jueves, enero 31, 2008

La marcha

Como si anduviéramos en déficit de emociones fuertes, la Ciudad de México –o al menos la zona central—se prepara en estos momentos para fungir, una vez más, como el manifestódromo más grande del mundo (aquí todo tiende a ser considerado lo más grande del mundo, desde la rosca de Reyes hasta la pista de hielo). Ahora se trata de las hordas campesinas que reclaman una renegociación del TLC, luego de que se ha cumplido el plazo en el cual sus productos estaban protegidos frente a sus contrapartes norteamericanas (me refiero a Estados Unidos y Canadá). Ya suenan a lo lejos los tambores de guerra personificados en estos tiempos posmodernos en forma de botija lechera, tractor retozón y vaca charolais cuya producción de caca se activa cada tres pasos.

¿Qué otra ciudad podría soportar estos embates de la realidad real? Pienso en la sonrosada y tímida Guadalajara, en la condimentada y católica Puebla, en la epidérmica y esmeralda León, en la rumbera y pirata Veracruz, en la gris y metálica Monterrey, y en la moteada y salerosa Tuxtla Gutiérrez y, la verdad, no las imagino padeciendo estos males. Allá a lo más que llegan es a manifestaciones esporádicas realizadas con fuertes dosis de ingenuidad. Frente al industrial peletero que odia a los asiáticos, el neo anarco-punk de la Prepa Fresno es Doctor en Desestabilizar Democracias Emergentes Occidentales. Frente a la ama de casa norteña que odia a la CFE, el neo jipi tlatelolca es Especialista en Cimbrar Conciencias Históricas Dialécticas.

La Siva / Mi Lasci (va)

Sobre el asunto de las miradas lascivas de los hombres hacia las mujeres de esta ciudad y su nueva penalización en la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en la sección “QRR” de la edición impresa de Milenio Diario de hoy viene algo que recomiendo ampliamente. Ahí se pueden ver varios ejemplos de miradas “lascivas” protagonizadas por personajes públicos como el ex gobernador de Puebla Manuel Bartlett, o bien, por el propio presidente Felipe Calderón. El primero ve con verdadera intriga las perturbadoras formas de una edecán del Senado y el segundo mira con asombro la belleza de Purificación Carpinteyro, Directora General del Servicio Postal Mexicano y a la sazón también nombrada la funcionaria pública en activo más guapa de la comarca por este buroblog (lo sentimos Fromow, Puri te ha ganado el cetro).

SMS

No me gusta el lenguaje que se usa en los teléfonos móviles ni en el mensajero instantáneo. Ese que reduce o comprime las palabras para crear aberraciones del tipo “toy ksa n trdo”, “n kiero ir aunq no c xq no” o que hace de la letra k un dios menor de la comunicación –en teoría—más rápida (k, komo, kual, kasa, kiero). Nunca he enviado un SMS con estas características ni lo haré. Aunque me tarde y aunque sea mucha la urgencia, siempre escribo todas las palabras con todas sus letras. De hecho, cuando tuve un Samsung me jodió desde el principio porque no traía acentos. Sé que muchos los toleran porque es más práctico (dicen) y porque el lenguaje es algo vivo, que cambia. Pues será eso y más, pero no me gusta.

miércoles, enero 30, 2008

Democracy

Anoche hubo junta de vecinos en el edificio. Otra larga sesión de dimes, diretes, alegatos, contraalegatos, manotazos y pocos acuerdos. Eso estaría muy bien si fuese a las 12 de la tarde o a las 16 horas, pero da la casualidad de que siempre son por ahí de las nueve y las 11 de la noche en el estacionamiento. Según hay una orden del día muy clara, con los puntos exclusivos a tratar en la sesión, pero la cual nunca se respeta porque cada vecino saca el tema que le conviene o le incomoda a debate: que si alguien rayó el ascensor, que si el vigilante también lava los coches y carga las bolsas del supermercado de algunos, que qué vamos a hacer con los morosos, que qué ha hecho el Comité de Vigilancia y que cuánto dinero hay, que si el perro se caga en el pasillo, que sí, en efecto, el perro se caga, pero su dueña levanta las heces con sus propias manos, bla, bla, bla. Un largo, extenso, inacabable catálogo de la vida comunitaria.

Entre todo esto algo sí me hizo reír. Ante el reclamo de algunos sobre la inutilidad de tantas juntas, la presidenta del Comité dijo: ¡es que sin estas juntas no hay democracia! ¿Qué tal? La clásica actitud de que hagas o no hagas, informes o no informes, digas o no digas, si al final invocas la palabra mágica (democracia) ya todo está resuelto. ¿Qué coños es la democracia para esta señora? Una bonita fórmula mágica y elucubración emocional que se usa cuando no hay una respuesta racional. En México, o al menos en mi edificio, democracia es igual a abracadabra.

Otra cosa llamativa fueron las intervenciones de mi vecino wannabe, quien he comprobado que tiene la capacidad de darte un resumen de su existencia –sin que se lo pidas, claro—en menos de 22 segundos. Ayer, sin venir a cuento, nos informó a todos que trabaja de nueve de la mañana a “12 o una de la mañana” (¿cuál es la trascendencia de esto para la asamblea democrática?), que tiene una moto que ya comprobó que sí cabe en su cajón de estacionamiento y que, en general, él es chingón. La noche del 15 de septiembre, mientras intentábamos ver los fuegos artificiales desde la azotea, llegó y nos contó en 12 segundos –tiempo récord—que en Navidad había ido a San Antonio, que ahí se había comprado unos cohetes y que ya estaba trabajando para otro Ministerio.

Bueno, en otras cosas, he leído dos asuntos que parecen relevantes. El primero ha sido la manifestación que varios integrantes de la parroquia habitual de El Nivel han realizado en la calle Moneda para exigir la reapertura de la cantina (o “taberna”, según la nueva terminología de izquierdas). Eso me parece bien. Una ciudad que no cuida sus bares está condenada a caer en la parsimonia (esto sonó muy mamón). Un eslogan del acto me ha parecido bueno: en la barra, codo a codo, somos muchos más que dos. Una paráfrasis de aquella vieja sentencia de 1999 que rezaba: en la calle, codo a codo, somos muchos más que El Mosh. Por cierto, he leído que Benedetti (el uruguayo de las poesías que les gustan a las chicas de clase media) ha estado enfermo.

El otro asunto es la nueva normatividad que el GDF ha publicado en la Gaceta Oficial relativa a que, a partir de marzo de este año, es considerada una falta mirar con “lascivia” a las mujeres de la capital. Vaya, vaya. ¿Pero qué clase de paranoia es esta? Perdón feminazis, pero esta regla, totalmente subjetiva y acomodaticia, me parece una aberración: ¿cuándo consideramos una mirada “lasciva”?, ¿qué clase de prueba necesitará la autoridad para realmente comprobar que fue “lasciva” la mirada?, ¿por qué sólo se aplica al caso de las mujeres y no también de los hombres? Como diría La Alcachofa, en el metro todos somos sabroseables, hombres, mujeres e integrantes del autodenominado “tercer sexo”. ¿Entonces? Un exceso –con tufo de revanchismo—de esos que caracterizan a las izquierdistas en el poder.

