincuencia organizada, el Estado es presa de una miríada de fuerzas que han puesto su autoridad en entredicho: la descarada injerencia de la Iglesia católica en asuntos políticos; grupos empresariales que hacen y deshacen a su antojo; el poder fáctico del duopolio televisivo que en nombre de la libertad de expresión defiende sus privilegios; la arbitrariedad con la que ciertos gobernadores (verdaderos señores de orca y cuchillo) desgobiernan sus estados sin que haya un poder central que los limite; y, como cereza en el pastel, la corrupción que, ése sí, campea oronda sobre todo el territorio nacional.

Cierto: no es que nuestro caso sea el de la Alemania en tiempos de Hegel o el de la ex Yugoslavia en nuestra época, cuyo líder Josip Broz Tito, apenas murió, se desvencijó.

Su desmembramiento dio lugar a una serie de guerras interétnicas que la ponen como ejemplo de un verdadero y propio Estado fallido. El problema, por ahora, no es ése; la preocupación es hacia dónde nos dirigimos. Para hablar en términos llanos y sencillos, poner atención en la película y no en la fotografía; o sea, cuestionarnos: ¿hacia qué lado del espectro nos estamos moviendo? ¿Hacia la degradación o hacia el perfeccionamiento de nuestra convivencia social?
Me temo que es hacia lo primero y no hacia lo segundo. Nos estamos hundiendo en la barbarie y estamos alejándonos de la civilidad.


Luego entonces, la pregunta de rigor es la siguiente: ¿hay algún remedio para revertir la tendencia? La respuesta que dio Hegel nos queda como anillo al dedo: si el Estado había fallado quedaba el sentido de pertenencia nacional: “La nación, aun sin ser un Estado, sí constituía un pueblo”. De allí debemos partir para rehabilitar al país. Recuperar la idea de unidad: dejar de ser una multitud dispersa para convertirnos, de nuevo, en un pueblo reunido en torno a un interés común.

Valga la metáfora: pasar de ser un montón de tablones arrumbados en la arena a ser un barco con rumbo. Poner en pie la herencia histórica de pertenencia a una casa común que los abusos, la mezquindad y la cortedad de miras han puesto en vilo.

jfsantillan@itesm.mx
Académico del ITESM (CCM)

jueves, enero 29, 2009

Mexican Mad Max, el niño torero y la mujer barbada

La Guerra del Agua ya está aquí.

Este fin de semana los habitantes de la Ciudad de México experimentaremos el primer cortón en el sistema de agua potable. La razón: el bajo nivel de las presas y alfaguaras que nutren a este monstruo sediento y tacaño.

En algunas zonas ya saben de qué va el asunto. Pienso, por ejemplo, en la siempre combativa Iztapalapa, lugar en donde este líquido sí alcanza los niveles de bien preciado como el petróleo, los diamantes o el oxígeno. Ahora las demás delegaciones (para los que no son mexicanos, las delegaciones son unos híbridos administrativos entre municipio y pequeño feudo) vivirán en su propia realidad los estragos --literalmente-- de la falta de este recurso.

Por cierto, aquí cerca de donde escribo estas líneas están las oficinas de la Comisión Nacional del Agua, lugar al que cada mañana arriba un helicóptero a dejar a alguien. Me imagino que es a su titular, Sr. Luege Tamargo. Bueno, me parece una contradicción este hecho porque cada viajecito en este medio debe costar bastante dinero. Y uno de los argumentos de la propia CONAGUA para montarse el numerito de los parones en el suministro es que, por ejemplo, se cobra mucho menos del valor real del servicio. En fin.

Otro asunto que ronda el aire es que la Fiscalía de la ciudad ha detenido a unos sujetos y los ha señalado como responsables del ataque al científico francés en las inmediaciones del aeropuerto que lo mantiene al borde de la muerte. Bueno, pues sorprende la velocidad en la respuesta de la autoridad. Eso significa, creo yo, que las policías locales no andan dando palos de ciego en la mayor parte de los casos, sino más bien que no actúan hasta no tener demasiada presión por parte de la opinión pública y tal. Ya sé que esto no es nada nuevo ni estoy diciendo algo que cimbrará al planeta. Pero sí considero necesario destacarlo porque nos muestra con toda claridad el asunto: si no podemos confiar en nuestras fuerzas del orden, estamos fritos.

Bueno.

También veo que hay un chavalito alocado que dizque es torero a los 11 años. Sus padres y la parroquia querían que se le incluyera en libro de los Récords Guinness porque mató a seis vaquillas. Afortunadamente, los de la chela irlandesa les han dicho que no, que su almanaque no registra ese tipo de barbaridades. Bien por eso. De cualquier forma, es como simpático ver al crío éste adoptar poses de torero grande. Por mí, que lo regresen a la escuela y que le pongan exámenes departamentales para que deje de andar practicando onanismos mentales y se convierta en alguien de bien para la sociedad mexica.

Finalmente, la cantante de Barbados Rihanna estuvo en el Palacio de los Deportes y los diarios se regodearon tomándole instantáneas. Vaya buena mujer esta caribeña. Se cae de madura. Además, está como impresionantemente guapa. Esa combinación de piel morena apiñonada mediterránea con ojos verdes, no, no, no. Un aplauso para Rihanna (aunque no sepamos bien a bien a qué se dedica o qué canta o qué hace).

Ah, por cierto, perdió el combinado "Resto de Latinoamérica" vestido de verde en el partido que disputó ayer contra los suecos en Oakland, CA.







miércoles, enero 28, 2009

Bienvenido, paisano

Los que han visto el partido de México (bueno, de un combinado mexicano-argentino-brasilero) versus Suecia por la televisión, se habrán dado cuenta que el naturalizado Sr. Matías Vuoso no se supo la letra del Himno Nacional cuando fue interpretado al inicio del encuentro.

Las cámaras fueron particularmente incisivas con el mexicano (sic) de acento porteño y, bueno, han dado cuenta de su silencio.

Además, como aderezo, no hizo gran cosa en el partido que, por cierto, perdió el seleccionado mexicano por un gol a cero.

Estado fallido

Leí una noticia que me puso entre la angustia y el coraje. Se trató del francés que recibió un disparo en la cabeza luego de haber dejado el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, lugar al que asistió para hacer una operación en una Casa de Cambio. Unos ladrones lo siguieron, lo abordaron, lo amagaron y le dispararon para robarle luego de que éste se resistió.

Me angustia porque es una zona a la que asisto con regularidad. Me enfada porque se trata de un científico, alguien que realiza investigación para mejorar la vida de la gente, porque está al borde de la muerte y porque todo se ha debido a ese clima de inseguridad asfixiante al que nos estamos acostumbrando más y más.

Algunos políticos mexicanos pegaron de brincos y se ofendieron luego de los informes de los militares norteamericanos en el sentido de que nos acercamos a lo que se conoce como un Estado fallido. Bueno, no creo que nos estemos acercando, más bien varias zonas del país ya son un Estado fallido. De hecho, ya ni podrían denominarse Estado (nulo control del territorio y nula aplicación de la normatividad).

El ruido de fondo (II)

Olvidé mencionar que también hay un radio que da, todo el día y a todo volumen, los mejores éxitos del catálogo de la peor educación sentimentaloide de la década de 1980, es decir todas esas rolas lacrimógenas de Amanda Miguel, Yuri, Cristal, Alondra, Vicky Carr y demás hetairas del folklore musical latinoamericano.

Con este detalle tenemos, ahora sí, el ruido de fondo ideal para trabajar en paz, a gusto, con sentido crítico y con altos niveles de eficiencia.

Demos gracias al Señor.

martes, enero 27, 2009

El ruido de fondo

Tener cubículo privado no es directamente proporcional a tener tranquilidad para trabajar.

El que ahora ocupo es todo menos apacible. Por enfrente transitan cualquier cantidad de enardecidos, entusiastas, escandalosos colaboradores. Caminan, pasan, cruzan, atraviesan. Todos con sus asuntos cruciales en la cabeza que, por lo regular, exteriorizan a base de largas y fuertes conversaciones y peroratas. Sobra decir que, además, no sólo caminan, pasan, cruzan y atraviesan el pasillo, no, también se dan un tiempo bastante generoso para echar un vistazo pormenorizado al interior de mi lugar de trabajo.

Los he pillado: un día, por curiosidad, me he quedado viendo hacia afuera y no hacia el monitor de mi computadora. No dudaría en afirmar que 75 por ciento de la gente que transitó por enfrente viró la cabeza para dirigir su mirada hacia mi persona y, por ende, saber con exactitud qué estaba haciendo en ese preciso momento. Al notar que los estaba observando la mayoría puso cara de (supuesta) pena y rápidamente devolvió sus ojos al frente.

Pero no sólo eso. A unos metros hay un teléfono que es utilizado para cualquier tipo de gestión de asuntos estrictamente personales, los cuales, claro, se resuelven mejor a gritos. Así, los de este rumbo nos podemos enterar de viajes, paseos, planes, fiestas, apodos, vicios y otras lindezas del personal.

En suma, un ambiente propicio para el trabajo fecundo y creador.

En el Ministerio, al estar todos expuestos a la mirada de todos, como que ya habíamos creado anticuerpos suficientes para no estar al tanto de lo que hacían los demás. Ya no nos importaba tanto que alguno no pudiese superar su nivel en el Tetrix o en el Solitario del ordenador, o bien, que otro se la pasara checando sus negocios de jurisconsulto. Ante la sobredosis de transparencia desarrollamos habilidades insospechadas para el común de los mortales como, por ejemplo, hablar al decibel más bajo posible y aún así poder ser escuchados a través de la línea telefónica.

