martes, octubre 31, 2006

APPOcalipsis now (III)

Para que no haya con que sí y con que no, aquí está la crónica del número dos de la gira Ultramarina. Algo así como una dosis suficiente de hiperrealidad en tiempos del APPOcalipsis ahora...


México lindo (1) y querido (2)
Pancho Varona
http://panchovarona.blogspot.com/

Qué maravilloso país es México. De verdad, en cuanto tengáis la mínima oportunidad no dejéis de visitarlo.

Hacía ya tiempo que no me sentaba frente a un ordenador a contaros cosas y lo primero que voy a contaros es que estoy en una librería de la preciosísima ciudad de Zacatecas sentado frente a un ordenador mugriento en una sillita de niño aporreando un teclado cojo y rodeado de libros del tipo "Niños trabajando: Recorta y arma" o "Hércules, cuadernos para colorear".

Ayer llegamos aquí tras pasar una semanita en la capital del país, en México D.F. o Ciudad de México. Se nos hizo bastante larga la estancia a todos, muchos días para tan poca chicha. Dos actuaciones que pasaré a relatar para una semana de estancia. Resumiendo: otra vez el día de la marmota.

Yo, la verdad, día que no toco es día que se me hace eterno. Claro que paseas, sales, comes, cenas, entras, vives, ves tele, lees y todo eso, pero las horas pasan despacio y estás loco por ver a la familia, qué cojones, y estás deseando que haya un poquito de actividad.

El primer zapatazo llegó con la no comparecencia en los Premios Lunas, donde debíamos haber tocado un par de cancioncitas o rolas como dicen por aquí.La tan bien llamada "veganza de Moctezuma" ha hecho estragos en casi todos nosotros y el primero en el que se cebó fue en el jefe, en el amigo, en el compadre, en Joaquín.

Así que la primera en la frente.

Un par de días después hicimos el primer chou en el Auditorio nacional y ahí empezó el curro serio.

Antes de nada quiero hablar tres líneas de Paco Beneyto. Paco entró sustituyendo a Pedro Barceló dado que éste tiene un problema de espalda y necesitaba reposo, por lo que tuvo que descolgarse de la gira. A mí se me ocurrió que podría venirse con nosotros Paco, ya que es buen amigo y además es un "Viceversa", osea, sabinista de los primeros tiempos y ya de toda la vida. Paco, por facilitarnos el trabajo, dijo que no nos preocupáramos, que no iba a necesitar casi ensayo por no molestarnos a nosotros (cada vez que tenemos que juntarnos a ensayar es un poco de palo, llevo 24 años con Joaquín y sigo ensayando...!), así que le grabamos un par de actuaciones para que se lo estudiara en su casita y así lo hizo. Luego, apenas necesitamos un día de ensayo para que todo estuviera ferpecto. Pues a lo que iba, Paco en los dos auditorios que hicimos en México D.F. no se equivocó ¡ni una sola vez! Estuvo cumbre Paquito, fue un ejemplo de profesionalidad y de buen rollo hacia el resto del grupo. Ya está totalmente integrado y es una gozada tocar con él, viajar con él, pasear con él, etc, etc.

Es cierto que Joaquín lo pasó mal el primer día. El equipo de sonido que nos pusieron en el Auditorio era un buen equipo pero venía un poco cascado. Muchos problemas en la prueba no nos permitieron apenas probar. Todo ese tiempo lo pasamos cambiando cables que tenían ruidos, cambiando líneas que petaban, en fin, mil y un problemas. Así que apenas se probó sonido. Además de todo eso, faltaban algunas cosas fundamentales, tontas pero fundamentales. Y por ahí empezó el problema.Joaquín me contó que su gran frustración era que en cuanto empezaba a disfrutar pasaba algo que le sacaba de quicio. Volúmenes de algunos instrumentos, malas recepciones de las emisoras, ruidos en los pinganillos, todo eso junto hizo que Joaquín pasara algún mal rato. Además había unas pantallas gigantes que proyectaban al público cada cosa que pasaba o decía Joaquín porque estaba en primer plano casi permanente, así que cada vez que hacía un mal gesto o decía alguna barbaridad, las diez mil personas se daban cuenta.

Para mí no fue malo, fue bastante bueno. Tanto Antonio como Jaime como Joaquín y como Paco tuvieron problemas de sonido y los que lo mejor pasamos fuimos Olga y yo que nos oímos muy bien.

El rugido del público cuando salió Joaquín a escena fue memorable! Dicen que estuvo mejor el público del primer día que el del segundo....yo no me lo creo. Fueron dos días espectaculares.

Los cambios que hicimos el primer día respecto al repertorio de la gira ultramarina española fueron muy poquitos. Hemos incluido "Por el bulevar de los sueños rotos" en vez de "Nube negra". El segundo día hubo más cambios. Yo canté "Como un dolor de muelas" pero solo la primera parte ya que la segunda la cantó Joaquín. Y también hicimo además de "Por el bulevar..." "Camas vacías" que ya sabéis que es bastante amexicanada, o amexicanadota, o amexicanadotota.

Es cierto que Joaquín tiró la guitarra al suelo el primer día pero también Julio Iglesias tiró su pañuelo al río para mirarlo cómo se hundía y no pasó nada.