Termino esta intervención escuchando en el iPod, oh paradoja, “Democracy” del viejo Leonard Cohen.

martes, enero 29, 2008

Hablando de cantinas y tabernas (y de mujeres)

La diputada federal Ruth Zavaleta (PRD), a la sazón presidenta de la Cámara y ex delegada de Venustiano Carranza, Distrito Federal, ha respondido a las declaraciones de Manuel López relativas a que al nuevo Ministro del Interior le gustaba “agarrarle la pierna a quien se dejara”, con la siguiente frase: es un “buscapleitos de taberna”.

Eso está muy bien. Es decir, que los propios miembros del partido de izquierdas mexicano no dobleguen su libertad de expresión ni siquiera ante el caudillo. Pero, lo que me llama la atención es la terminología usada por la señora. Veamos.

“Buscapleitos de taberna”. ¿Taberna? ¿No hubiese sido mejor decir “cantina”, “bar”, “antro”, “congal”, “téibol”? Es decir, taberna, palabra que no está mal usada, antes al contrario, me refiere a una imagen con tipos bebiendo, pero sin hacer los osos que los mexicas solemos protagonizar cuando bebemos, ahora sí, en una cantina. La misma que evoca mi memoria con mesas de aluminio que dicen “Superior” o “Carta Blanca”, sillas de fierro con respaldo de plástico que dicen “XX” o “Sol”, rocola de muchos colores al fondo escupiendo canciones de Vicente Fernández, Los Yonics, Julio Jaramillo o el grupo Mr. Chivo, y cuya parroquia está compuesta de tipos malencarados y ebrios que, claro, a la menor provocación dicen ¿qué pedo güey, la vas a armar? La taberna, en contraste, me acerca más al pub, sitio donde también hay violencia, pero menos folklórica.

Entonces, señora Zavaleta, en primer lugar, nuestros respetos (por cierto, ¿ya se tituló de la licenciatura en Acatlán?) y, en segundo, una observación: en lugar de taberna hubiese dicho cantina. Va más con lo que realmente quiso decir.

(Otra vez) Tres notas breves tres

El Ministerio del Interior de la Unión Europea.

No me refiero a algún despacho, oficina u agencia gubernamental asentada en Bruselas, Bélgica, de esas con su banderita azul y sus estrellitas amarillas alineadas en forma de círculo, pulcras y sonrientes al futuro esperanzador. No. Más bien parecería ser la tónica que mueve al Ministerio del Interior mexicano, el cual ahora está encabezado por, primero, un madrileño de nacimiento y, segundo, por un ingeniero cuyo nombre es Arne Sydney aus den Ruthen Haag. Y antes de que me acusen de xenófobo y tal, que no es el caso, me pregunto qué pensará cualquier ciudadano de a pie cuando lea estos nombres y referencias. Al menos, creo, dudaría que se trata de su propio país (no es lo mismo Odilón Ahuacatitla o Xóchitl Zapotitla que el referido Arne Sydney aus etcétera).

 

El caso del increíble Ochoa y su siempre casi inminente partida a Europa.

Cada dos semanas leo en los medios que Guillermo Francisco Ochoa, actual portero de las gallinas, está a un pasito de irse a jugar a alguna liga europea. Que si lo quiere el Man. U., que si lo quiere el AC Milan, que si lo quiere el Atleti. Además, esto se adereza con los comentarios en el país de que es un gran jugador, de que si su equipo tiene dependencia a sus actuaciones, de que si ya no es Ochoa, sino San Ochoa, de que si hay Memitis y tal. Y, bueno, ante esto uno se pregunta, ¿y por qué coños no se ha ido ya y sigue jugando en el Andrés Reyna de Tuxtla Gutiérrez y no en el San Siro de Italia? Muchos lo quieren (según), pero nadie se atreve a firmarlo. Un caso más de esos en los que el perro ladra, pero no muerde. En contraste, el caso del chaval Moreno, de la cantera universitaria, sin hacer ruidos ni alharaca ni andar bluffeando, un día agarró y dijo, ya me contrató el AZ noséqué de Holanda y ya me voy. So?

 

Ciudad de México / Apocalipsis ahora

Ayer leía en un blog de esos que están linkeados aquí abajo, que mientras Nueva York se ha convertido en el escenario soñado para cualquier tipo de desastre natural o humano (inundaciones, nevadas, terrorismo y otros), la verdadera ciudad del caos no es la de la costa noreste de Estados Unidos, sino la situada en el altiplano mexica, en el mero Valle de Anáhuac, ergo la Ciudad de México. En efecto, aquí pasan cosas realmente hardcore: vientos huracanados que derriban árboles y matan gente, apagones que dejan varados a miles de usuarios del subterráneo, un drenaje profundo al borde del colapso y que nos podría dejar flotando entre diarrea y escupitajos, un sistema de agua potable que hace –literalmente—agua por doquier, una contaminación en forma de nata encima de nuestras cabezas que nos persigue como si fuese nuestra mala suerte particular, una horda de coches y automóviles comandada por verdaderos androides paranoicos (guiño a Radiohead), casas de seguridad en zonas populares y pijas en las que se guardan tanto personas secuestradas como arsenales de los que usan las fuerzas de la OTAN, en fin, tantas y tantas cosas reales y tangibles de lo rudo llevado al extremo (y sin tener que andar apareciendo en la pantalla grande, ni llamando a superhéroes, ni nada).

Hoy hace tres años

Bueno, para ser exactos fue alrededor de las 14.30 horas, pero hoy hace tres años contraje matrimonio civil en Puebla.

lunes, enero 28, 2008

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Lunes otra vez. Hay varias cosas que comentar antes de echar a andar los motores a tope. Una podría ser la del desempeño del Tuca Ferreti frente a Pumas. Una vez más se ha perdido y el suramericano sigue dando la nota por sus habladurías. No me considero ingrato, reconozco su carácter crucial en la historia del equipo, sobre todo en el campeonato de 1991, pero creo que como técnico no es más que otro de ese enorme saco que se caracteriza por su gris medianía. En fin. Otra podría ser la del cuesta arriba que plantea la semana. La última del mes, la del primer mes del año, pero a final de cuentas, una semana más. Ver las mismas caras, las mismas actitudes, estar en los mismos sitios, repetir el ritual de las intimidades colectivas. En fin. Otra también podría ser la de la enfermedad. Según los últimos estudios que me he hecho, bueno, que alguien especializado me ha realizado, el hígado sigue mal. Lo sabía. Mi rendimiento no ha estado al 100 y eso que según ya estaba curado. Sin embargo, entre mi escaso espíritu positivo y la propia realidad machacona se han encargado de echar abajo esa versión. ¿Por qué será que cada vez me siento más a gusto en los hospitales, en las farmacias y en los laboratorios? En fin.

viernes, enero 25, 2008

Mi último suspiro (II)

Mientras espero un dato que necesito para un informe, hojeo las memorias de Buñuel. Hay muchas cosas verdaderamente relevantes (y eso que no he releído el capítulo dedicado a los bares, el alcohol y el tabaco). Veamos.