Pero aquí lo prohibido y lo nebuloso fomentan el morbo. ¿Qué hará aquel metido en su cubículo? ¿Trabajará? ¿Se la pasará haciéndose tonto? ¿Por qué él tiene cubículo y yo no? ¿Lo pillaré en algún momento bochornoso? ¿De qué privilegios goza?

Algunos optan por mantener su puerta cerrada. Yo, siguiendo algunos designios políticamente correctos de la misma transparencia y tal (la Administración Pública es un edificio con bases de hierro y paredes de cristal, dicen los neo-clásicos), prefiero mantenerla totalmente abierta. Sin embargo, he pensado seriamente en modificar mis hábitos y, por lo tanto, en emparejar mi entrada. Es decir, en no cerrarla por completo, pero tampoco en seguir con esa política de "puertas abiertas". Lo anterior, por mamón y también porque a veces se necesita del silencio y la calma para trabajar.

Pero, bueno, así es la mexicana alegría. Si las bibliotecas de este país son una sucursal de La Alameda, ¿qué podíamos esperar de las trincheras laborales de la autonomía?

¿Por qué es tan difícil la amistad?

Con los históricos puedes caer en el desgaste, en la incomunicación, en la desidia, en el fastidio y, finalmente, en la destrucción. Con los semi-históricos hay algo aún que no cuaja para que los consideres históricos. Con los nuevos algo falla, siempre algo da al traste después de un arranque prometedor.

Admiro a los que tienen pocos y largos amigos. Ahí tenemos un buen ejemplo de la solidez de este sentimiento. Aquellos que resisten los años y se solidifican con las experiencias.

Deploro a la gente que dice tener muchos amigos. ¿Amigos? Quizás conocidos, compañeros, cómplices, aliados, ¿pero amigos en realidad? Más tardan en alardear de su condición de populares que en quejarse amargamente de alguna decepción.

Aunque es una frase cursi y estúpida y repugnante y vomitiva y que sólo usan los más ingenuos, es cierto: quien encuentra un amigo... (completar).

“Las chicas del table tienen un desprecio cabrón por sus clientes”

Gabriela Granados, por necesidad y curiosidad profesional, fue teibolera y escribió un libro.

No me arrepiento, pero no regresaría; aprendí, crecí, conocí, desmitifiqué, encontré nuevas dimensiones de la sexualidad, pagué mis deudas y, al final, me volví más humana, dice la periodista.

Arturo García Hernández
La Jornada

Tamara es el nombre que usa como bailarina de table dance. En su blog se hace llamar Susana. Su nombre real es Gabriela Granados, periodista especializada en temas de sexualidad y erotismo, autora del libro de reciente publicación Susana, memorias del table dance, en el que da cuenta de sus experiencias como teibolera, trabajo que desempeñó por necesidad económica, por curiosidad profesional y por dar cauce a su faceta de bailarina. Digamos que se juntaron las ganas de comer, el hambre y la gula.

Como quiera que se vea, fue un acto de valentía y el resultado es un testimonio desde dentro, sin precedente en México, de un mundo tan mitificado como incomprendido. Así como Günter Wallraff realizó una investigación encubierta para escribir Cabeza de turco –guardada toda proporción–, Granados renunció a su fuero de reportera y se aventó sin salvavidas a los bajos fondos. En igualdad de circunstancias que sus compañeras de trabajo.

Todo eso está en Susana, memorias del table dance, publicado por Editorial Grijalbo. Escribe la autora: “Es una historia sobre las siempre inciertas condiciones de trabajo y de los constantes riesgos que corre la integridad física y emocional, pero también es una historia sobre la valentía, la amistad, el amor, los errores humanos y la búsqueda de placer, validación personal y autoestima (...) No es mi intención escribir un libro de denuncia, sino una crónica desde lo humano, sin prejuicios y con la verdad, desde el corazón”.

Por su interés en cuestiones de sexualidad y erotismo, cuenta Gabriela Granados en entrevista, conocía mujeres que se ganaban la vida en los table. Le daba curiosidad ese mundo.

Cómo cubrir crecientes deudas

Cuando su salario de periodista no le alcanzó para cubrir sus crecientes deudas, se preguntó qué podía hacer alguien para resolver un problema económico en un corto plazo: “¿Transportar droga? ¿Vender un riñón? Eran opciones muy feas, así que opté por el table; la verdad pensé que era fácil. Cuán errada estaba”.

La primera dificultad fue entrar: “es un medio muy cerrado y sin un contacto no entras”. La segunda fue vencer el miedo de la primera vez: “Era el miedo a lo que podía suceder a la hora de subir a la pista o de entrar a un privado. Una vez había ido con mi novio a un table y nos metimos a un privado. De pronto ya tenía a una chica besándome los senos. Fue algo muy loco y muy feo. Ésa era mi única experiencia”.

Después de tres meses intentándolo, por fin entró. Llegó el día de su debut. A un lado de la pista, temblorosa y sintiendo que se ahogaba, esperaba turno. Un par de tragos entre pecho y espalda y el recuerdo de sus deudas le dieron valor. Se oyó una voz desde la cabina del diyéi:

–¡Tercera llamada, tercera! Con ustedes, la inigualable... ¡Tamara!

No había camino de regreso. Y durante nueves meses, con algunos paréntesis, ése fue el trabajo de la periodista Gabriela Granados: bailar, beber y desnudarse en la pista.

Conoció ese mundo: vio y escuchó. Sintió y lloró. Rio y se divirtió. Llegó a disfrutar de las miradas embobadas de los hombres que la veían bailar y padeció la humillación de trabajar sin que le pagaran. Se refugió en el alcohol para aguantar. Quiso ser una teibolera buena onda y aprendió que para sobrevivir en ese mundo hay que ser “una cabrona”.

Al principio pensaba: “Bueno, si ya me metí en esto y mi trabajo es vender compañía y bailar, pues que sea compañía de calidad y devolverle al cliente una conversación que le resulte interesante, y si me va a pagar para que le baile en privado, pues por lo menos le voy a bailar chido, para que le guste. Porque yo sí me sentía bailarina y quería sentirme bailarina.

“Además mi interés no era sólo económico, sino que quería saber cómo se vivía atrás del escenario, de qué se hablaba en los camerinos, qué platicaban los clientes, por qué habían llegado ahí las chicas, cuáles eran los códigos estéticos y eróticos.”

Pronto se dio cuenta de la magnitud de su ingenuidad.

Llevados por distintos motivos

Los hombres acuden a esos lugares por diferentes motivos: “Están los que van en palomilla porque van a celebrar algo, la firma de un contrato o la fiesta del lugar donde trabajan; están los solitarios, que son los que platican cosas más significativas y duras y locas; puede que acudan regularmente o que vayan eventualmente por alguna circunstancia, van buscando aprecio o que una mujer hermosa les diga que son guapos o simplemente que alguien les preste atención.

“Y están los que van a presumir su dinero, y mostrar que pueden darse el lujo de gastar y gastar y gastar y qué mejor si es con una chica superguapa.”

En su mayoría “a las chicas les vale madre lo que el cliente diga; fingen escucharlo, pero lo único que les interesa es ganar dinero, como sea; tienen un desprecio cabrón por los hombres que van a un table, por motivos justificados”.

Sin embargo, sostiene Gabriela Granados, unas y otros tienen algo común: “En el fondo buscan lo que todos buscamos: algo de aprecio, afecto, reconocimiento y pasarla bien un rato. Recuerdo con mucha claridad la grata sensación de estar en una pista, metro y medio por encima de una treintena de hombres babeando enloquecidos a mis pies y diciéndome piropos. Eso se siente bonito y fue muy divertido. A unas les encanta eso, sentirse admiradas, aunque hay otras que se aguantan porque se gana buena lana, sueñan con trabajar determinado número de años, ahorrar, poner un negocio y adiós. Aunque en el camino muchas terminan perdidas en la adicción al alcohol o a la droga; se usa mucho la cocaína”.

Es duro “física y emocionalmente”. En los privados “la mayoría de los clientes lo que quieren es manosearte todo el tiempo y meterte el dedo o comprarte sexo oral por abajo del agua. Hay que ser muy hábil para contenerlos”.

Por otra parte, está la presión de la cirugía plástica: “lo que más se cotiza son los cuerpos construidos en el quirófano; los gerentes o dueños de los lugares siempre están friega y jode con que te operes, o por lo menos se espera que lo hagas, más temprano que tarde. Y es que el dinero que ganan las chavas que se operan es mayor. No me operé, pero fue una presión muy difícil de aguantar. Si me hubiera operado hubiera sacado mucho más”.

Otras situaciones humillantes estaban relacionadas con el pago: “Por ejemplo, podía tener un acuerdo para un trabajo de 900 pesos por noche, y llegar al lugar, a 400 kilómetros de la ciudad de México, y que me dijeran que me iban a pagar 600, ‘si quieres’. ¿Qué hacía? Si en una fábrica tratan a un obrero como pieza de una maquinaria, pues en un table dance es peor, porque se trata de una maquinaria de mala moral. Hay sus excepciones, gente muy decente, muy legal, muy derecha, pero en general los administradores de esos negocios te ven con mucho desprecio, a pesar de que las chicas le dan de comer a todo el mundo: al taxista, al mesero, al diyéi, a los dueños, etcétera. ¿Qué harían sin las chicas?”