El segundo día fue mucho mejor para nosotros. Pedimos y exigimos hacer una buena y larga prueba de sonido y así fue. Durante más de dos horas estuvimos probando y luego el resultado fue espectacular. Conciertazo!!!!! pedazo de chou nos marcamos. Viieron a vernos varios maestritos, García Márquez, la Mastretta, Juan Gelman, Féliz Fernández y muchísimos más que no recuerdo, en fin, dicen que hasta el presidente de México estuvo en un palco.

La verdad es que ha sido un acontecimiento la llegada de Joaquín a Ciudad de México.

No hay que hacer mucho caso de las críticas de los diarios, ya sabéis que dicen que tocamos Así estoy yo sin ti y que Olga se llama Olga Romero...ni caso. Yo os cuento lo que queráis, pedid y se os dará.

Por ahora tengo muy complicado lo de encontrar un sitio agradable en cualquier ciudad para escribir mis croniquitas, pero, a pesar de todo, voy a hacer un esfuerzo para teneros informados de la mejor manera posible. Ya os dije un día que todos los técnicos que viajan con nosotros son como de la NASA comparados con la banda. Ellos tienen sus ordenadores y usan el skype para hablar por teléfono desde el ordenador y desde su habitación con todo el mundo mundial y baratísimo mientras Antonio, Jaime, Paco y yo vamos buscando como perdidos en el desierto algún locutorio o alguna cabina telefónica para hablar dos minutos con nuestra casa y que no nos saquen los hígados.

Como podéis ver orgullosamente llevo mi boina enroscada en la frente por todo el mundo.

Esta noche tocamos en Zacatecas y ya nos sentimos de gira. Mañana mismo intentaré colgar la crónica de Zacatecas porque sino me pilla el toro de Durango. Ya sabéis cómo voy a titular la crónica de Zacatecas ¿no?Pues como no podía ser de otra manera se llamará Zakatekas!

Y dile que la echo de menos...

lunes, octubre 30, 2006

El silencio es el espacio más despreciado por los humanos. Pero desde el silencio se piensa, se habla con la intimidad de uno mismo, se crea, se reza, se sueña, se observa la inmensidad del Universo, la caducidad de todo lo que está vivo. Irónicamente, es desde el silencio cuando se producen los grandes cambios que afectan a la cultura y a la civilización.

Decía el poeta Heine, alemán de los tiempos de Beethoven, que nadie sabe la fuerza que puede tener una persona encerrada en su habitación pensando y escribiendo lo que piensa. Es más poderoso que todos los ejércitos del mundo.

Lluís Foix

APPOcalipsis now (II)

Algunos puntos sobre las canciones del concierto.

Las que más me gustaron fueron La del pirata cojo y Conductores suicidas. La que menos, una del nuevo que no sé ni cómo se llama. Por supuesto, las rancheras hubiesen sido perfectamente prescindibles. Las que faltaron y que esperaba fueron Yo me bajo en Atocha y --sobre todo-- Barbi Súperstar. Las que cantaron los compinches: Esta boca es mía (Pancho Varona) y A la orilla de la chimenea (Antonio García de Diego). La de la burla, Llueve sobre mojado (jodiendo a Fito). Mucha gente también se quedó con las ganas de Así estoy yo sin ti, pero se conmovieron con Princesa y Contigo.

APPOcalipsis now

Así es, estoy escuchando a Sabina en el iTunes. Así es, voy a tratar de escribir algo sobre el recital. Así es, también sobre lo que está sucediendo en Goajaca. Imposible no ser predecible en este lunes de flojera y resaca...

La mayoría de los medios destacaron una cosa del concierto: el enojo de Sabina por el pésimo sonido que lo llevó al final de la canción Ruido --vaya ironía-- a levantarse del banco, arrojar la guitarra acústica al suelo, caminar con decisión a la orilla izquierda del escenario y gritarles no sé cuántas cosas a los ingenieros de audio y sus ayudantes.

Desde la cuarta o quinta canción el andaluz ya había dado muestras de que algo andaba fallando con el sonido. Primero llamó a Varona y le comentó muy en corto sobre el asunto. Pancho agarró y se dirigió a esa orilla a la que después fue Sabina a darles el mensaje y la queja del jefe. Nada. La cosa siguió y mostró su molestia Olga Román unos minutos después. Sin embargo, todo explotó cuando al interpretar algunos coros de Ruido se escuchaba un tremendo ídem en las bocinas. Mi mujer dice que también Sabina se jodió cuando las luces que se prendían para indicar que los asistentes debíamos participar cantando no lo hacían de manera correcta. Total que por ambos lados estuvo muy accidentado el punto.

En contraste, el concierto tuvo un buen nivel. A pesar de que llegamos a la segunda canción (viernes, lluvia, Línea 9 del metro descompuesta y tacones de las damas), nuestros privilegiados lugares nos permitieron disfrutar de muy buena manera todo el asunto. Desde nuestro arribo se percibía el buen ánimo de la noche. Con Aves de paso retumbando en las paredes del baño sabíamos que la cosa iba para arriba. Ya adentro, un escenario y una alineación en extremo minimalista nos demostraron que el español aún puede darnos una que otra sorpresa.