 

No me gustan los países cálidos, consecuencia lógica de lo que antecede (‘me gusta verdaderamente el frío’). Si vivo en México es por casualidad. No me gustan el desierto, la arena, la civilización árabe, la india ni, sobre todo, la japonesa. En eso no soy un hombre de mi tiempo. En realidad, sólo soy sensible a la civilización grecorromana, en la que he crecido”.

No me gustan mucho los ciegos (…) Entre todos los ciegos del mundo, hay uno que no me agrada mucho, Jorge Luis Borges. Es un buen escritor, evidentemente, pero el mundo está lleno de buenos escritores. Además, yo no respeto a nadie porque sea buen escritor. Hacen falta verdaderas cualidades. Y Jorge Luis Borges, con quien estuve dos o tres veces hace sesenta años, me parece bastante presuntuoso y adorador de sí mismo. En todas sus declaraciones percibo un algo de doctoral (sienta cátedra) y de exhibicionista. No me gusta el tono reaccionario de sus palabras, ni tampoco su desprecio a España. Buen conversador como muchos ciegos, el premio Nobel retorna siempre como una obsesión en sus respuestas a los periodistas. Está absolutamente claro que sueña con él”.

Detesto la proliferación de la información. La lectura de un periódico es la cosa más angustiosa del mundo. Si yo fuese dictador, limitaría la prensa a un solo diario y a una sola revista, ambos estrictamente censurados. Esta censura se aplicaría no sólo a la información, quedando libre la opinión. La información-espectáculo es una vergüenza. Los titulares enormes –en México baten todos los récords—y los sensacionalistas me dan ganas de vomitar. ¡Todas esas exclamaciones sobre la miseria para vender un poco más de papel! ¿De qué sirve? Además, una noticia expulsa a la otra”.

Amo la soledad, a condición de que un amigo venga a hablar conmigo de vez en cuando”.

No me gusta la política. En este terreno, me encuentro libre de ilusiones desde hace cuarenta años. Ya no creo en ella. Hace dos o tres años, me llamó la atención este slogan, paseado por unos manifestantes de izquierdas en las calles de Madrid: “contra Franco estábamos mejor”.

 

Al inicio de este capítulo, llamado “A favor y en contra”, Buñuel revive una vieja costumbre de los surrealistas consistente en decidir definitivamente entre el bien y el mal, entre lo justo y lo injusto. Así, escribe lo que a él le gusta y lo que no le gusta (como puede verse en los fragmentos presentados arriba). En la introducción a ese recuento dice “inspirándome en estos antiguos juegos, he reunido en este capítulo, dejándome llevar por el azar de la pluma, que es un azar como otro cualquiera, cierto número de mis aversiones y mis simpatías. Aconsejo a todo el mundo que haga lo mismo algún día”.

Motivado por lo anterior, he comenzado a escribir mi propia lista, la cual espero publicar aquí mismo pronto.

Mi último suspiro

Anoche, en la Universidad, mi colega Said me devolvió mi viejo libro de las memorias de Luis Buñuel, Mi último suspiro (Plaza & Janés, 1982), el cual le había prestado cuando ambos éramos estudiantes. Mientras aplicaba el extraordinario a tres jóvenes me puse a leer algunos fragmentos y redescubrí por qué me había gustado tanto desde la primera vez.

 

“Estrenada bastante lamentablemente en México, la película (Los Olvidados) permaneció cuatro días en cartel y suscitó en el acto violentas reacciones. Uno de los grandes problemas de México, hoy como ayer, es un nacionalismo llevado hasta el extremo que delata un profundo complejo de inferioridad. Sindicatos y asociaciones diversas pidieron inmediatamente mi expulsión. La Prensa atacaba a la película. Los raros espectadores salían de la sala como de un entierro” (p. 195).Tras el éxito europeo, me vi absuelto del lado mexicano. Cesaron los insultos, y la película se reestrenó en una buena sala de México, donde permaneció dos meses” (p. 197).

“Un refugiado chileno ha dado de México una definición graciosa: ‘es un país fascista atenuado por la corrupción’. Algo hay de verdad, sin duda. El país parece fascista por la omnipotencia del presidente. Cierto que no es reelegible bajo ningún pretexto, lo que le impide convertirse en un tirano, pero durante los seis años de su mandato hace exactamente lo que quiere” (p. 206).

“A este exceso de poder –llamémoslo ‘dictadura democrática’—se añade la corrupción. Se ha dicho que la mordida es la clave de toda la vida mexicana. Existe a todos los niveles (y no sólo en México). Todos los mexicanos lo reconocen, y todos los mexicanos son víctimas y beneficiarios de la corrupción. Lástima. Sin eso, la Constitución mexicana, una de las mejores del mundo, podría permitir una democracia ejemplar en América Latina” (p. 207).

“Hasta los setenta y cinco no he detestado la vejez. Incluso encontraba en ella una cierta satisfacción, una calma nueva y apreciaba como una liberación la desaparición del deseo sexual y de todos los demás deseos. No ambiciono nada, ni una casa a orillas del mar, ni un ‘Rolls-Royce’, ni, sobre todo, objetos de arte. Me digo, renegando de los gritos de mi juventud: ‘¡Abajo el amor desenfrenado! ¡Viva la amistad!” (p. 247).

“Desde hace varios años, cada vez que abandono un lugar que conozco bien, donde he vivido y trabajado, que ha formado parte de mí mismo, como París, Madrid, Toledo, El Paular, San José Purúa, me detengo un instante para decir adiós a este lugar. Me dirijo a él, digo, por ejemplo: ‘adiós, San José. Aquí conocí momentos felices. Sin ti, mi vida hubiera sido diferente. Ahora, me voy, no te volveré a ver, tú continuarás sin mí, te digo adiós’. Digo adiós a todo, a las montañas, a la fuente, a los árboles y a las ranas. Claro está que a veces regreso a un lugar del que ya me he despedido. Pero no importa. Al marcharme, le saludo por segunda vez” (p. 249).

“Una cosa lamento: no saber lo que va a pasar. Abandonar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Yo creo que esta curiosidad por lo que suceda después de la muerte no existía antaño, o existía menos, en un mundo que no cambiaba apenas. Una confesión: pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme hasta un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría nada más. Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba” (p. 251).

 

Mi último suspiro es un libro que todos deberíamos leer alguna vez en esta vida.

Defender al dueño

Carlos Elizondo Mayer-Serra

Los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) pretenden aumentar su salario un 16 por ciento más. Su sindicato, el SME, ha emplazado a huelga a la empresa para lograrlo. Tienen todo el derecho a desear un mayor ingreso, quién no. Pero sería injusto que el gobierno les autorice un centavo de aumento. Este año se le van a transferir más de 30 mil millones de pesos de recursos fiscales a la empresa. Este subsidio crece cada año y los diputados lo firman sin reparo, casi con alegría. Unos colchones caros en el sexenio pasado fueron un gran es- cándalo. Está bien que así sea. Mucho peor escándalo debiera serlo el gastar en este subsidio más del presupuesto combinado de la UNAM y de la UAM para una empresa que provee un servicio eléctrico malo y caro. Empresas similares en otros lugares del mundo ganan dinero. No se les subsidia.

Hay una razón central que explica la necesidad de darle dinero: el exceso de personal, la baja productividad de los mismos y la joven edad de retiro de los trabajadores. Para quien quiera ver el tamaño del desastre, el libro de César Hernández, La reforma cautiva, lo documenta bien.