A fin de cuentas “no es mi intención poner el dedo en la llaga social y esperar que las autoridades vayan y clausuren, porque los table dance son una fuente de trabajo.

“Y es que también desmitifiqué la idea de que las chicas son víctimas. No estoy hablando, por supuesto, de las chicas que llegan engañadas o por la fuerza, sino de las que son unas cabronas y tienen que serlo, porque es la única manera de sobrevivir, porque tienen que aprender a negociar con los dueños, a manipular a los clientes, a ocultar su doble vida a la familia.

–¿Qué aprendiste de ti en todo eso?

–Que era más valiente de lo que pensaba. A veces me lo tengo que recordar: me atreví y sobreviví.

–¿Te arrepientes? ¿Regresarías?

–No me arrepiento, pero no regresaría, ya tuve suficiente; sin embargo aprendí, crecí, conocí, desmitifiqué, encontré nuevas dimensiones de la sexualidad, del erotismo, pagué mis deudas y al final me volví más humana. Por eso no me arrepiento.

lunes, enero 26, 2009

Recuerdos del porvenir

Venía de regreso a la oficina del Starbucks más cercano (es un decir) y vi a un tipo que iba preparando su reproductor de discos compactos para que le musicalizara su camino. Y pensé, ¿cuándo dejé de usar mi CD-player para transladarme al iPod? Debió haber sido por ahí de 2004 o 2005. Seguro. Y del walkman al CD-player mudé por ahí de 1998 o 1999. Es decir, hace una década.

Recuerdo que la primera vez que vi internet fue en 1997. Estaba haciendo mi servicio social en la fracción parlamentaria de un partido de izquierdas en el Senado y el buen Manuel me pidió obtener unos datos del INEG (antes era el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, ahora va sin la última inicial). Fue ahí cuando descubrí los primeros potenciales de la red. Por supuesto, ese año envié mi primer correo electrónico y obtuve mi primera dirección.

El primer móvil que compré fue en abril de 2002. Había regresado de un viaje al sureste con algunos colegas y me percaté de la necesidad de contar con uno (antes, como muchos de mi estirpe, juré y perjuré que yo no iba a ceder ante este tipo de tentaciones consumistas). Fue un Nokia, al que le siguió un Samsung (bastante malo) y después regresé a Nokia antes de arribar a la era iPhone.

El servicio de internet lo contraté para la casa recién. Fue en 2007, de hecho. Antes todo lo había hecho desde la oficina, o bien, desde los ahora ya medio decadentes cibercafés. La portátil la adquirí después de que me hicieron la Funduplicatura de Nissen (igual y ya no llego más lejos, pensé, así que, a gastar...).

En fin.

¿Qué nuevo invento de la evolución llegará en los próximos años?



domingo, enero 25, 2009

Instantáneas del pueblo poblano

Arribando al Mercado Municipal...



viernes, enero 23, 2009

Más sobre naturalizados

Leo en el diario tanto cuanto objetivo con la verdad (de las izquierdas, claro) llamado La Jornada, unas declaraciones del Sr. Carlos Hermosillo, a la sazón titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) y antiguo goleador tronco de equipos de fútbol mexicano como Cruz Azul y América, que en un futuro cercano "espera llamar a competidores naturalizados de judo y lucha para que representen al país en las justas del ciclo olímpico". La noticia aquí.

¿Qué tal?

Ahora no sólo en el fútbol la camiseta verde se ha teñido de amarillo y azul y blanco. No. Ahora también otros deportes echarán mano de extranjeros naturalizados para representar (cualquier cosa que eso signifique) al país.

Bajo esta lógica, ¿por qué no naturalizamos a Sarkozy para gobernar al país, a Steve Jobs para el Ministerio de Energía, a Sir Anthony Giddens para dirigir a la Universidad?

México, un país ultra nacionalista... que necesita de extranjeros para (intentar) sobresalir.

miércoles, enero 21, 2009

Dos breves dos

Uno.

Cuando escucho hablar a los padres de familia sobre sus vástagos me regresa la confianza en un futuro mejor para mi país y para la humanidad.

Hombre, es que cada vez que un papá o una mamá cuentan algo sobre su hijo o sobre su hija descubro que, en México, cada chamaco del demonio es un genio, un súper inteligentísimo, un artista, un crío índigo (o como se les diga a los que supuestamente son como súper dotados e hiperactivos), en suma, que cada mozalbete que anda brincoteando por los salones de clase de esta tierra que escribe su nombre con la equis, que algo tiene de cruz y de calvario, es un Einstein en potencia.

Todos hablan maravillas de sus mocosos: que si sacan puro 10, que si hablan 14 idiomas, que si ya dominan piano, cello, violoncello y tumba, que si además del fútbol (son goleadores natos, además) ya son expertos en esgrima y en equitación, que si son la mar de simpáticos y avezados y gallardos y buenos mozos y galanes, que si declaman, que si son campeones en oratoria, que si nadan como si fuesen los Phelps de Copilco, que si ya superaron no sé cuántos niveles del X-Box, que si tal por cual...

¡Por Dios! ¡Piedad! ¿Qué acaso no los ven con los ojos bien abiertos?

Casi todos esos que supuestamente son lo máximo son unos consentidos, unos mimados, unos sobreprotegidos y, además, unos horrorosamente mamones prepotentes del futuro inmediato.

Pero, en fin...

No hay nada peor que encontrarse con un padre de familia (o un tío o un primo o cualquier familiar, pues) fanatizado por las supuestas virtudes de los retoños y los benjamines de su estirpe.

Dios mío, no permitas que eso me pase si es que algún día me apareo con fines de reproducción de la especie.

Gracias


Dos.

Guillermo Ochoa, portero de las gallinas, me cae bien. Y no por su pertenencia a ese dizque equipo del juego del hombre. No. Me agrada su posición respecto a los naturalizados mexicanos que se han integrado con singular alegría al representativo nacional de este país.

Por favor, ¿qué acaso no lo ven claro también? Esos argentinos, brasileros y demás NO SON mexicanos por gusto, LO SON por pura ambición, por pura maña, por puro interés. ¿Acaso jugarían algún día con sus verdaderos países? ¡Jamás! ¿Entonces? ¿Por qué creerles que aman a México y a su gente y a su comida y tal, y tal, y tal?

¿Pruebas? Ahí está el nefasto de Gabriel Caballero (y también su compatriota el tal Matías Vuoso), argentino, dizque mexica, que no deja de hablar y de presumir ese acento como de barriobajero porteño. ¿Mexicano? Mis cojones.

Ahora que el Sr. Eriksson ha llamado a cuatro (¡cuatro!) no mexicanos para jugar con el jersey mexicano me pregunto, bueno, ¿y los dirigentes qué?, ¿la afición qué? Además, ni que esos cuatro extranjeros fueran la mar de buenos en el campo y marcaran diferencia, como si no hubiese mexicas originales que pudiesen dar el mismo rendimiento sobre el césped, como si entre 106 millones de compatriotas no encontráramos a once que jugasen bien (eso sonó a publicidad de la televisión).

En fin.

Decir esto no es discriminar a los naturalizados. Pero no incluir a verdaderos mexicanos en el representativo nacional del fútbol sí es hacer una diferencia entre ciudadanos de primera y de segunda.

Basta de posiciones políticamente correctas y pasteurizadas.

Ochoa, te apoyo.

Y como diría Joserra, me voy, estoy muy enojado...

martes, enero 20, 2009

B. Hussein Obama

Ha tomado posesión el presidente número 44 de Estados Unidos: Barack Hussein Obama.

No espero mucho de él. Sólo que se vuelva humano. Que sus fanáticos regresen a la realidad. Que no pierda de vista lo que sucede al sur de su territorio. Que no se vuelva Mesías. Que no le aflore el conflicto de clase. Que gobierne bien.

Nada más.

lunes, enero 19, 2009

Polaroids del Año Nuevo

Creo que no he contado en este sitio la manera en que 2009 me encontró sobre este planeta.

Resulta ser que por una extraña alineación de los astros, este año lo recibí en una habitación reservada para los pudientes (sin que yo lo sea, claro) en el paradisíaco (así dicen los clásicos) puerto de Acapulco. ¿Por qué sucedió esto? Repito que por azares del destino. El caso es que ahí estaba, en el piso 22 de un hotel que, precisamente, el 1 de enero cambió de nombre...

Aquí algunas imágenes que dan fe de lo anterior.



El primer día del año con vista a la Bahía de Acapulco.

La parroquia se dirige a sus nuevos destinos.

Para los que no quieran salir, aquí está el jacuzzi en la habitación.

El mundo visto desde el piso 22.

El fin del primer día de 2009.

sábado, enero 17, 2009

Enero 17

XXXIII

viernes, enero 16, 2009

Frío

Hace frío en la Ciudad de México. Se agradece el frío siempre. Me recuerda al pueblo poblano. Pero, además, ya hacía falta el frío en la capital mexicana. Casi todo un mes de invierno y sólo ese maravilloso y bendito cielo azul sin nubes en el cielo. Muy bien. Pero también necesitamos el frío.

Ahora, nuestro frío tampoco es demasiado severo. Nueve, ocho grados centígrados. Nada impresionante. Pero frío al final del día por nuestra condición de habitantes del trópico occidental.