Me gustaron, por ejemplo, las canciones roqueras que con tan sólo dos guitarras, un bajo y una batería acompañando a Joaquín sonaron energéticas. También la intervención improvisada del batería, el cual, según palabras del propio Sabina, entró como relevo de emergencia ante los embates de La Venganza de Moctezuma de la que fueron víctimas tanto el propio cantante como el batería original. Ante esto, debe reconocerse el buen trabajo llevado a cabo por ese chaval. También, ¡cómo no!, la voz y la presencia de Olga, quien se cae de buena, a pesar de que parece que no sabe andar o que no aguanta usar tacones mucho tiempo. En fin. Está súper bien y canta mejor.

También me latieron las intervenciones de los compinches de Sabina, es decir de Pancho Varona y de Antonio García de Diego. Pero creo que un pelín más del otro guitarra, del cual no sé su nombre, pero que levantaba muy bien el entusiasmo cuando de repente soltaba guitarrazos cual si fuese Keith Richards (con todas las proporciones guardadas, claro).

¿Qué fue lo que no me gustó? Pocas cosas. La más importante fue la excesiva cantidad de rancheras en la lista de canciones. Está bien que sea como una obligación que cuando viene a México suelte las Y nos dieron las diez, Por el boulevard de los sueños rotos y otras por el estilo. Pero, no deja de darme como prurito pensar que la mexicanidad, tan patriotera y xenofóbica en algunos casos, se entrega sin reserva ante españoles que nos vienen a enseñar cómo se cantan las rancheras y cómo usan los calzones los rancheros. Algo como lo que sucedió con la gran Rocío Dúrcal. Digo, está bien y todo, pero es raro, ¿no? Es decir, no veo a la Rubio, por decir algo, emocionando a los gachupines interpretando alguna rola como de Camarón de la Isla en algún teatro de la Gran Vía.

Lo del altercado interno no jodió a totalidad el concierto. El público respondió de buena gana gritando Sabina-Sabina, como diciéndole bueno, aguante, lo que sigue. Pero en su rostro sí se veía como incomodidad y enojo durante las tres o cuatro canciones que siguieron al accidente. Muchos también le gritamos que, pues la tomara con calma, sobre todo pensando en su estado de salud.

Ahora vayamos al asunto social del concierto. Una cosa que me llamó la atención fue la buena cantidad de gente que acudió con bombín en la cabeza. Yo llevé mi sombrero negro, pero que no es de Sabina, sino de Keith Richards. De hecho, mi mujer hasta como que se sorprendió de mi carácter visionario al haber decidido comprar un sombrero ya hace algunos meses. Ahora resulta que es como la moda. Hasta Efrén llegó ataviado de bombín. Frente a nosotros había una manda de chavales así como que todo entusiasmo y camaradería, de los cuales dos también traían sombrero. A la salida pude ver como a otras cinco personas más, incluida una chica, con tal atuendo.

Desde que íbamos en el subterráneo podíamos descubrir quiénes se dirigían al Auditorio. Chicas guapas así como con cierto aire culturoso y tipos con la típica combinación pantalón caqui, camisa azul y saquito medio deportivo. Atrás de nosotros había un grupito de españoles y a mi lado una pareja de jóvenes cuya máximo emoción fue ponerse a aplaudir y a mover ligeramente la cabeza con las rolas prendidas. De nuestro grupo Efrén era el más entusiasta. Está bien. Héctor también coreó algunas y el séquito de su amigo de Atlixco estaban ahí como que queriendo saber qué onda. Jorge le dictaba las estrofas a su pareja antes de que Sabina las cantara y Brenda y mi mujer estaban codo a codo. Yo desde la orilla de ese grupo me emocionaba con las roqueras y medio maldecía cuando sacaba su vena trovadora con la lectura de poemas y las rancheras. Sin embargo, todos nos la pasamos muy bien.

Al final, claro, el recorrido por los puestos de recuerdos para intentar comprar algo, sobre todo alguna camiseta o algo por el estilo. De ahí partimos al nuevo piso de Efrén que está en la Condesa y el asunto acabó como a las tres horas del sábado.

Al despertarnos unas horas después encendimos la radio y supimos que la PFP ya estaba en Goajaca. El APPOcalipsis ahora iba a empezar. Para poder resistir la jornada preparamos café y luego nos fuimos a comer con César a los mariscos.

Tres días y una noche con Sabina.

viernes, octubre 27, 2006

Mexicanos leen 2.9 libros al año en promedio: encuesta

Miguel Ángel Ceballos
El Universal
Ciudad de México
Viernes 27 de octubre de 2006

Según la encuesta Nacional de Lectura, más de la mitad de los entrevistados lee libros; un 42% lee periódicos; el 39%, revistas y el 12%, historietas

Según la encuesta Nacional de Lectura dada a conocer esta mañana, los mexicanos leemos 2.9 libros al año en promedio. Los jóvenes de entre 18 y 22 años de edad son el grupo que más lee, según revelan los resultados del ejercicio realizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La percepción de lectura entre los mexicanos, según datos de la UNESCO, era de medio libro al año por persona, sin embargo, señaló la titular del CONCULTA, Sari Bermúdez, no había fundamento para este dato.