Habría que preguntarle a las decenas de miles de capitalinos atrapados el día miércoles por una falla más de LyFC si desean seguirla subsidiando. O a quienes viven con cortes de energía frecuentes o ven fundidos sus aparatos eléctricos porque en el siglo XXI la empresa no logra dotarnos de energía continua y de calidad; o más absurdo aún, a quienes no pueden abrir una empresa o inaugurar un desarrollo de viviendas por falta de servicio eléctrico. En cualquier lugar del mundo la empresa querría más clientes, no menos.

El gobierno debe preguntarle sobre todo a los dueños de LyFC, es decir, a todos nosotros, si queremos seguir subsidiando las ineficiencias y abusos de la empresa y de sus trabajadores con nuestros bolsillos, con nuestros impuestos. Cuando los trabajadores de una empresa del gobierno ganan derechos laborales no es justicia social si la empresa pierde dinero. Es un robo a los ciudadanos que pagan más impuestos o reciben menos servicios. Cuando una empresa privada paga de más a sus trabajadores el dueño pierde de su bolsa y cuando no le queda dinero quiebra. Ahí termina el problema. Cuando la empresa es del gobierno no quiebra fácilmente. Simplemente nos sacan más dinero cada año.

El sindicato de LyFC, el SME, es uno de los principales abanderados contra las reformas en el sector energético. Dicen hacerlo por profundo patriotismo; por no querer entregar la energía a los horrendos extranjeros y a los perversos empresarios. Evidentemente es un pretexto para no verse afectados en sus cómodos derechos laborales. Si son tan patrióticos que se comprometan a hacer de LyFC una empresa rentable. No pedir aumentos salariales y más derechos laborales, sino trabajar más, con flexibilidad, con pensiones como las que se tienen en el resto del país. Simplemente trabajar como en tantas empresas similares en el mundo que ganan dinero vendiendo más barato que LyFC.

Una parte de la izquierda, abanderada por López Obrador, argumenta que no se puede tocar al sector energético ni con el pétalo de una rosa. La solución es inyectarle más dinero, en el caso de LyFC, aumentar el subsidio. No hacerlo es parte de un plan siniestro. Cualquiera reforma es "reaccionaria" y "vende patrias".

Hay reformas energéticas que pueden ser consideradas de derecha y vende patrias. Pero hay otras que nos darían a los mexicanos una mejor organización en el sector, que nos permitirían una energía más barata y a un menor costo fiscal, así como un mucho mejor aprovechamiento de nuestras reservas de hidrocarburos.

Lo que es reaccionario y vende patrias es seguir subsidiando a LyFC, darle mala electricidad y cara a los mexicanos, tener una empresa petrolera con exceso de personal y pensiones absurdas, que invierte mucho, pero de forma poco eficiente, que no puede explotar las aguas profundas del golfo por no saber cómo, mientras que otras empresas estatales, como Petrobras, sí pueden, aunque del lado de Estados Unidos. Una empresa que debe asumir todo el riesgo de los proyectos complejos, algo que no hace ninguna empresa seria del mundo, que siempre busca compartirlos. La ley mexicana en el sector es más restrictiva que la de Cuba o la de Irán. Con esto no ganan los dueños de las empresas, nosotros los mexicanos, sino los sindicatos de las empresas energéticas y los contratistas acostumbrados a una red de ineficiencias y corrupciones.

Ya es hora de que el gobierno defienda los intereses del contribuyente, dueño de LyFC. Nada de aumentos salariales. Se requiere implementar un plan para retirarle el subsidio y volverla rentable a la brevedad y sin subir los precios.

A 70 años de la expropiación de la industria petrolera es buen momento para hacer de nuestras empresas estatales verdaderas empresas de clase mundial, no secuestradas por trabajadores y contratistas. No se trata de venderlas. No es la solución. Sino darles los incentivos, como el caso de Petrobras, propiedad del gobierno pero flotada en Bolsa y con competencia, para que puedan operar como verdaderas empresas que generen riqueza a favor de todos nosotros, los accionistas.

jueves, enero 24, 2008

Tensión

Si hay algo que me jode es que la gente se esté sorbiendo los mocos. Eso y que se comunique a silbidos.

Mi vecina ha cogido esa costumbre. Ayer le dije, se limpió la nariz con un pañuelo y dejó de hacer ese molesto y constante sonido. Pero hoy parece que se le ha olvidado. ¿Qué debo hacer?

miércoles, enero 23, 2008

Otras tres notas tres

Uno.

No sé por qué tengo la sospecha de que, ante los golpes que la administración pública le ha dado al narco en los últimos días, ya sea en decomisos o en detenciones, éste reaccionará en un futuro próximo atacando objetivos civiles para forzar algún tipo de negociación o pacto con el gobierno. Digo, no sé por qué se me vino esto a la cabeza mientras regresaba de la comida. Igual y nada más fueron los regodeos en mi intestino de la parte del borrego que me deglutí.

 

Dos.

Terminé de leer Malacara de Fadanelli y, para ser francos, no me gustó. Es decir, tiene algunas buenas reflexiones y golpes certeros, pero en general como que fue escrita con abulia, con la parsimonia de alguien que sabe que ya no tiene que publicar para ser famoso, pero que tiene que publicar de cualquier forma para seguir en la picota (o para justificar una beca). Si utilizáramos un término lavolpista, el autor sabía que esta novela iba a clasificar “caminando”, tuviera o no tuviera un mínimo de consistencia. Creo que si en lugar de Juárez la hubiera firmado cualquier otro, hasta de sus propios amigos, hubiese sido bastante difícil que alguna editorial se hubiera animado a sacarla (ya ni pensemos en la que lo hizo, es decir en Anagrama).

 

Tres.

José Emilio Pacheco ha dado un nuevo nombre a ese conjunto que formamos todos nosotros, es decir a ti que lees y a mí que publico esto: en su opinión, somos el bloguetariado. Grande.

Tres notas tres

Uno.

El decomiso del arsenal y la detención de una especie de ejército particular del narcotráfico ayudará para dimensionar la guerra en la que está metido el país en este momento. No es lo mismo ver que las balaceras y los muertos y los levantados y los secuestros y las ejecuciones y todo lo demás sucede en Reynosa, en Tijuana o en Torreón. No. Ahora ha ocurrido aquí en la Ciudad de México, en zonas pijas como Romero de Terreros y El Pedregal. De hecho, Milenio Diario ha titulado su cabeza principal con un contundente “La guerra, en San Ángel y Coyoacán”. Comparado con esto, el asunto de las incombustibles marchas y plantones que suceden en el día a día son cosa de niños.

 

Dos.