El frío nos hace más activos, pero también nos invita a la flojera más deliciosa. Por el momento, imagino que las tiendas que rentan videos deben estar de plácemes. No faltarán n número de parejas que se acerquen a sus estanquillos con el objetivo de abastecerse de material suficiente para transitar el fin de semana. Un fin de semana, por cierto, especial (al menos para mí, claro). El próximo 17, es decir mañana, cumpliré 33 años. Vaya cosa.

Si 32 me gustó cómo sonaba frente a los 31, 33 vuelve a ese punto de los números nones que me fastidian. 33. Como el bar que había en Garibaldi. Como la edad límite de Jesús. Como el nombre de aquellos helados llamados Danesa.

¿Qué haré por mis 33? Básicamente, nada. Los que me conocen saben que nada más monto fiestas cuando es número par. Una tradición que comenzó en 1998, cuando llegué a los 22, y que para la siguiente edición --la número siete-- tendrá como marco todo el jolgorio por el centenario y el bicentenario de las respectivas orgías nacionales. Pero, por el momento, nada. Quizás alguna comida, algún brindis y ya. Quiero seguir con la inercia de los 32 y de 2008 en términos de productividad.

Sin embargo, 33 ya es una cifra notable. Bueno, vuelvo a leer esto y pienso que lo mismo dije cuando cumplí 19, 23, 25, 29, 30... No sé. Uno nunca está conforme. La edad me gusta en términos de experiencia, pero no en la disminución de capacidades físicas. Aunque, claro, nos queda el ejemplo maravilloso de la vitalidad de los Rolling Stones, en general, avanzar en la edad significa también retroduceder en el aguante y la resistencia.

En fin.

Algunas ligeras reflexiones por el frío invernal ligero de la Ciudad de México.

Fer Solórzano sobre Shine a light

Hay que aclarar: Shine a Light es un concierto filmado –y no un documental– de los Rolling Stones. Esto puede evitar decepciones a quien espere de Martin Scorsese un trabajo similar al extraordinario No Direction Home, sobre la vida y obra de Bob Dylan. Se trata, además, de un trabajado encargado por los propios Stones; algo que podría explicar que Scorsese se haya limitado a filmar lo que pasaba en el escenario, y no mostrara otros aspectos (tal vez más conflictivos) de la relación entre los integrantes del grupo. Nada de esto le quita interés. Scorsese ha declarado que debe a los Stones el ímpetu y la visión detrás de sus primeras películas; su forma de rendir homenaje a esa vitalidad es logrando que Shine a Light sea todo un testimonio de la energía física, casi sobrenatural, de Mick Jagger.

Fernanda Solórzano
(Tomado del blog de Letras Libres)

jueves, enero 15, 2009

Leopoldo Abadía, divulgador de misterios de la economía.

"Prohíbete lamentarte de la crisis y actúa, invéntate algo".

VÍCTOR-M. AMELA


Tengo 75 años. Nací en Zaragoza y vivo entre Barcelona y Sant Quirze Safaja. Soy doctor ingeniero industrial y he sido profesor del Iese y del Harvard Business School. Estoy casado y tengo 12 hijos (de 49 a 29 años) y 38 nietos. ¿Política? Libertad y decencia. Soy católico.

¿Qué sabe de economía?

¿Yo? ¡Nada!

¿No? ¿Y por qué su blog tiene 2.030.000 visitas?

Una burrada, sí... Yo sólo explico ahí las cosas de la crisis económica que voy entendiendo... Y si no entiendo algo, no lo escribo. ¡Mi sorpresa ha sido descubrir cuánta gente lo agradece!

¿No nos han explicado bien esta crisis?

Para explicármela a mí mismo, para aclararme yo, escribí un documento de 10 páginas titulado Crisis 2007-2008 y se lo envié a dos amigos por internet, hace ahora un año...

De dos ¡a dos millones! en un año...

Ellos lo enviaron a otros, y estos a otros, y fue circulando, sin firma..., hasta que alguien lo rebotó un mes después a gente de mi propio despacho con este comentario: "No sabemos quién es el autor, pero por el estilo podría ser un joven estudiante universitario". ¡Es el mejor piropo que he recibido!

Y decidió colgarlo en un blog propio.

Sí, y este verano me entrevistó un periodista de la agencia Efe..., y a partir de ese momento me han llamado de radios, teles...

Y le fichan Buenafuente y Susana Griso..., y le publican libro: La crisis ninja

Lo de ninja lo leí en La Vanguardia:mis fuentes son los diarios, sólo relaciono datos y explico lo que voy entendiendo.

Recuérdeme a qué venía lo de ninja

Viene de no income, no job, no assets (sin sueldo, sin trabajo, sin propiedades): el tipo de gente a la que los bancos estadounidenses empezaron a conceder créditos hipotecarios por más valor que el de la casa.

¿Por qué hicieron eso?

Con muchos ninja,los bancos incrementaban su volumen del negocio. Eso sí, con un riesgo: ¿y si el ninja dejaba de devolver el crédito...? ¡El batacazo estaba cantado!, ¿no?

Pues a nadie se lo pareció entonces.

Como el mercado inmobiliario crecía…, todos tranquilos. Mientras, los bancos, de tanto repartir créditos, se quedaban sin dinero. Y para conseguir más dinero, crearon paquetitos con esas hipotecas suyas y los sacaron a la venta en los mercados financieros.

¿Y quién dio dinero por ellos?

Bancos de todo el mundo, inversores de todo el mundo..., y quizá usted mismo mediante la inversión en algún fondo, aconsejado por el agente de su sucursal bancaria...

Bastante tengo yo con mi hipoteca...

Las agencias calificadoras bendecían esos paquetes..., cuando llevaban dentro esas hipotecas arriesgadas - subprime-,ruinosas...

Pues los ninja dejaron de devolverlas.

Eso es, en cuanto se desinfló algo el mercado inmobiliario y empezaron a ver que su casita dejaba de valer lo que esperaban...

Y ya tenemos el batacazo.

Que es mundial: todo el dinero está relacionado. Los bancos se asustan y dejan de prestar dinero. Y la economía se ralentiza.

Resuma esta crisis en una frase.

1.400 sinvergüenzas y 1.400.000 estúpidos.

¿A quién culpamos?

A los inventores de esas hipotecas. A los inventores de esos paquetitos (los mortgage backed securities:qué bien sonaba, ¿eh?). Y a todos los que fueron invirtiendo en ellos.

Esos son los estúpidos... ¿o codiciosos?

Da igual. Aquí ha habido muchos tontos..., ¡y algunos de esos tontos se las dan de muy listos en las portadas de los diarios!

¿Habría que extremar controles, no?

Bastaría con los controles regulares, pero siendo todos decentes y trabajando bien.

Ojalá, pero ya se ve que eso no sucede.

En la disyuntiva, prefiero tener libertad - pese a todos sus riesgos-a no tenerla.

Mientras llega la decencia, ¿qué hago yo para no caer en trampas financieras?

Fácil: no compres nada que no entiendas. Si no lo ves claro, si no lo entiendes, ¡aléjate!

Pero si llega Madoff y me promete que voy a ganar un pastón...

Lo de Madoff tiene mérito: montó otra de esas pirámides que tantas veces han caído, ¡que es obvio que un día se desmoronan...!

¿Qué haría usted con los Madoff?

A la cárcel. Pero, a causa de su edad, este acabará en su casa con una pulserita...

¿Dónde está el dinero que falta?

No está. Nos lo hemos comido entre todos.

Yo no.

¡Todos hemos estirado más el brazo que la manga, eh! ¿Habremos aprendido algo?

¿Debo ahorrar en vez de consumir?

Gaste lo que necesite..., ¡pero modere sus necesidades! Yo me lo he gastado todo en educar a mis hijos (ya han heredado, pues).

Si tengo unos ahorritos, ¿los muevo?

Yo no jugaría: los dejaría tranquilitos.

¿Es esta la peor crisis de la historia?

Lo es por esta razón: circula como la pólvora por todo el globo, al estar todo interconectado, al estar la economía globalizada.

¿Cuándo terminará esta crisis?

No crea a quien profetice fechas ni cifras del paro: especula. Nadie puede saber eso.

¿Qué puedo hacer yo para afrontarla?

Sé optimista, sin distraerte, y sé prudente.

Explíquese.

Optimismo: prohíbete lamentarte de la crisis y actúa: si no te dan trabajo, invéntalo. Distraerte es no focalizar energías en lo básico. Prudencia: analiza tus impulsos. Despidiendo a muchos empleados puedes errar...

¿Qué le diría al ministro Solbes?

¡Cuántos millones de euros del presupuesto distraídos en organismos de relleno...!

Pues Zapatero va a repartir más pasta.

Acabaremos pagándola entre todos, nosotros y nuestros hijos


Jubilado jovial

Legiones de internautas y televidentes se han prendado de este jubilado jovial que explica con campechanía arcanos que políticos y economistas de postín oscurecen. Durante 31 años impartió clases de política de empresa en el Iese y luego abrió consultoría propia. Jubilado, se ha convertido en fenómeno mediático cabalgando la crisis económica, sólo porque un día se la explicó a un amigo que no la entendía (www. leopoldoabadia. com)... Me recibe en su piso, mientras su hijo pequeño le ordena el centenar largo de conferencias ya concertadas este año. Buenafuente le presenta mañana (19 h, Corte Inglés de Portal de l´Àngel) su libro La crisis ninja y otros misterios de la economía actual (Espasa).