Con este nuevo estudio se determinó el nivel de lectura real que tienen los mexicanos.

Según la encuesta, más de la mitad de los entrevistados lee libros; un 42 % lee periódicos; el 39 %, revistas y el 12 %, historietas.

La encuesta se levantó del 1 de noviembre al 7 de diciembre de 2005 entre 4 mil 057 personas mayores de 12 años, en 29 estados de la República mexicana.

Por edad, los niveles más altos de lectura de libros se dan entre los jóvenes de 18 a 22 años, con el 69.7 % y de 12 a 17 años con 66.6 %.

La presentación de la encuesta se lleva a cabo en estos momentos en la Biblioteca José Vasconcelos, y personalidades como Néstor García Canclini, Julia Flores y Felipe Garrido, entre otros, darán algunas reflexiones al respecto.

AAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh!!!!

Estoy jodido: se me ha salido del bolsillo de la chamarra mi pluma fuente Waterman al venir a la oficina.

Laputamadrequelosremilparió.

jueves, octubre 26, 2006

Lost Mexicanos

Los escaladores en el Everest y los pescadores de San Blas a la deriva nueve meses en el Pacífico nos demuestran una sola cosa: que los mexicanos estamos perdidos.

miércoles, octubre 25, 2006

Fans from hell

Anoche le decía a mi mujer que, en situaciones perfectamente normales, jamás jamás sería colega de mi vecino, del mismo que me da aventón todas las mañanas. Muy fácil: no hay compatibilidad más allá de 25 minutos. Ejemplos. La película de El Ilusionista me pareció una mierda cursi y jodida, y para él fue algo bien padriuris. Desde siempre he pensado que Silvio, Pablo, Amaury y demás representantes de la Nueva Torta Cubana son nefastos y él dice que le gustan mucho. Mientras que él afirma que no le gusta beber, para mí se trata de una actividad a la cual no le hago gestos realizar de vez en vez (claro, dependiendo dónde y con quién). Su máximo sueño --de tener un millón de pesos en la chequera-- es comprarse una Hummer y el mío irme al Doctorado a la Real Universidad de Kuala Lumpur (esto ya lo había dicho, pero no me importa refritearme con singular alegría). Y así la lista puede seguir y seguir y seguir como el conejo de Energizer.

Pero detengámonos en uno de esos puntos. El de la música. Hoy me venía como pitorreando de ese ser que la naturaleza puso en nuestro camino como una hece más y que se llama Delgado Fernandillo. Yo sabía de antemano (esta frase suena bastante burocrática) que al susodicho le gusta Silvito y demás porquería dizque intelectual. Sin embargo, no tenía claro que también le gustaba el tal Delgadillo. Ups. Pues no importa. Me solté diciendo que era una verdadera jodidez y que lo odiaba más porque, hace unos años, un tipo de aquí del Ministerio ponía su disco compacto doble del concierto (es un decir, claro) que dio el muchacho en el Metropolitan hace algunos ayeres. Cuando me dijo "a mí me gusta", pensé de manera simultánea chale y a huevo... Ah, y también le gusta Aute (aunque lo pronunció como "Auté"). Como diría mi mujer, el perro es huevón y le compran tapete...

Los Rodríguez, Milanés, Pérez y Fernandillos me joden, pero ojo, me atrofian más que por su música --bastante excecrable por sí misma-- por sus hinchas del infierno. En efecto. De repente escucho por la calle o en alguna reunión las infumables La prefiero compartida, Ojalá que te lleve la muerte, Muchas veces te dije que antes de hacerlo, bla, bla, bla, pero no pasa de un prurito momentáneo. Es decir, las soportas y tal y ya. Pero de lo que sí le pido al Señor alejarme es de los fans de esos señores. Esos son los verdaderos causantes de que mucha gente (y lo digo con conocimiento de causa) deteste a esa clase de musiquitos comprometidos con "La Causa".

Hombre, los he visto en reuniones como de peñas culturosas sacando las guitarritas de palo para ponerse a cantar a la menor provocación esas rolas en las que exacerban su espíritu "socialista" y "tropical" al mismo tiempo. Cantan las de Milanesa y sienten que están codo a codo con Camilo en Cienfuegos maquilando la Revolution without hands. O bien, en la plazuela de San Cristóbal de las Casas viendo a Sebastián Guillén desplegar la mexicana bandera junto al progress Manuel Camacho en 1994 cuando suenan las de Delgadillo.

También los he visto declamando las letras de esas canciones como si fuesen Goethe o Balzac. Es más, hasta se enojan cuando cualquier cristiano bien nacido les reclama su pésimo gusto musical afirmando que uno es casi casi enviado del diablo Bush y de todo el imperialismo (daddy) yankee. Joder. Por Dios. Los mismos que piden y exigen tolerancia, pero sólo cuando tú opinas lo mismo que ellos. Cuando disientes Stalin se queda bastante naive junto a ellos.

Afortunadamente, mis colegas más cercanos pasan de esa clase de materia fecal.