Cuando escuché que habían asesinado al vocalista de un grupo que se dice llamar Capaz de la Sierra (o como se escriba, pero así suena…), pensé que estábamos en el umbral de haber encontrado a la versión masculina de la tal Selena. Es decir, que las clases populares ya habían encontrado a un mártir al cual adorar y rendir culto incondicionalmente. Una especie de Kurt Cobain del subdesarrollo. Claro, también estaba otro grupero asesinado afuera de un palenque –Valentín Elizalde—que se disputaba al tú por tú ese trono. Sin embargo, oh sorpresa, por lo que veo, la gente no ha reaccionado igual que con la méxico-norteamericana. Me refiero a que, bueno, sí le han llorado, sí le han hecho homenajes, sí le ha representado al grupo un subidón en sus ventas, pero… Al parecer, la parroquia ha visto que lo que ha causado su trágica muerte no entra en la categoría de esto-me-convierte-en-icono-popular-de-manera-instantánea, sino más bien se ha debido a sus relaciones peligrosas (al igual que el otro). Entonces, el mensaje que tenemos es que en esas cosas el respetable (y los medios) no quiere meterse.

 

Tres.

Ricardo Ferreti ha sido un técnico que jamás me ha convencido. Lo vi desde que dirigió a Pumas luego del campeonato de 1991 y hasta 1996 en su primera etapa. Yo estuve en el Olímpico Universitario cuando las gallinas nos eliminaron en la liguilla de ese año, hecho que le significó abandonar –por fin—el banquillo. Luego, en su segunda etapa, recordemos que lo trajeron para salvar el descenso, cosa que hizo, pero de ahí a que nos vuelva el equipo ganador y contundente que todos los universitarios queremos ver está muy, pero muy lejos. Sí, no olvido que llegamos a la final en diciembre pero, ¿realmente se jugó bien?, ¿podemos decir que fue una campaña exitosa luego de 14 partidos sin ganar? En fin. Saco este tema porque me parece que el Tuca cada vez se está convirtiendo más en un DT que los medios buscan para que dé la nota por sus declaraciones y no por sus aciertos futbolísticos. Es decir, que se ha vuelto una especie de bufón y de bocafloja antes que en un símbolo de la institución en términos deportivos. Lo último ha sido su respuesta furiosa a Vergara y demás jalisquillos sobre el asunto del partido del sábado contra Guadalajara. Hombre, hubiese sido mejor cerrarle la boca chimuela a todos esos ganando a las odiosas Chivas en su campo, con todo y su homenaje a Reyes, y luego no andar declarando que si Huicho Domínguez y los nacos y tal. El problema más fuerte, sin embargo, pienso que es: ¿quién podría sustituir a Ferreti?

martes, enero 22, 2008

El Kindle

Me voy a meter en un tema culturoso: la aparición del Kindle, o bien, el iPod de los libros.

El artilugio electrónico que recién se ha anunciado que saldrá al mercado permitirá, casi como el mencionado reproductor de archivos de música compactada, almacenar una buena cantidad de textos y obras literarias, las cuales podrán ser consultadas por el poseedor del cachivache cuando lo desee. Palabras más, palabras menos, un mega libro electrónico.

Algunos han considerado lo anterior como una versión revisitada del supuesto desafío al libro impreso, tal y como se ha conocido desde los tiempos de Gutemberg. En lo personal, me parece bien que existan esas cosas. Mal haríamos si nos culiatornilláramos en lo que conocemos y que, de esta forma, rechazáramos con vehemencia fanática los avances de la tecnología. Para ilustrar lo anterior, es como si todavía siguiéramos portando los walkman con sus casetes de colores o los cd players y renegáramos de las ventajas del susodicho iPod.

Ahora, si me preguntasen si yo adquiriría un Kindle, diría que lo dudo. Y no por fobia, sino porque pienso que debe ser bastante molesto leer esas letritas tan pequeñas en la pantalla de cristal. Aunque, pensándolo bien, sí compraría uno, pero sólo para guardar archivos de libros que después imprimiría en algún sitio, de preferencia en la oficina (donde me sale gratis).

Me parece que algunas palms permiten en la actualidad las funciones que supuestamente serán novedosas en el Kindle. Recuerdo que mi vecino wannabe me presumía que cuando iba al baño se la pasaba dizque lee y lee en su palm. Cuando me dijo la lista de libros que traía guardada en la memoria nada más tragué saliva y me encomendé a San Benito.

Uno siempre como que se agazapa ante lo nuevo. Cuando mi mujer trajo el primer iPod al hogar, con pantalla en blanco y negro y una capacidad de 20 GB, armé un borlote por lo que consideré un gasto innecesario y fútil. Ahora no puedo andar sin el mío (ya tengo el de 160 GB). Frente al embate del móvil en la vida cotidiana, siempre me dije que no y no (ahora también es indispensable y ya me preocupé de que tenga cámara y bluetooth y esas cosas). Es más, cuando salió el Atari 2600 yo me aferraba a seguir yendo a las maquinitas y a no tener mi propia consola en casa, lo cual finalmente sucedió más temprano que tarde.

En fin. Pienso que algo de lo bueno que traerá el Kindle es que dará un toque de glamour al hecho de leer y que, nada más por no estar fuera de la moda, muchos culturosos de boutique traerán el aparatejo colgando aunque ni lo usen (lo que permitirá que la industria sobreviva y sea útil para los culturosos de verdad).

 

PS. Por cierto, y relativo al comentario de la nueva era, ésta no se centra en algún tema en especial: simplemente es así: una nueva era, en todo.

lunes, enero 21, 2008

Nueva era

Aunque hay bastantes cosas que comentar, no atino a ordenarlas en este sitio. Movimientos en la oficina, fiestas con los colegas, frío intenso en el pueblo, nuevos estudios médicos, en fin, un catálogo de la cotidianidad suficiente para llenar unas líneas que, sin embargo, son inexistentes.

El punto es que --pienso-- ha comenzado una nueva era.

jueves, enero 17, 2008

Enero 17

¿Con quiénes comparto fecha de nacimiento? Hay de todo: políticos, empresarios, científicos, ilustres desconocidos, ex presidentes mexicanos y hasta un Rolling Stone. Hombre, ¿qué esperamos?, veamos…

 

·                Federico III, “El Prudente”, 1463

·                Papa Pío V, 1504 (¿y a este cómo le decían?, ¿”El Alocado”?)

·                Pedro Calderón de la Barca, 1600 (el de la obra “La vida es una barca” por Calderón de la Mierda)

·                Benjamin Franklin, 1706

·                Konstantin Stanislavski, 1863 (responsable de que hayan muchas dizque escuelitas de teatro rusas con “El método” por todo el planeta)

·                Al Capone, 1899 (este sí que es un orgullo que haya nacido el 17 de enero)

·                Luis Echeverría Álvarez, 1922 (¡no me jodan!)

·                Cassius Clay, 1942

·                Mick Taylor, 1949 (otro orgullo capricorniano del 17 de enero: el sucesor de Brian Jones en los Rolling Stones y antecesor de Ron Wood)

·                Cuauhtémoc Blanco, 1973 (otra vez, ¡no me jodan!)

·                Ladan y Laleh Bijani, 1974 (¿que quiénes son?, según Google, unas siamesas iraníes)

·                Yo, 1976

 

El ocio, el ocio, el ocio…

XXXII

Hoy cumplo 32 años y estoy contento. No soy mucho de dar a conocer este tipo de noticias, pero en esta ocasión sí tengo una motivación especial para festejar que he arribado a esta edad y, sobre todo, que dejé atrás 2007 sano y salvo. Me gusta más cómo se escuchan los 32 que los 31. Este año no lo considero un paso más a la vejez, sino una consolidación en la plenitud.