Breves

a. Obama. Barack Obama. Barack Hussein Obama. El hombre por el que muchos suspiran, desde los ultras latinoamericanos como Raúl Castro y Hugo Chávez, hasta los personajes intrascendentes como Paulina Rubio. Obama. Con todo su halo de gran reformador, de gran parteaguas, de ser el elegido. "Un exotismo de la historia", ha dicho de él José María Aznar, ex presidente español. ¿Qué será de Obama? Nadie lo sabe. La realidad es muy terca y suele ser dura con esta clase de neo mesías.

b. "Israel, la gran mosquita muerta de la historia", he leído en un blog que suelo consultar. En efecto, los israelitas, los judíos en general, suelen sentirse atacados por todo y por todos. Pero ellos sí pueden contestar, la mayor parte de las veces de manera desproporcionada. No soy antisemita, pero tampoco prosemita. Los he visto: duros y arrogantes cuando tienen la sarten por el mango, dóciles y sufridos cuando lo pierden. Hamas es un grupo terrorista, en efecto. Pero, ¿e Israel?

c. Algún pacto deben haber firmado los medios de comunicación nacionales que el número e intensidad de notas relativas a la violencia por el narcotráfico en el país han descendido notablemente. Es comprensible. ¿Quién quiere arriesgar su vida ante un enemigo feroz y despiadado? Cuando escucho cómo los ayatolas de los medios se quejan de la censura gubernamental no puedo menos que tamborilear con los dedos sobre la mesa. El maldito gobierno. A éste ya no le tienen miedo. Por más que puedan actuar bajo el cobijo de la ley y tal, los medios suelen ser más fuertes que el Estado. Pero, ¿qué me dicen del crimen organizado? Ahí sí tiemblan y miden sus palabras y sus acciones. Lo mismo que critican en la actitud de las agencias de seguridad de la Administración Pública Federal mexicana.

Dos años después

Hace dos años, casi a estas horas, fallecía mi padre en un hospital de la Ciudad de México.

Vaya que pasa rápido el tiempo...

miércoles, enero 14, 2009

13 14

El otro día estaba muy pesimista sin razón alguna. Hoy que estoy más centrado me siento pesimista con razones para serlo.

Nuevamente la hiperrealidad me confirma las sospechas, para el caso dos ejemplos:

1.- Hoy se rebasó la cifra simbólica del tipo de cambio entre el peso y el dolar. Llegamos a 14.3 pesos por cada billete verde. Eso me hace recordar aquellos años de los ya olvidados viejos pesos y también me trae remembranzas de crisis y depresiones (económicas) del pasado.

2.- El pasado martes, sin supersticiones y es más, sin pensar en fechas, porque la decisión fue tomada en la madrugada, el gobernador del estado tuvo a bien (o a mal, estoy seguro) determinar el cambio de mi jefe, a quien mandaron a su casa, por cierto, en un estado lejano. Así, la mañana de ese día mi jefe y amigo amaneció con la noticia de que "había renunciado voluntariamente", así sin mayor detalle.

14 años después

Y, por cierto, hoy se cumplen 14 años desde la primera vez que vi a los Rolling Stones en directo: el 14 de enero de 1995 en el Autódromo Hnos. Rodríguez de la Ciudad de México por su primer concierto de la gira Voodoo Lounge.


Alardes tecnológicos

Me gusta alardear, pero sólo con la gente que conozco (por ejemplo aquí en el buroblog y con mis colegas numerados). Difícilmente con un desconocido comienzo a darle un recuento de lo que tengo o de lo que hago. Simplemente no me gusta. Puede ser por desconfiaza o por simple flojera. No suelo hacerlo.

Sin embargo, a veces he encontrado gente opuesta radicalmente a esta filosofía ("mi filosofía es de la calle, pero es mía", cantan Los Ratones Paranoicos y Andrés Calamaro en "Para siempre"). Así, a la primera provocación (o sin ella) comienzan a decirte que esto, que lo otro, que si tienen, que si se compraron, que si les regalaron, que tal por cual.

Dos ejemplos recientes. Primero, una señora a la que le han regalado un iPod touch por Navidades. Bueno, pues ya medio mundo se ha enterado de esto y ese medio mundo se ha enterado también de todos los artilugios que posee el cachivache. No hay necesidad de preguntar oiga, qué le trajeron los Reyes u oiga, qué es eso que trae en la mano (porque no lo suelta, por cierto), para que haya una explicación y una narración amplia y profunda de los hechos. El segundo, otra señora a la que, sin salir a cuento, también ya nos ha puesto al día sobre su última adquisición tecnológica: una Blackberry. ¿Qué tal?

He estado a punto de decirle a ambas, bueno señoras, muy bien, felicitaciones, pero frente a su iPod touch y ante su Blackberry es mejor, sin dudarlo y por mucho, el nuevo iPhone 3G de Apple porque combina las ventajas de los dos, ah, y por cierto, vean el mío...

Pero, bueno, ¿para qué? Luego nada más te atraes las malas vibras, las envidias y los maleficios más exóticos del rumbo.

¿No?

martes, enero 13, 2009

Martes 13

Estaba en una reunión bastante aburrida y comencé a hacer algunas anotaciones sobre esta comparación que me ha surgido entre las dos oficinas en que he estado en 2008 y 2009. Veamos.

Aquí, a diferencia de allá, casi nunca nos envían a tomar cursos de capacitación. Allá, por cualquier motivo y casi en cualquier fecha, nos mandaban al edificio de Recursos Humanos para que nos instruyeran ya fuese en "el ciudadano es mi jefe", en "la mística del servicio" o en el clásico de "la calidad total".

Más allá de aprender o no sobre estos álgidos temas, el sólo hecho de salir unas horas del edificio era bastante saludable. Además, por lo que fui testigo, esos cursitos siempre sirven como válvulas de escape de la tensión laboral porque, si te tocaba estar en el grupo de los operativos, tenías oportunidad de escuchar toda una larga serie de reclamos, quejas y lloriqueos sobre "los jefes". En contraste, lo totalmente opuesto sucedía cuando estabas con los mandos medios y superiores de la Administración Pública Federal. Algo así como un culebrón eterno de conflicto entre los de arriba, los de enmedio y los de abajo.

También los cursos que se montaban por las cuestiones de protección civil y tal eran como divertidos. Es decir, a veces terminabas simulando estar en pleno incendio o terremoto, otras rescatando gente por doquier, otras aprendiendo a usar la manguera de los bomberos en una situación real (un tanque de gas incendiado, por ejemplo), o bien, aplicando RCP a algún compañero (ficticio, claro).

En fin, toda una serie de actividades que para muchos también servían de pretexto para no hacer aquello para lo que realmente eran contratados y, por lo tanto, para lo que les pagaba el Estado mexicano.

Pero acá no. Nada de nada. Imagino que por ser una institución de educación superior como que ya se da por hecho que todos vienen así como ultra hiper preparados y listos para el aquelarre laboral. Ah, y claro, como aquí todo es anti neoliberal, anti imperialismo y anti capitalismo, pues todo eso que suene a "gerencia", "calidad" y demás términajos de la modernidad empresarial, pues son vistos con odio y asco. Pero, vamos, ni siquiera los típicos cursitos de inglés, de paquetería de Office, de redacción y ortografía..., no, nada.

Y esto se une a otro contraste. Allá, por cualquier motivo y casi en cualquier época del año, se montaban simulacros para desalojar edificios en tiempos récords. Acá, para nada. De hecho, en todo el año que ya casi cumplo aquí sólo han existido dos llamados a participar en evacuaciones, pero ambas se han suspendido a última hora. ¿Por qué? Pues ya sea porque no sirvió la chicharra o
porque simple y llanamente no se hizo.

Extraños son los designios del Señor en un martes 13.

lunes, enero 12, 2009

2009

Lentamente, paulatina y cansadamente iniciamos este 2009, con poco que festejar a su inicio. Generalmente como que cada año al iniciar nos sentimos con el ímpetu de lo novedoso, es clásica la frase "año nuevo vida nueva".

Sin embargo este 2009 inició ya viejo, la crisis que ya sabíamos que venía, la guerra desigual entre el Estado de Israel y los palestinos, la ausencia de Estados Unidos como líder mundial al estar ensimismado en su propia recesión y problemas internos. Todos sabemos que este año no será de bonanza y esperamos que la tragedia sea menor, nadie con un poco de conciencia tiene espectativas positivas.

Así nos dirigimos a nuestros respectivos trabajos con el temor de que al llegar nos notifiquen que a partir de ese día ya no laboramos ahí, o peor, como en el caso de los que lamentablemente trabajan en el gobierno del D. F., que a partir de ese día se nos congela o recorta el salario.

Habrá los mismos personajes a los cuales la crisis les hace los mandados, para los cuales estos momentos les parece "espacios de oportunidades" o "retos" y demás jaladas que nos reventarán los motivadores.

Nada, así empezamos este año, sólo nos restaría contar, como diría en una canción Joaquin Sabina, con más de cien mentiras que valen la pena.

El panorama no es tan negro, siempre queda un rayo de esperanza, real o ficticia: de ganarnos el melate o la loteria, de terminar ese ansiado proyecto, mejorar nuestros ingresos, conseguir a la mujer u hombre de tus sueños, tener hijos o cerciorarse de no tenerlo si no se deseaba.

Una cosa si es segura, este 2009 puede ser mejor que el 2010.