Sin embargo, hay una enseñanza que no debemos descartar de todo este asunto. Por favor, si les gusta alguien, si se convierten en verdaderos seguidores de algún músico, por favor, no se vuelvan fans from hell. Mucho menos cuando tengan tendencias hacia el snobismo y el bluffgeist (o espíritu del bluff). Y lo digo porque, ahora que viene el hinchado Sabina a México, muchos lo están convirtiendo en la versión Preciados de las bazofias de las que hemos hablado líneas arriba. Es decir, ¡que lo pueden realmente metamorfosear en el Arjona de la clase media pretenciosa!

Ya con el tal Nicho Hinojosa, también conocido como el Silvio Rodríguez de las chachas y de la Alameda Central, tenemos suficiente. Por supuesto, el guatemalteco también nos llena a rabiar el corazón con suficientes dosis de coleresterol y triglicéridos. Pero, hombre, repito, ya no queremos más héroes intelectuales que hagan música para "pensar" mientras pides un bocadillo de atún de 70 pesos en cualquier bar de la Condechi y dices en voz alta weeeey, chupo y chupo y nooom'empedooooo.

Extraños son los caminos del Señor, sin duda. El próximo viernes ahí estaremos, casi casi en primera fila del Auditorio, viendo al andaluz de Jaén. Lo malo es que, a dos días de que esto suceda, como que ya empecé a sentir ese prurito que generan los fans from hell.

Keith Richards, ¿qué hacemos?

El equipo

Publicado en El Guardián, octubre 21, 2006.

Un chiste macabro señala que la ventaja del trabajo en equipo radica en que, si algo sale mal, existen varios a quienes culpar. Esta lógica puede ser útil por estos días, cuando se aproxima el final de la administración federal y cuando se han disparado los análisis respecto a sus resultados. La mayor parte de éstos se han enfocado en la evaluación de la figura presidencial. Sin embargo, Vicente Fox no gobernó solo. Varias cuentas deben cargarse al equipo del cual se rodeó.

En el pasado, un síntoma de eficiencia gubernamental de los secretarios de Estado era el silencio. En efecto, cuando un ministro tenía poca presencia en medios, cuando no era requerido por el Congreso o cuando simplemente pasaba desapercibido para la población era señal inequívoca de que estaba haciendo bien su trabajo.

Al respecto, debe recordarse el papel que por muchos años tuvieron los secretarios de Salud mexicanos: casi nadie los conocía, pero sus resultados saltaban a la vista. Las epidemias tropicales se iban erradicando de manera paulatina, se realizaban sin contratiempos las campañas de vacunación, la poliomielitis –por decir algo—era cada vez menos frecuente. Por supuesto, esto no exentaba la presencia de problemas en áreas como la atención directa y la disponibilidad de medicamento en los hospitales públicos. A pesar de ello, tal discreción bien podía interpretarse como productividad.

Lo anterior ha cambiado en los últimos seis años. Una característica del gabinete que ha laborado desde diciembre de 2000 a la fecha ha sido la búsqueda intencionada del anonimato. Algunos funcionarios públicos de primer nivel han puesto todo su empeño en estar lejos del ojo del huracán y de llamar lo menos posible la atención de los medios. El aspecto preocupante es que este apego por la opacidad no ha sido sinónimo de una gestión acertada. Más bien se ha tratado de una actividad contemplativa que espera a que las cosas ocurran por sí mismas.

Vicente Fox ha sido responsable de esto, pero sólo en parte. Es cierto que cuando el líder de la administración pública federal pregunta que por qué él, realmente no hay mucho que esperar de lo que hagan sus subordinados. Sin embargo, el desempeño eficiente o deficiente de los secretarios de Estado ha sido responsabilidad exclusiva.

¿Qué ministros mexicanos obtendrían calificaciones aprobatorias durante su gestión y cuáles serían reprobados? A continuación, un breve esbozo de respuesta.

En la primera categoría tendríamos, en mi opinión, al menos tres secretarios. El primero es Julio Frenk, de Salud. Haciendo honor a sus antecesores, el encargado de la salubridad nacional ha hecho un trabajo apegado a la tradición de su área: discreto, eficiente, comprobable. Se ha contenido el avance de algunas enfermedades como el cólera y la malaria, se ha evitado el ingreso al país de plagas como el SARS y la gripe aviar, y se han mantenido los estándares de calidad en términos de vacunación universal.

De hecho, un factor que puede consolidar la buena calificación de la gestión de Frenk es su posible subida a la dirección de la Organización Mundial de la Salud, puesto que buscó hace algunos años, pero que en esta ocasión es más factible de lograr.

El segundo es Eduardo Romero, de Función Pública. Este funcionario ha cubierto el perfil de lo que debe ser el encargado de las administraciones públicas: pocos aspavientos, suficiente eficiencia operativa. A pesar de que la aplicación del Servicio Profesional de Carrera posee varios aspectos cuestionables, este proyecto será uno de los aciertos que más se recuerden del sexenio que está por concluir. En dicha labor Romero ha desempeñado un papel crucial.

El tercer puesto corresponde a un secretario que no ha concluido su gestión: Jorge Castañeda. Si el objetivo al inicio de la presidencia de Fox era llevar a cabo "el cambio", con las diferentes interpretaciones que esta expresión puede derivar, el ex canciller ha sido uno de los pocos funcionarios que ha cumplido a cabalidad dicha encomienda.