Además, me alegra que con esta edad aún pueda aspirar algún día a dirigir al Ministerio del Interior, tal y como nos ha demostrado ayer el madrileño-campechano Juan Camilo. Sin embargo, creo que si quiero cumplir esa alta responsabilidad, para el mes de abril ya deberé estar despachando –al menos—desde el cubículo del DG.

Y, bueno, entre las llamadas de mis colegas y los regalos que me ha dado mi esposa, una buena nota encontrada precisamente hoy en el diario.

Aguante XXXII.

 

LOS 'STONES' PUBLICARÁN UN ÁLBUM CON UNIVERSAL TRAS 16 AÑOS CON EMI

Se trata de la banda sonora para un documental de Scorsese sobre el grupo.- La discográfica de los 'Rolling', en plena crisis, asegura que es un acuerdo puntual

REUTERS

La veterana banda británica de rock Rolling Stones ha firmado un acuerdo de grabación en exclusiva, a nivel mundial, con Universal lo que ha desatado las especulaciones sobre la posibilidad de que deje su sello actual, EMI, inmerso en una crisis económica.

EMI ha sido golpeada por una oleada de malas noticias en las últimas semanas. Artistas clave han amenazado con dejarla después de que su nuevo dueño, el financiero Guy Hands y su grupo inversor privado Terra Firma, haya desvelado que planea echar a la calle a unas 2.000 personas.

En un comunicado difundido por la banda hoy, los Rolling aseguran que han afirmado un acuerdo por un solo álbum, que se espera salga en marzo. Se trata de la banda sonora para el documental Shine a light rodado por Martin Scorsese acerca del grupo.

Un portavoz de EMI ha dicho que el acuerdo sólo cubre un álbum, pero una fuente de la industria ha asegurado a Reuters que al pacto entre EMI y los Stones le queda poco tiempo de vida y que la banda está considerando otras opciones.

Universal Music lanzará Shine A Light tanto de forma física como digital por todo el mundo. El documental se presentará en marzo y está basado en dos conciertos de los Stones en el Beacon Theatre de Nueva York a finales de 2006. El filme incluye también apariciones de los cantantes Jack White, del grupo White Stripes, y Christina Aguilera, además de imágenes poco conocidas de la veterana banda. El documental sorprende con escenas inéditas de archivo e imágenes más recientes de detrás de las cámaras y entrevistas.

Los Rolling Stones, una de las mayores bandas de rock and roll de la historia con más de 200 millones de discos vendidos, se embarcaron en 2005 en una gira mundial durante dos años, que terminó en Londres a finales de agosto.

EMI afirmó el pasado martes que recortaría un tercio de su plantilla y a muchos de sus artistas después de las dificultades de los últimos años con un calendario escaso de lanzamientos, la piratería en Internet y la tendencia hacia las ventas digitales.

El documental se estrena en febrero en Berlín y el 4 de abril en España

La película que Martin Scorsese ha realizado sobre los Rolling Stones, Shine a light, inaugurará el próximo 7 de febrero la 58ª edición del Festival de cine de Berlín. En España habrá que esperar hasta el 4 de abril, coincidiendo con el estreno del film en Estados Unidos. El ganador del Oscar al Mejor Director por Infiltrados muestra en la obra su propia visión de las bandas de rock más importantes del mundo.

La Berlinale se celebrará del 7 al 17 de febrero de 2008 y contará como presidente del jurado con el director griego Constantin Costa Gavras, conocido por su cine político. El festival ofrecerá además una retrospectiva del director Luis Buñuel en la que se recorrerá su producción tanto en España como en México y Francia.

 

miércoles, enero 16, 2008

Ronnie be goodie

Se recupera guitarrista de Rolling Stones de operación

Redacción EL UNIVERSAL.com.mx

Ronnie Wood fue intervenido hace un par de semanas por una hernia

El guitarrista de la banda de rock The Rolling Stones, Ronnie Wood, fue intervenido quirúrgicamente a causa de una hernia.

De acuerdo con información de diarios españoles, el guitarrista de la banda británica, de 60 años de edad, comenzó a sufrir dolores cuando se encontraban a media gira A Bigger Band, realizada entre agosto de 2005 y agosto de 2007.

Pese a su malestar, Wood continuó con la agrupación a lo largo de todas sus presentaciones, por lo que su situación de salud se fue complicando.

Una vez concluida la gira, el médico le diagnosticó una hernia grave que debía ser operada a la brevedad, sin embargo “espero hasta después de la Navidad para ser intervenido, lo cual ocurrió la semana pasada y ahora se encuentra recuperándose”, señaló un portavoz de la banda.

Añadió que el doctor recomendó a Wood permanecer por lo menos dos meses en reposo para recuperase de la operación “pero los mas probable es que se ponga en pie más pronto que tarde”, dijo el vocero.

La gira A Bigger Band es las más lucrativa de la historia; estuvo integrada por 144 conciertos en los que se vendieron 4 mil 66 millones de entradas e ingresaron más de 558 millones de dólares.

Durante el mismo tour Keith Richards sufrió una caída durante su estancia en las Islas Fidji, en tanto que Mick Jagger padeció una afonía calcitrante.

De cuando uno se ausenta

Sólo ha sido una tarde y el caudal de noticias nos pilló desprevenidos. Bueno, a los que están más enterados no, pero a los simples mortales sí.

Terminado el ritual religioso del primer aniversario de mi padre, por ahí de las 23 horas, recibo una llamada de mi colega Paco desde el sur profundo del país: hay nuevo Ministro del Interior. El ex gobernador de Jalisco, Ramírez Acuña, deja el cargo para cederlo al oriundo de Madrid, avecindado en Campeche, nacido en 1971, Juan Camilo Mouriño. ¿Qué tal?

Una situación similar ocurrió en junio de 2005, cuando me encontraba viajando por la mencionada ciudad y me enteré que Santiago Creel abandonaba Bucareli para dejar paso a Abascal Carranza. En suma, uno no puede descuidarse ni un pelín porque se cuelan los goles.

Bueno, pero no sólo eso. También hoy me he enterado que “El Nivel”, esa cantina mítica que se encontraba a un costado del Nacional Palacio, ha cerrado sus puertas y sus botellas desde el 2 de enero pasado. ¿Qué tal? Aunque no fui un asiduo visitante de ese lugar, por supuesto departí algunas noches en sus mesas y, sobre todo, en su barra. De hecho, creo que en este mismo sitio transcribí algo que escuché allá y que era más o menos así: “Maquiavelo enseñó cómo chingar, pero él no chingó a nadie… ni a su madre”. Todo en voz de un parroquiano politólogo empírico que bebía algo como vodka con tónica.

Lo que me gustaba de “El Nivel” era, primero, su historia –verídica o no—de ser el primer establecimiento con licencia oficial para operar como cantina expedida en la ciudad, segundo, sus botanas de carnes frías, tercero, su aire tipo español con esas mesas y taburetes, cuarto, la florida concurrencia que podías observar departiendo y, quinto, su ubicación: el pleno corazón del país. Sin ser mi lugar de culto, debo rendirle mis respetos por todo el peso de la historia que cargó bajo sus hombros.