Shine a light, con los Rolling Stones, llegó a México primero en dvd

  • Artecinema pospuso indefinidamente su estreno en cine, “porque no hay pantallas”.
  • El documental, realizado por Martin Scorsese, muestra una presentación de la legendaria banda en el Beacon Theatre, de Nueva York.
  • En el rodaje participó el cinefotógrafo mexicano Emmanuel Lubezki.
Jorge Caballero
La Jornada

El estreno comercial en México del documental Shine a light, dirigido por Martin Scorsese y protagonizado por los Rolling Stones, estaba programado para el 25 de diciembre de 2008, pero la distribuidora informó que se realizaría el 2 de enero, y tampoco llegó. Finalmente se pospuso indefinidamente, debido a que “no hay pantallas para los Rolling Stones”, según informó la oficina de prensa de Artecinema, distribuidora de la película. Aunque desde hace unas semanas ya está a la venta en formato dvd y blu-ray, en algunas tiendas de discos y en el mercado pirata.

Shine a light documenta una asombrosa actuación de la que para muchos es la banda más grande en la historia del rocanrol, los Rolling Stones, rodada por Martin Scorsese, uno de los directores estadunidenses más famosos, y un equipo de estrellas de la cámara y la cinematografía. La película se realizó en un momento único en que todas estas fuerzas confluyeron en Nueva York y capturaron en celuloide esa gran actuación en el famoso Beacon Theatre de esa ciudad en el otoño de 2006.

Scorsese muestra al mundo a los Rolling Stones como nunca antes han sido vistos. Un acercamiento humano a los cuatro miembros: Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood, a lo largo de su pasado y su enérgico presente; donde también participan algunos artistas invitados a este ritual del rock, como Christina Aguilera, The White Stripes y el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton con su familia.

La idea fue de Mick

La idea se forjó en la cabeza de Mick Jagger, mientras se encontraba en medio de la gira mundial A Bigger Bang. En principio, su idea era hacer una película sobre la gira y Jagger tenía además en mente filmar el mejor concierto en la historia de los Rolling Stones, como indican las notas de producción: “Al principio pensé que sería algún tipo de grabación sobre la gira, y como íbamos a hacer este gran concierto en Río de Janeiro, en la playa, empecé a pensar que sería distinto a otros. Iba a ser un gran evento: un millón de personas en la playa, un público gigantesco, una gran ocasión. Habría mucho material para rodar. Llegamos a realizar un presupuesto para hacerlo”, comenta Jagger.

El siguiente paso fue encontrar un director adecuado para esta misión. Para Jagger la respuesta era obvia: “empezamos a pensar que si íbamos a hacer esto debíamos buscar un director de los grandes. Es bueno empezar en lo más alto. Martin Scorsese es quizás el director estadunidense con más talento y los Rolling Stones somos, bueno, ya sabes, una buena banda de rock, con un enfoque artesanal y clásico de las cosas; la combinación de ambos puede resultar, esperemos, en un par de horas interesantes”.

Keith Richards es también un gran seguidor de Scorsese y dice que ha estudiado cada una de sus películas: “De alguna de ellas me sé casi todos los diálogos. Sólo escuché que Marty podría rodar a los Stones, y dije ¡¡¡yeah!!! Si te dan la oportunidad de que te filme uno de los grandes, ¿quién diría que no?”.

¿Y cuál fue la respuesta de Scorsese a la propuesta? Creo que simplemente dijo: “Por supuesto”, comenta Victoria Pearman, productora de la cinta. “Al principio recibí una llamada de su mánager diciendo que les encantaría hacerlo. Entonces empezamos con las reuniones y a discutir el tema, y vimos que se trataba de una gira mundial tan enorme que, por razones logísticas, sería muy difícil reunir a toda la gente a la vez en el mismo lugar sólo para hablar sobre el proyecto”, agregó Pearman.

Algo grande, algo íntimo

Una vez que Scorsese estuvo a bordo, lo siguiente eran los productores. Llegó la participación de Steve Bing con el apoyo financiero de Shangri-La Entertainment, que ya tenían experiencia en este tipo de proyectos tras haber participado en el concierto documental Neil Young: heart of gold, y también llegó Michael Cohl, quien ha producido ya otros documentales sobre los Stones en el pasado. Esto dio forma al proyecto y lo llevó adelante.

Se celebraron reuniones para pulir los detalles del proyecto: “Tuvimos esta increíble reunión en mi habitación de hotel” dice Jagger. “Había una tormenta enorme, soplaba el viento, había una ventana que no se cerraba, las cortinas se agitaban y la lámpara del techo se movía de lado a lado. Hablamos de rodar en 3-D e IMAX, porque iba a ser algo muy grande, yo pensaba que iba a ser algo muy grande y Marty parecía muy excitado con la idea”.

Jagger invitó al director a ver un concierto de la gira, y Scorsese aceptó. Sin embargo, la idea de filmar un gran concierto dio paso a otro enfoque. Como Scorsese lo confiesa: “Cada vez que los veía tocar, a veces desde lejos, a veces desde el escenario, me obsesionaba más y más con filmar eso. Hablamos de hacer una película sobre la gira, pero en un cierto momento pensé que hacer algo más íntimo iba más conmigo como cineasta y facilitaría una mejor conexión entre el público y la banda”.

Además, como dice Scorsese, un concierto de los Stones es ya de por sí un espectáculo tan grande, que ofrecer un concierto en un local más pequeño daría una perspectiva nueva de la legendaria banda. “Fui a verlos de nuevo, y los vi en una pantalla. Estaban siendo rodados por 50 cámaras, ¿qué podía aportar yo a eso?, y pensé en convencerles para que tocaran en un sitio más pequeño, como el Beacon Theater de Nueva York y filmarlo con los mejores cinefotógrafos del mundo”. Y los convenció.

Dos de las cosas importantes es que Scorsese juntó un enorme equipo de cinefotógrafos, coordinados por el ganador del Oscar Robert Richardson, como John Toll, Andrew Lesnie, Robert Elswit, Stuart Dryburgh, Ellen Kuras y el mexicano Emmanuel Lubezki; además, el documental fue editado por David Tedeschi, quien trabajo recientemente con Scorsese en el aclamado documental No direction home: Bob Dylan.

Shine a light, de Martin Scorsese, con los Rolling Stones; en formato dvd y blu-ray, a un precio de lista de 496 y 733 pesos, respectivamente.





domingo, enero 11, 2009

Filme semana

En un arranque cinéfilo de fin de semana he vuelto a las salas de la ciudad para ver, además de RockNrolla (Guy Ritchie, 2008), Vicky Cristina Barcelona (Woody Allen, 2008) y Rudi y cursi (Carlos Cuarón, 2008).

Hay bastante material para comentar, pero el tiempo escasea (y la creatividad, ni se diga). Sólo unos apuntes breves.

La obra de Allen me gustó, pero sigue estando lejos de Matchpoint. Scarlett Johannson es la mujer más bella sobre este planeta viva en este momento. Pensé que ella era Vicky y que Penélope Cruz era Cristina, pero estaba equivocado. El personaje de la tal Vicky fue el que más me gustó. Bardem, bueno, nada qué decir sobre él. Barcelona aparece toda genial y deslumbrante en el filme, pero prefiero Nueva York como el gran plató de Woody.

La obra de Cuarón me gustó, pero muy a medias. Lejos, muy lejos de Y tu mamá también..., y eso que uno de los asuntos centrales era el fútbol. Sin embargo, considero rescatables las alusiones --ligeras, pero alusiones al final del día-- sobre varios temas de la hiperrealidad mexicana: la corrupción en este deporte, los narcos y su inclusión en casi todos los ámbitos de la vida nacional, los giros negros dizque clandestinos, la clásica vida del jugador que viene del rancho y después se convierte en un semi-dios huichol, las suripantas del medio del espectáculo de petatiux que nunca estarán lejos de los triunfadores y así, otras por el estilo. El personaje del argentino promotor no dejó de recordarme cada minuto y cada segundo al nefastazo de Daniel Brailovsky.

Tal cual.

RockNrolla

Fui a ver un filme del inglés Guy Ritchie, mejor conocido no por su labor de cineasta, sino por haber sido esposo de Madonna. La película en cuestión se llama RockNrolla y entré a verla porque ya no había lugar para la mexicana Rudo y cursi.

Como se sabe, Ritchie es la versión británica de Tarantino. Hizo una buena obra hace varios años y, desde entonces, lo que ha hecho es intentar mejorarla conforme pasa el tiempo. Así, RockNrolla es como Snatch, pero una década después. ¿Qué significa esto? Que están los mismos ingredientes, es decir un enredo, varios matones y mafiosos, criminales medios torpes, un escenario inglés (Londres, en este caso) y chicas sexys. Claro, también una gran banda sonora.

Y esto último, el soundtrack, es el que sí recomiendo ampliamente.

sábado, enero 10, 2009

Friday night, saturday morning

Hay que ser hombre para olvidar una mujer..., si no hay otra igual.
Andrés Calamaro

viernes, enero 09, 2009

Declaración de principios

Nunca es mal momento para reafirmar algo que ya se sabe:

LOS ROLLING STONES SON LA BANDA DE ROCK N' ROLL MÁS GRANDE QUE ALGUNA VEZ HAYA PISADO ESTE PLANETA.

Lo son y lo serán. Por siempre.