Por supuesto, estas líneas pueden crear controversia. Mi afirmación se basa en los resultados que generó frente a la necesidad de marcar una diferencia sustantiva con el anterior régimen. Y esto no sólo debe interpretarse en un sentido negativo, por ejemplo, en el deterioro de la relación con algunos países latinoamericanos. Más bien debe recordarse la búsqueda por afianzar el sistema democrático en el país mediante el ingreso a diversos organismos internacionales que observarán con detenimiento el desempeño de los actores políticos.

Algunos han considerado este hecho como el rompimiento de una añeja tradición diplomática, personificada en la multicitada Doctrina Estrada. En contraste, también puede interpretarse como el rompimiento de una larga simulación, es decir de aquella en la que, a cambio de no intervenir en la vida interna de otros países, se acotaba el escrutinio mundial respecto a lo que sucedía aquí.

En cualquier caso, la difícil personalidad de Castañeda ha opacado –de manera injusta—los importantes logros obtenidos durante su gestión.

En sentido diametralmente opuesto, los secretarios con las peores calificaciones también componen una tercia: Santiago Creel, Pedro Cerisola y Luis Ernesto Derbez.

El primero, al frente del Ministerio del Interior, fue perdiendo la legitimidad y el prestigio que había obtenido a lo largo de muchos años de lucha democrática desde la sociedad civil. Con el fin de ser breves, sólo diré que su perfil no correspondió al que demandaba el puesto. El segundo, al frente de Comunicaciones y Transportes, dio muestras de lo que una mala planeación sumada a la soberbia pueden ocasionar: echar por tierra el proyecto más importante de un gobierno. El tercero, primero en Economía y después en Relaciones Exteriores, ejemplifica a la perfección lo señalado líneas arriba: los funcionarios que pasan desapercibidos, sin que esto se deba a su eficiencia o su productividad.

Al evaluar el trabajo del Poder Ejecutivo que está por ceder su lugar no sólo debemos fijar la mirada en Vicente Fox. Claro, él fue el faro, la guía y la coordenada del sexenio. Sin embargo, de una u otra manera trabajó en equipo, lo cual le permite al final de su mandato deslindar algunas responsabilidades sobre los resultados alcanzados.

Una vez más la realidad nos ha demostrado que el voluntarismo de un solo hombre no es suficiente para conducir un país. Muchos menos su carisma o las simpatías que pueda generar. La administración pública requiere profesionales que arropen y protejan a los políticos. Esperemos que la próxima administración tome en cuenta estas enseñanzas.

martes, octubre 24, 2006

iPod

Claro que existen Goajaca, Tabasco, Chiapas. Que el próximo 20 de noviembre toma "posesión" el "presidente legítimo" de este país. Que sólo faltan unos días para el cambio del sexenio y que, por lo tanto, la burocracia tiembla. Que el estira y afloja respecto al (César) Bono sexenal nos tiene con el alma en un hilo. Que Corea del Norte en cualquier momento nos puede dar la sorpresa y que Pumas sigue hundiéndose en la mediocridad (los de Acatlán ya descendieron). No se nos olvida.

Mientras tanto, celebremos al iPod.


El fenómeno cultural de Apple

EFE


Apple celebró el quinto aniversario de su omnipresente reproductor digital de música iPod, uno de los productos de electrónica de consumo más populares jamás creados y, a estas alturas, todo un fenómeno cultural.

Cuando Steve Jobs, el presidente ejecutivo de la multinacional informática, presentó el iPod el 23 de octubre de 2001, nadie sabía que el aparatito se convertiría en la tabla de salvación de la empresa, que entonces atravesaba una mala racha, ni mucho menos que desataría una fiebre musical.

Por aquellas fechas, cuando el reproductor costaba 399 dólares y era del enorme tamaño de una baraja de cartas, Apple no tenía ninguna experiencia en un mercado tan competitivo como el de la electrónica de consumo, en el que se enfrentaba a gigantes de la talla de Sony.

Contra todo pronóstico, la empresa de Cupertino, en el californiano Silicon Valley, rápidamente acaparó un mercado -hoy es líder indiscutible, con el 75%- y recuperó su lugar como una de las empresas de tecnología más dinámicas que ha habido jamás.

En los últimos cinco años, el 55% de sus ventas proceden del reproductor, que de paso está ayudando a espolear las ventas de los ordenadores Macintosh.

El fenómeno se extendió como la espuma tras el lanzamiento de la tienda de música online iTunes y su posterior compatibilización con el sistema operativo de Microsoft, Windows, lo que permite a los consumidores almacenar canciones con facilidad y escucharlas en cualquier lugar.

Y no es que Apple se haya quedado de brazos cruzados en todo este tiempo.


A los nuevos modelos de iPod, como el “ Shuffle ” o el minúsculo “ iPod Nano ” , le siguieron las capacidades de vídeo, lo que sugiere que la empresa está tratando de hacer con el video digital lo mismo que tiempo atrás hizo con la música.

Si a esto se le suman sus ingeniosas y multimillonarias campañas de publicidad y el apoyo de famosos como U2 o Madonna, puede decirse que el “ fenómeno iPod ” ha quedado anclado en la cultura popular.