Un punto que no he mencionado en el párrafo anterior, pero que por supuesto no omitiré, es que me gustaba la cantina porque se encontraba en el sitio en donde se había fundado la antecesora de lo que hoy es la Universidad Nacional. Con ese sólo detalle era suficiente para tener un altísimo valor sentimental para mí. Pero, oh paradoja, este hecho también ha sido, al final, el que ha motivado su cierre definitivo: la Universidad le ha ganado un litigio a los antiguos dueños y deberá ceder su espacio. Bueno, a veces así son las cosas.

En fin. Un lugar que merece un réquiem y, repito, nuestros respetos desde este buroblog. Ahora habrá que averiguar quién ostenta la licencia oficial número dos para elevarla a la primera.

Salud.

 

 

Cerró El Nivel; en su interior quedaron 156 años de historia

Su propietario, Rubén Aguirre, informó que perdió con la UNAM litigio por el predio

La cantina fue punto de encuentro de presidentes, escritores, periodistas...

Rocío González Alvarado

La Jornada

La cantina más antigua de México, El Nivel, que ostenta la primera licencia de ese giro en el Distrito Federal, cerró sus puertas de manera definitiva en el Centro Histórico, luego de ser punto de encuentro de presidentes, escritores, artistas, burócratas, académicos, activistas, periodistas y turistas, durante 156 años.

Los cacahuates, el queso blanco y de puerco en cuadritos, con sus rajas en escabeche, botanas que acompañaban las cervezas frías o la bebida de casa el nivelungo (vodka, Pernod y licor de naranja) dejaron de servirse desde el pasado 2 de enero, según informó, durante una entrevista en el programa de radio De una a tres de Jacobo Zabludowsky, don Rubén Aguirre, su dueño, quien explicó que tomó esta decisión tras perder un litigio con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que reclamó la propiedad.

El local ubicado en Moneda número 2, casi esquina con la Plaza de Armas, donde sólo queda como testimonio de su cierre un anuncio para la clientela: “Cerrado por remodelación. Hasta nuevo aviso”, fue en su momento parte del edificio sede de la ahora máxima casa de estudios del país, que dos predios más adelante, en el número 5, mantiene las oficinas del Programa de Estudios Sobre la Ciudad (PUEC).

Como todo sitio milenario, este escenario, que cruzó tres siglos como protagonista de la vida nocturna en la capital y solía, como las cantinas tradicionales, cerrar sus puertas a más tardar a las 11 de la noche, deja en su interior todo un cúmulo de historias y anécdotas.

Desde las que involucran a grandes personajes –se dice que la mayoría de los presidentes de México cruzó alguna vez sus puertas y algunos cantantes como Agustín Lara llegaron hasta su barra–, hasta las de jóvenes estudiantes de artes plásticas, que sin dinero en los bolsillos empeñaban sus obras a cambio de un trago de cerveza.

Licencia número uno

Lo cierto es que de sus paredes colgaba toda una suerte de pinturas, dibujos, caricaturas y fotografías, sin faltar, la copia de la licencia para la venta de bebidas alcohólicas, orgullo de los meseros, que al menor comentario de los curiosos exhibían, e inclusive emprendían toda una “ruta turística” por el lugar para presumir aquel antiguo teléfono, que utilizaban los comensales para justificar en casa su tardanza o el reloj, que con sus manecillas y números al revés, hacía retroceder el tiempo.

Pero el ajetreo que daba vida a la calle de Moneda, a partir de la hora de la comida, con los empleados de gobierno, y más tarde con los bohemios, sólo se conserva en los comercios aledaños, uno de venta de monedas y billetes antiguos y otro de tacos de canasta, fundado en 1935, donde aún no saben, que el local vecino llegó a su fin, según informó don Rubén Aguirre, heredero de la cantina a la muerte de su padre, Jesús Aguirre.

“Hace más de 20 años nos clausuraron dos veces la cantina, posteriormente le donaron a la Universidad el edificio ubicado allá en las calles de Moneda y Seminario y tuvimos un récord de 17 años peleando (…) Sabíamos de antemano que algún día la cantidad El Nivel iba a dejar de existir. ¿Por qué? Porque a la muerte de mi padre (…) se complicaron mucho las cosas, porque todo estaba a su nombre”, relató ayer durante la entrevista radiofónica.

Ahí nombró al primer dueño, don Carmen de Gallegos y Romero, recordó los años de operación y explicó el origen del nombre de la cantina: “Yo sé la versión que se llamó El Nivel porque había existido el primer nivel que colocó Enrico Martínez para medir cómo crecía el agua en los ex lagos de Texcoco, Zumpango, Tacuba y Azcapotzalco, cuando llovía mucho en la ciudad de México”, refirió.

Y también dejó abierta la posibilidad de reubicar El Nivel en otro espacio en la ciudad de México, al conservar aún el permiso de la cantina más antigua de México. “Estamos viendo a ver dónde la podemos trasladar”, apuntó.

martes, enero 15, 2008

Dos máximas

Para mí, la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente? Yo diría que no. Entonces, ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política?

Jorge Luis Borges

 

La ciencia debe más a la casualidad que al genio. En ciencia, el éxito es hijo de mil errores. La duda es la maleta más valiosa del equipaje de los genios y la que más falta en el de los fanáticos.

Edmon H. Fischer

En guerra

Quien diga que el país no está en guerra está fuera de realidad. Y si no, ¿cómo explicarnos que las noticias principales de los diarios y los noticiarios sean el recuento de muertos durante el día? Hoy, por ejemplo, la emisión de El Universal en línea abre con la nota de que van seis ejecutados en Tijuana, BC., entre ellos tres jefes policíacos y algunos miembros de sus familias. Ayer, el punto fue el descubrimiento de cabezas humanas tiradas en las calles de la colonia Peñón de los Baños, muy cerca del aeropuerto internacional de la ciudad. Y así la lista puede seguir hasta tomar tintes francamente macabros e interminables. ¿No es esto una guerra?

Algunos dirán que no porque no estamos involucrados todos. Puede ser un argumento válido. Sin embargo, si hay dos grupos identificables que están en pugna y cuyos enfrentamientos reportan bajas, ¿de qué otra manera se le puede nombrar al hecho? El saldo no se conoce con exactitud. Un día detienen a 30 presuntos delincuentes y al otro matan a dos agentes federales. Después, lo de las cabezas y al rato decomisos y arrestos. Hace unas semanas, dos cantantes de música mexicana son asesinados por supuestas relaciones peligrosas. El gobierno anuncia que va con todo y que van a ganar la “guerra”, los criminales, sin mediar declaraciones a la prensa, dan su respuesta actuando de forma violentísima.

En fin. Esto está bastante caliente y, aunque no queramos verlo o dedicarle mucho tiempo, la cosa ya no sólo está ocurriendo allá en el norte o en Michoacán o en el sur, sino que aquí mismo, en la capital del país, a unos pasos de la terminal aérea más importante de Latinoamérica, la violencia se está volviendo algo cotidiano.

¿Qué sucederá después?