Sólo para que se renovar nuestros votos.

jueves, enero 08, 2009

El trámite más inútil

Le han dado el premio por denunciar al trámite más inútil en la presente administración pública a la señora Cecilia Deyanira Velázquez, quien mencionó que el Instituto Mexicano del Seguro Social le hace pasar verdaderos malos ratos cuando busca un medicamento para su hijo. La historia aquí.

Sin embargo, yo se lo daría... al propio concurso para encontrar al trámite más inútil.

Es decir, que un gobierno tenga que recurrir a la ciudadanía para conocer los aspectos que debe mejorar de su administración es comprensible. Pero que la propia burocracia, me refiero a la alta y la media, a la directiva y a los mandos medios, no puedan detectar con oportunidad lo que sucede al interior de sus oficinas y, por ende, tenga que recurrir a esta clase de concursos y convocatorias, es síntoma claro de que el aparato público en su conjunto no funciona.

En contraste, algo de lo bueno que ha dejado el concurso ha sido que todo el funcionariado público del país --imagino-- se puso un poco más en alerta en su desempeño cotidiano, así como que la Dra. María del Carmen Pardo fue parte del jurado.

miércoles, enero 07, 2009

Gaza / gasa

Los legisladores federales y el gobierno de México han condenado hoy la violencia que se vive en la zona de Gaza, en el Medio Oriente.

Una más de ese largo rosario de acciones que bien pueden considerarse bajo el axioma de farol de la calle, oscuridad en su casa.

Como si la violencia dentro de nuestro territorio, en nuestros estados, en nuestras ciudades y a la vuelta de nuestras casas no fuese igual o peor a la que hay en Asia a día de hoy.

Que le pregunten a los que han estado cerca, muy cerca de la trinchera.

Pero, ni modo. Es parte de esa diplomacia internacional necesaria para el día a día entre las naciones.

Más bien nosotros necesitamos gasas para curar nuestras heridas internas.

lunes, enero 05, 2009

Llegó el día

Bueno, pues aquí estamos de nuevo, en la trinchera laboral. Atrás han quedado un poco más de tres semanas de parón navideño. Ahora inicia un nuevo ejercicio de trabajo.

El primer día siempre es un poco raro. Es como regresar a clases. Todos un tanto desubicados, con flojera y haciendo la mayor cantidad de esfuerzos por parecer contentos, listos y cargados de energía. En el fondo todos sabemos que la mayoría hubiese preferido un día más en casa, un día más de tregua. Pero esto es así y hay que ir a por la actividad que redunde en salario.

Así ha sido y así será.

domingo, enero 04, 2009

Tim Ries: "Los Stones ya están listos para otra gira"

El saxofonista del grupo inglés revisa clásicos como Angie y Miss you en un disco de jazz exótico, Stones world, con Jagger, Richards, Watts y Wood.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

--¿Hay un gen jazzístico oculto en la música de los Stones?
--No tan escondido: como dijo Keith Richards, el grupo tiene un gran batería de jazz, Charlie Watts. Los Stones tienen un bagaje muy bluesístico y fueron una jam band incluso antes de que ese término existiera.

--¿Intentó preservar la esencia sonora del grupo en sus versiones?
--Totalmente. Escuché las tomas originales y transcribí las melodías según las cantan Mick y Keith.

--¿Por qué Jagger, en el disco, toca la armónica en lugar de cantar?
--Porque la toca muy bien. ¡Ojalá la tocara más en las giras! Charlie me lo sugirió. Mick está influido por los bluesmen clásicos, como Paul Butterfield, Little Walter, Big Walter y Clarence Gatemouth Brown, y se nota.

--¿Y ese taconeo de Sara Baras en Jumpin' Jack flash?
--Tras grabar en Lisboa con Ana Moura conduje hasta Madrid para verla en el Apolo. Me entusiasmó. Me quedé tres días y conectamos tanto que me pidió que actuara con ella la última noche. Improvisamos y se creo una sintonía muy fuerte.

--También están Marc Miralta y Jordi Bonell. ¿Qué aportan al disco?
--Marc, a quien conozco desde que vivía en Nueva York, es uno de mis baterías favoritos. Me recomendó a Bonell, que, como él, es un músico de muchos registros.

--¿Por qué le eligieron los Stones?
--Creo que les gustaba que sonara a mí mismo. Nunca me han dicho cómo debo tocar.

--¿Cómo es una gira con ellos?
--Surrealista; como un chute de adrenalina. Los Stones nos tratan como a realeza: viajamos en su avión, dormimos en los mismos hoteles y nos hacen sentir parte de la familia. Ojalá hubiera tanto público para el jazz y la world music.

--¿Habrá otro tour? ¿En el 2010?
--Eso espero. Creo que todo el mundo en el grupo ya está listo. Yo el primero. ¡Espero que si salen de gira de nuevo vuelvan a llamarme!

Dos gurús, un camino

No puedo dejar de comentar esta nota.

Resulta que hoy, La Jornada, ese diario mexicano tanto cuanto objetivo y veraz (con su ideología y sus intereses, claro), tuvo que publicar algo que, estoy casi seguro, les causó agruras, acidez e inflamación estomacal por varias horas. Y escribo que tuvo porque, imaginando a su redacción y a las posiciones políticas de los que la integran, debió haber sido un trago bastante amargo de pasar.

Se ha tratado de las declaraciones de Rafael Sebastián Guillén, al que algunos conocen como "Marcos", hablando de, nada más y nada menos, Andrés Manuel López Obrador, al que algunos llaman "Peje", respecto a su movimiento para dizque salvar a México y a las características que ha adoptado el mismo en los últimos meses.

¿Por qué La Jornada, también conocida como The Ocosingo Times, The CGH News o The San Mateo Atenco Herald, no puso esta noticia como la "de ocho" del día? Si se hubiese tratado de otro personaje político, claro, no afín a sus intereses ni a sus filias, por supuesto que hubiese estado ahí.

Pero estamos hablando de, uno, "Marcos", líder indigenista criollo, y dos, "Peje", el autonombrado "Presidente Legítimo" de México. Ambos protegidos del diario en su tratamiento editorial. De esta forma, sólo la han puesto como una obligación y por ahí medio escondida...

En fin. Las izquierdas también lloran. O lo que es lo mismo: dos gurús, un camino...



Califica Marcos al movimiento de López Obrador de sectario, intolerante e histérico

Los intelectuales que apoyan al tabasqueño se creen los únicos que hacen algo por el país, dice.

Acusa al jefe de Gobierno del Distrito Federal de pretender oficializar el 2 de octubre.

Hermann Bellinghausen (Enviado)

San Cristóbal de las Casas, Chis., 3 de enero. “Se nos acusa de ser sectarios e intolerantes, pero, la verdad sea dicha, ningún movimiento en México ha exhibido tal grado de sectarismo, intolerancia e histeria como el que hoy, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, amenaza con salvar a México”, dijo el subcomandante Marcos en su segunda participación, en el Festival Mundial de la Digna Rabia que se celebra aquí.

“La histeria se convierte en franca esquizofrenia” cuando los intelectuales en ese movimiento creen ser “los únicos” que hacen algo por este país, no ven a nadie más, prosiguió Marcos, en renovada crítica al ex candidato presidencial perredista y su “gobierno legítimo”.

“Si estos viudos y viudas de Palacio Nacional hacen todo lo que hacen sin tener el poder federal, imagínense ustedes lo que harían si el renombrado hubiera llegado a la silla”, remató.

Citando el caso del embajador Gustavo Iruegas, “supuesto encargado de la inexistente política exterior del ‘gobierno legítimo’”, señaló que los lopezobradoristas “editan su historia y la de quienes los acompañan”. Tras el reciente fallecimiento de Iruegas, añadió Marcos, “se escribió una breve semblanza de él, donde se editaba su biografía para que no apareciera que fue miembro de la representación gubernamental del gobierno de Zedillo en el saboteado diálogo con el EZLN”.

Tal vez así, dijo, “mutilando su propia historia, puede evitarse que los feligreses sepan bien a bien a quién apoyan y siguen”. Y gracias a esa “mutilación de su historia”, pueden obviar “que la gran mayoría de quienes encabezan su movimiento se dejaron y se siguen dejando agarrar la pierna, políticamente hablando, por los supuestos enemigos”.

Los cuestionamientos alcanzaron nuevamente al gobierno perredista de la ciudad de México. Éste, “reivindicando su profunda raíz priísta”, según el jefe zapatista “ha pretendido oficializar el 2 de octubre de la mano de algunos de los envejecidos en ideas participantes en el movimiento estudiantil de 1968”.

Ese gobierno, cuyas “acciones represivas” fueron denunciadas ayer por el jefe militar del EZLN, pretende “tomar control sobre una juventud capitalina digna y rabiosa”, mediante un “uso” de los calendarios “para neutralizar los movimientos que atentan o atentaron contra su esencia, su existencia o su normalidad”.

Al institucionalizarse las celebraciones oficiales, “se detienen los movimientos, se dan por finalizados en todos los sentidos”. Y entonces, “esas fechas se convierten en estatuas”. Así, el 16 de septiembre y el 20 de noviembre “fueron momificados desde los inicios de la larga era priísta. Cada año, la camarilla de criminales en turno, es decir, en el gobierno, acudía a monumentos y desfiles sólo para asegurarse de que Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, Francisco Villa y Emiliano Zapata seguían muertos”.