En lugar de escuchar la radio, los usuarios se enchufan ahora a sus iPod, y los característicos auriculares blancos son ahora un complemento de moda más que llena los campus universitarios y las cafeterías estadounidenses.

Hay, de hecho, un sinfín de artículos compatibles, desde vaqueros Levi Strauss a cazadoras, camisetas con bolsillos transparentes y todo tipo de fundas que aprovechan el éxito del iPod y prueban hasta qué punto el reproductor está ya hasta en la sopa.

Para algunos, el iPod es algo así como la primera piedra en una cultura futurista en la que lo normal será llevar encima pequeños artículos capaces de incorporar toneladas de información.

No todo ha sido parabienes en estos cinco años, sin embargo. Los grupos ecologistas han criticado duramente la política de reciclaje del producto estrella de la compañía, ya que debido a que cada vez tiene precio y tamaño más reducidos, da la impresión de que es un producto desechable.

Otros llevan las críticas al terreno cultural.

Según algunos, además de contribuir al aislamiento de los individuos, que quedan integrados en su “ burbujita digital ” , el aparatito no ha hecho nada para mejorar nuestra relación con la música, sino todo lo contrario.

Como señala Farhad Manjoo, de “Salon.com”, el iPod "nos ha convertido en consumidores menos atentos al contexto y la calidad de la música, y preocupados constantemente por tener siempre más, más y más”.


El Extraño Viaje (II)

Según he leído, el nuevo disco de Fangoria ha aparecido de manera simultánea en México y en España el día de ayer. Me daré una vuelta por el Mix Up para saber en cuánto nos lo van a vender a los mesoamericanos.

Real politik de petatiux

En mi edificio quieren quitar la vigilancia nocturna y sustituirla por porteros eléctricos. ¿¡Pero a quién coños se le ha ocurrido esto!? Seguramente a los wannabes que componen el Comité de Vigilancia, en especial al que me da aventón todas las mañanas y a otro que es súper grillo y como gay de clóset. Él fue quien se movilizó para que sacaran a la antigua administración, puso a dos vigilantes amateurs según para bajar costos, de los cuales uno salió pésimo, y ahora quiere poner gente en la caseta sólo de 08.00 a 20.00 horas.

Lo he visto cabildeando --aunque más bien la palabra sería grillando-- en los pasillos para demostrarle a los demás inquilinos las "ventajas" de tener este sistema. Pero, ¿y los que no tenemos coche?, ¿en qué nos beneficia? Además, ¿creen que no pueden haber fallas en la electricidad?, ¿acaso no es la noche cuando más vigilancia personalizada necesitamos?, ¿qué ventajas tiene cambiar todo el sistema eléctrico de puertas e interfones frente a la promesa de "ahorrar" en la cuota de mantenimiento? No, no, no. Como dice Radiohead, no dejemos que los tontos tomen el poder.

Mañana en la junta de vecinos veremos qué sucede.

Me siento como cuando Gamboa tenía la encomienda de Kamel de que no pasara la ley sobre juegos y casinos en el Senado...

El extraño viaje

Ayer presentaron en la calle Preciados de Madrid, la misma de la escultura del oso y el madroño, el nuevo disco de Fangoria, El extraño viaje.

Presagiamos una nueva visita de Gara y Canut a la Ciudad de México, la cual ya esperamos desde ahora.

Más info y algunas rolas en http://www.fangoria.es/

lunes, octubre 23, 2006

Pensamiento en fuga, yo lo quería escribir,
en cambio escribo que se me ha escapado.

Pascal

Should I stay or should I go?

El viernes estuve en el Auditorio Nacional para la toma de protesta de los funcionarios públicos de carrera. Nos citaron a las 07.00 horas y llegamos, claro, a las 07.00. De hecho, una compañera medio matadona de la oficina llegó a las 06.30. El punto es que la mayoría creímos que sólo iba a ser un acto de dos horas y que pronto nos iríamos a desayunar y de regreso a la oficina. Sin embargo, cuando vimos el programa del día, el cual cerraba la Semana de la Innovación Gubernamental, supimos que iba para largo.

Nos tuvimos que aguantar varias conferencias de esas muy al estilo gringo en la que sale un tipo todo simpatía y dueño del escenario a decirnos varias netas gerenciales, algo como con el sello de la casa Miguel Ángel Cornejo. No sé cuánto cobren estos señores (casi siempre ex funcionarios de empresas winners mundiales como General Motors, Toshiba y que encabezan fundaciones raras que siempre terminan en las palabras "Global Assistance"), pero imagino que no debe costar tres pesos traerlos a tirarnos netas de 15 minutos.

Ya como a las 10.00 horas el hambre apretó y tuvimos que salir a buscar algo de comer. Lo único disponible eran los bocadillos --o snacks-- del propio Auditorio: Cocacolas de 20 pesos, hamburguesas de 35, café de 25. Ni modo. Lo curioso fue que uno de los conferenciantes dijo que una de las claves de la motivación del cerebro es alimentarlo bien. "Si comes comida chatarra tendrás un cerebro chatarra", más o menos afirmó. Así que, al menos ese día, en la práctica todos los funcionarios públicos mexicanos teníamos nuestras neuronas rebosantes de chatarra.