Hoy hace un año

El 15 de enero de 2007, a las 10.15 horas, fallecía mi padre. El tiempo pasa volando.

lunes, enero 14, 2008

Hoy hace 13 años

El 14 de enero de 1995, mientras este país se estaba cayendo a pedazos por los efectos del “error de diciembre” de 1994, los Rolling Stones dieron el primero de sus hasta la fecha siete conciertos que llevan en México (cuatro por la gira Voodoo Lounge en esa fecha, dos por Bridges to Babylon en febrero de 1998 y uno por A bigger bang el 26 de febrero de 2006… y hubieran sido más si los empresarios de este país no hubiesen mostrado su lado pusilánime para traerlos en 2002-2003 cuando salieron al mundo con Live Licks).

Aaaah, qué buen recuerdo el de ese sábado de enero. Una tarde soleada, el Autódromo a tope, la gente arribando por el metro con toda la indumentaria Stone, las estaciones de radio de la ciudad dando fe de la relevancia histórica del primer concierto en México, el escenario con la enorme cobra metálica, no, no, no. Pienso en esto y me estremezco. Me veo ahí y puedo escuchar las primeras notas de los inmortales…

A pesar de que fui solo al recital me la pasé increíble. Alguien me preguntó días después que qué tal había estado y yo le respondí que había sido lo mejor que había visto en mi vida hasta ese entonces. 13 años después lo reafirmo. Por cierto, en una cosa bastante curiosa, aunque como he dicho fui solo, terminé brincando y abrazado de un ex cuñado y un ex compañero de la primaria –ambos del pueblo—que había encontrado en la misma sección en la que yo estaba. ¿Qué tal?

Hace unos días leí un libro de Juan Villoro que se llama Los once de la tribu y en donde hace una reseña de ese concierto. En 1995 aún existía Rock 101 y el Autódromo no era el Foro Sol. La crisis apenas comenzaba y yo estaba a tres días de cumplir 19 años. El boleto lo compré desde octubre en el Mix-Up de Santa Fe, sitio en el que me pusieron un brazalete amarillo que traje por tres días como forma de apartar mi lugar el día de la venta.

En fin. Fue un gran momento y da para una larga, casi interminable crónica de detalles y momentos. Por el momento ha sido suficiente.

viernes, enero 11, 2008

Malacara

Las mujeres tienen cientos de pretendientes en su juventud, pero se casan con el único que les estropea la vida.

Orlando Malacara

(Guillermo Fadanelli, Malacara, Barcelona, Anagrama, 2007, p. 39).

jueves, enero 10, 2008

Treinta y tantos

Estoy a punto de cumplir 32. No recuerdo exactamente la primera ocasión en que alguien aderezó las frases con las que se dirigía a mí con la palabra “señor”. “Con permiso, señor”, “¿qué se le ofrece, señor?”, “hazte a un lado, niño, deja pasar al señor”. Cosas así son ahora más comunes, pero cuando comencé a escucharlo estuve a punto de voltearme y decirles eh, pero qué te pasa pelmazo, no soy señor.

Según los astrólogos –y mi esposa—los capricornios provenimos y reflejamos a un signo viejo. Algo así como la tierra, el frío y tal. Es decir, que nuestros comportamientos están más bien cercanos a lo de los abuelitos y los conservadores. Es posible. En la juventud me sentía cómodo, pero quizás no tanto como ahora que ha pasado el tiempo. Por supuesto, no me refiero a los asuntos de las enfermedades que empiezan a surgir por aquí y por allá, sino a un cierto estatus de calma y –digamos—madurez para afrontar ciertas cosas. Los verdaderamente jóvenes –no los eufemísticamente llamados “adultos contemporáneos”—suelen ser bastante impulsivos y trastabillantes ante situaciones determinadas. Conforme transcurren los días, uno aprende a no cocerse al primer hervor, como dirían las abuelas.

Nunca me ha gustado ese discurso también típico de los adolescentes que dice uy, ya tengo 20, ya soy viejo. Hombre, qué payasada. Digo, yo también lo exclamé, pero ahora, ¿quién tuviera 20? Otros afirman que a partir de los 30 comienza la debacle. Es probable. Y cuando cumplamos 40, ¿cómo lo tomaremos?, ¿como la resurrección?

Algunas de mis colegas están preocupadas porque a sus 33 aún no se casan. Yo lo hice a los 29. En este momento la presión social que experimento es saber para cuándo nos vamos a aparear para la preservación de la especie. Imagino que para ellas es peor: ni siquiera están en la fase de despegue. Sin embargo, también varios de mis colegas hombres están por esos rumbos. Con esto no quiero decir que la máxima aspiración en esta existencia sea la de contraer matrimonio, pero sí reconozco que aún estamos sujetos a un fuerte bombardeo de preguntas y cuestionamientos sobre nuestro estado civil por parte de amigos, familiares, conocidos y desconocidos. Si después de los 30 no tienes la argolla en el anular o eres quedado o amargado o puto (en las chicas es o eres quedada o amargada, pero no puta).

A estas alturas a mí francamente me parece que eso de estar soltero o casado o divorciado es como secundario. Con que la gente sea feliz es suficiente. Algunos están muy contentos de novios, se casan y se mandan al diablo al mes de compartir las sábanas. Otros llegan a la antesala del altar y algo sucede, se viene abajo todo y se dedican dizque a vivir intensamente, para luego caer en la cuenta de que están más solos que una hernia hiatal.

En fin. Por lo pronto, pienso que el intervalo 32-35 años todavía es soportable para intentar pasar como “joven”. De hecho, algunos programas de posgrado sólo admiten candidatos hasta los 35. Eso me parece bien. Ya cuando dices que tienes 36 estás en otra etapa, creo. Pero, bueno, cada quien sus gustos. No le hagan mucho caso a este señor.

Breves

Me parece que hay una sección en algún diario mexicano que se llama “Tanto por leer” y que trata el tema de los libros, los editores, los escritores y tal. La frase me parece de manufactura culturosa, pero estoy de acuerdo con su esencia: falta tiempo y energía para leer las escasas cosas interesantes disponibles. El martes entré a Gandhi y vi el nuevo de Fadanelli y el nuevo de Sheridan. Me decanté por el primero, pero pronto iré a por el segundo. La razón fue simple: hay más fans de Juárez que del Doctor, entonces hay más riesgo de que se agote la primera edición de Malacara que de Paralelos y meridianos.

Me gustaría que Obama ganara la candidatura demócrata y la presidencia de EUA. Aficionados como somos a la cuestión esotérica y metafísica, el hecho de que un negro llegara por primera vez a la silla del águila calva tendría tintes interesantes de catástrofe y caos venidero. Algo así como cuando llegue el supuesto primer Papa negro a El Vaticano. Al respecto, no faltarían algunos vibrosos oportunistas que afirmaran que esto ya estaba contemplado por los mayas o los aztecas en sus respectivas profecías talladas en piedra, como el asunto ese del 2012 y el fin del mundo o de una era del planeta. Además, me gustaría que el descendiente africano pusiera en segundo plano a la esposa de Clinton: sus lágrimas me recuerdan el daño que una mujer caprichosa puede hacerle a la humanidad.

Mi ejemplar de Letras Libres brilla por su ausencia. Punto a favor para la gente de René Avilés Fabila: el número de enero de 2008 de El Universo de El Búho llegó antes de que terminara 2007.