A estas alturas del neoliberalismo práctico en nuestras tierras, recapituló: “El airecillo liberal se convirtió en huracán neoliberal y vino la globalización. Y con ella el crujir de los viejos cimientos de las clases política”. A partir del gobierno salinista, “el espejo se rompió y el envejecimiento fue patente”.

En el campo, “la joya de la corona neoliberal” fue la reforma del artículo 27 constitucional implantada por Carlos Salinas de Gortari, “siempre un criminal”. Éste no ha dejado de ser “un empleado” del capital internacional, “un gerente que, primero, se hizo del poder mediante un fraude electoral escandaloso (aunque no tanto como el que hizo Felipe Calderón), y después quiso imponer a sus subalternos, es decir, a sus gobernados, un país virtual del primer mundo”.

Marcos ironizó: “Y tuvo éxito, hasta que, un 1º de enero de hace 15 años, un fusil indígena de madera le rompió la pantalla de su monitor, su teclado y su máuser, digo, su mouse y, a juzgar por las incoherencias que escribe ahora, también le arruinó el disco duro”.

El “crimen de la contrarreforma al artículo 27 constitucional”, perpetrado “con el aval legislativo de varios de quienes hoy son ‘paladines’ de la democracia y ‘defensores’ del pueblo en las filas lopezobradoristas”, recordó Marcos, en estas tierras indígenas se tradujo “en el detonante del crecimiento cuantitativo y cualitativo” del EZLN.

El agotamiento y la crisis han alcanzado no sólo a las correas de transmisión corporativas. “El Estado que ahora agoniza creó también sus mediadores y gestores en el arte y la cultura, la comunicación, el conocimiento.”

No obstante, admitió que “hay muchas cosas que celebrar”, lo mismo los 25 años de Botellita de Jerez que los 10 años del inicio del movimiento estudiantil “que defendió la universidad pública y gratuita en México”.

Aludiendo a sus acompañantes en la mesa, Marcos celebró “la descarnada esperanza y la lucha de la Bolivia indígena en esa hermosa cátedra que nos impartió Oscar Oliveira; la pléyade de resistencias en América Latina de la que nos dio cuenta don Raúl Zibechi; la saludable e impostergable tarea de rescatar a mi general Sandino, que reivindica la Comandanta, para nosotros ella sí sandinista, Mónica Baltodano; los 50 años de lección de dignidad que imparte el pueblo de Cuba”.

Derecho reivindicado

Poco antes, al tomar la palabra Adolfo Gilly, personas del público lo imprecaron, incluso con cartulinas, por la oposición que ha expresado a la ocupación del auditorio Che Guevara en la Universidad Nacional Autónoma de México. Gilly reivindicó, enérgicamente, su derecho a expresar su pensamiento.

En su participación, el subcomandante Marcos saludó a Gilly como “compañero”, por su “larga historia de lucha del lado de los de abajo”. Los zapatistas, dijo, “lo hemos considerado un hombre de izquierda consecuente, aunque alguna vez, como en lo que se refiere al Okupache, no hayamos estado de acuerdo con sus análisis o posiciones”. Y dijo a los increpadores que no es admisible “faltarnos al respeto que entre compañeros nos debemos”.

sábado, enero 03, 2009

Libros 2008

Como por estas fechas uno siempre comienza a hacer recuentos y tal, de lo que hizo, de lo que dejó de hacer y de lo que siempre hemos querido hacer, pero jamás lo hemos intentado, en este momento procedo a mencionar los libros que leí durante el año que recién ha terminado hace tres días.

(Las vacaciones laborales se agotan y eso me pone los pelos de punta. Creo que por esto estoy aferrándome a esta tabla de salvación. En fin. Veamos).

En 2008 leí sólo nueve libros, cifra ridícula, lo sé, pero aún así por encima de la media mexicana, por lo que pido conmiseración e indulgencia a toda la culturosiza que, seguramente, leyó nueve... pero a la semana. Lo siento. En serio. No es que no lea. De hecho, lo hago a diario, pero las clases, el trabajo y el simple ocio me ha desviado hacia cosas más terrenales e intrascendentes (para la misma culturosiza, claro) como los libros de política, los diarios, los blogs y cualquier cosa que tenga que leer para tratar de entender cómo funciona (por ejemplo, los manuales y los instructivos de los electrodomésticos).

Bueno, pero aquí está la lista de los míseros nueve libros que pasaron a formar parte de mi disco duro:


1.- Malacara, Guillermo Fadanelli.

Me gustó, pero no tanto. Juárez F. instalado en la pose de ya soy escritor famoso y reconocido y publico en editorial de grandes ligas y ya no me importa tanto lo que se pueda o no se pueda decir de mi obra. Pero, sí, recomendable al final del día (claro que hay libros mucho más interesantes en los cuales invertir las horas libres, libros de él mismo, por cierto).

2.- Hijo de Dios, Cormac McCarthy.

Recuerdo que me fui a un parque a terminar su lectura. Creo que estaba de vacaciones o enfermo o de licencia médica, pero que por esa razón me trasladé a una banquita al sol para concluir las páginas. Está bueno, pero tampoco es como para toda la alharaca que han armado algunos culturosos alrededor de McCarthy. Quizás sus demás libros sí estén de alarido, pero éste está bueno, digamos normalón, bueno a secas, en conclusión.

3.- El gaucho insufrible, Roberto Bolaño.

Uno más del ahora mega famoso escritor chileno. Está bien el texto. De hecho, es la suma de varias pequeñas crónicas o relatos o algo así. Me gustó en particular uno en donde habla de su malestar hepático, el cual, como ya ustedes saben, fue el que al final lo llevó a la tumba de manera prematura (50 años).

4.- La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso, Santiago Roncagliolo.

El peruano es uno de mis autores favoritos actuales. Es un año menor que yo, pero eso no impide que su crónica sea bastante eficiente. De hecho, creo que esta pertenencia generacional me ha identificado con él. La cuarta espada la compré porque quedé prendado de Abril rojo, la otra obra de Roncagliolo que abordó el tema de la guerra popular en el Perú durante la década de 1980. La obra es buena, no es tanto una investigación científica (algunas la tildaron de frívola), pero es entretenida y da algunas señales sobre el origen del conflicto bélico en ese país suramericano. Algo que me llama la atención es cierto paralelismo con lo que sucede actualmente en México: Sendero buscaba convertirse en Estado, por lo que se volvió sanguinario y contundente, y tomó el lugar del mismo en varias zonas marginadas de Perú. En México ahora tenemos que a algunos narcotraficantes ya no sólo les da por ganar mucha plata y sentirse intocables, sino que también ya probaron lo que es mandar e imponer reglas dentro de un territorio determinado, por lo que --creo-- no están viendo con malos ojos volverse... Estado.

5.- Dios es redondo, Juan Villoro.

El mejor Villoro, el de las crónicas de fútbol y el de la memoria prodigiosa para recordar hechos, nombres, anécdotas, jugadas, números de jugadores... en fin, para convertir a ese deporte en el más intelectual de todos los que practica la humanidad a día de hoy. Mil veces prefiero a este Juan que al que se instala en la pose de cuentista. Además, me parece estupendo que un mexicano les arrebate a los suramericanos esta autoridad moral para hablar de fútbol con inteligencia, a pesar de que nosotros no hayamos ganado ningún campeonato mundial ni ninguna competición importante.

6.- Travesuras de la niña mala, Mario Vargas Llosa.

Bueno. Ligero, pero bueno. Vargas Llosa instalado en él mismo narrando parte de sus aventuras en París y Londres y Madrid cuando quería convertirse en lo que es hoy: un escritor consagrado y odiado por sus opiniones políticas (odiado al menos en su subcontinente por muchos culturosos progress). Imagino que algún día harán el filme con todo y protagonista española-peruana.

7.- Pudor, Santiago Roncagliolo.

Lo leí por mi afición al peruano, pero tampoco fue algo que me marcara para siempre. Es una obra ligera, bien estructurada y que, ésta sí, ya se hizo película. Roncagliolo es ameno y permite estar no tan enfadado con lo que se lee, así como para no andar despotricando sobre el mal estado de la literatura joven latinoamericana (¿o española?).

8.- Entre lo posible y lo probable. La experiencia de la transición en México, Soledad Loaeza.

Una obra crucial para tratar de entender qué ha sucedido en el país en los últimos años, de 1968 a la fecha. Los capítulos dedicados a lo inmediato, es decir a la subida al poder del PAN en 2000 a la fecha, son menos contundentes, pero servirán de base para los análisis que el tiempo permitirá hacer con una visión más completa y fría. Sin embargo, como todo lo que escribe la Dra. Loaeza, está excelentemente bien escrito y sobrio. Una politóloga de esas que quisiéramos tener en cada universidad, en cada facultad, en cada programa y en cada aula de este país.

9.- Giros negros, Enrique Serna.

Siguiendo la inverosímil buena tradición mexicana de tener excelentes cronistas, Serna ofrece un recuento de sus pequeños textos en los que aborda los temas de sus obsesiones: antros, cabarets, alcohol, putas, literatura, entre otros, de una manera informada y amena. Recomendable.


Y ya. Esos fueron mis nueve libritos leídos en 2009. Me refiero a los que me he procesado de cabo a rabo, no sólo a los varios que tengo por ahí empezados ni a los que tuve que leer para mis clases ni para mi trabajo.

Pero, bueno, todo sea para que, como decía el Gato GC en un programa infantil de la década de 1980 en México, no avance la ignorancia...