Llegó la hora de la verdad al momento en que el presidente arribó al lugar. Mientras todos los que estábamos en las butacas íbamos vestidos como con nuestras mejores prendas (las funcionarias públicas pueden llegar a ser extremadamente sexys, por cierto), Fox hizo su aparición como si se acabara de levantar o como si la Sahagún lo hubiese mandado a por los tamales de al lado de la iglesia para desayunar. Me pareció pésimo que el Ejecutivo llegara con pantalón de vestir, camisa sin corbata y chamarrita de señor bonachón en domingo de resurrección. Sólo lo superó en desparpajo su vocero, Aguilar, quien llegó de mezclilla y chaqueta azul. ¿Qué tal?

Se entregaron los premios Innova, Intragob y otros, y luego nos tomaron protesta a todos los servidores que estábamos apoltronados en los balcones del Auditorio. Por cierto, mi colega Brenda andaba también por ahí porque su empresa (Pemex) se llevó algún reconocimiento. Antes, durante uno de mis recorridos a la pomposamente llamada "Expo", lugar en el que sólo valen la pena los variados bolígrafos que te regalan y las edecanes que te dan una sonrisa de 0.002 segundos, me encontré a dos compañeros de la licenciatura que tenía, mínimo, como ocho años sin verlos.

Se acabó el acto en cuestión y, ante la paradoja de should I stay or should I go, optamos por irnos a comer al Centro Castellano como una especie de curso propedéutico de lo que será nuestra segunda visita al Auditorio en menos de un mes: el próximo viernes 27 a las 20.00 horas para ir a ver a Sabina.

Y vió el burocráta que era bueno.

viernes, octubre 20, 2006

La clase obrera de mi ciudad

Al lado del hotel donde me hospedo estan construyendo otro, de mucho menor tamaño, no obstante es un edificio de 8 pisos, desde la ventana de mi habitación se observa el desarrollo de la obra y llegue hasta a bromear que tratan muy bien a sus obreros pues la hora de entrada es a las 8 a. m., a veces horas antes yo ya estaba laborando o incluso pernoctado haciendo algun trabajo.
Pero hoy fuí a comprar mi periódico, el hotel esta como en un cerrito, así que baje, crucé la calle y me dirigí al puesto de revistas, en la acera se encontraba un carrito - lo he visto varias veces- en el que venden unos tacos, creo que de cochito, como le dicen aquí al puerco, lo hacen deshebrado en salsa roja; por lo que estuve tentado a probar uno, pero me arrepentí.
Cuando regresé, al rededor del carrito se arremolinaba un grupo de obreros de la construcción, todos del mismo tipo, de apenas 1.50, morenos, de cara redonda, no podria definir la edad, como 20 pero parecen niños. Evidentemente no son de aquí, son centroamericanos, ya me habian dicho que tiene fama de buenos trabajadores y es mano de obra barata.
Osea que en este extremo del país se repite un poco la historia de lo que sucede en la frontera norte, dicen que en Tapachula es peor, ahí si hay maras y todos lo problemas de la frontera, pero hay otro pueblo, Ciudad Hidalgo, que ya hasta le dicen la tijuana del sur, ahí si es tierra sin ley.

jueves, octubre 19, 2006

Profr.

Esta mañana he ido a la Facultad. El coordinador de la Maestría me ha invitado a dar una ponencia a sus estudiantes de licenciatura sobre el Servicio Profesional de Carrera. Más bien se ha tratado de una plática. Todos los avatares que hemos experimentado desde noviembre de 2005, fecha en la que se echó a andar todo el proceso para la certificación de los funcionarios públicos de esta oficina. Han estado alrededor de 12 alumnos, todos muy seriecitos y quietos. Me han hecho algunas preguntas, sobre todo uno que dice trabajar en la Comisión Nacional del Agua. Estar frente a un grupo exige. Tienes que mostrar seguridad, tener bastantes palabras y discurso en tu mente, y además hacerla de frontman para que no pierdan el hilo de la exposición. En general, me ha gustado. Espero tener una clase permanente pronto.

miércoles, octubre 18, 2006

Moleskine

Ayer, casi sin quererlo, encontré que había comprado una libreta Moleskine en el Fondo de Cultura Económica.

No sé desde cuándo las venden ahí, pero de que ha sido una gran compra, ni duda...

Muy recomendables.

http://www.modoemodo.com

martes, octubre 17, 2006

De antenas, firmas y rúbricas

Albricias, Paco ha aparecido.

Oiga, pues muy bien su historia. Yo le recomendaría comprar una antena de conejo en la fayuca sureña (igual hasta puede cruzar la frontera y traerla de Belmopán por dos granos de cacao) y conectarla a su ordenador portátil. Al leer su comentario, por demás divertido y aleccionador, me he recordado qué haría yo si tuviese un Jaguar en la puerta de mi edificio (me refiero al coche inglés, no al equipo de balompié que ahora lo rodea): nada. ¿Por qué? Bueno, pues porque como bien ha apuntado: el que no sabe es como el que no ve.

Por lo demás, reciba un cordial saludo hasta esas tierras que nos demuestran que, al final del día, lo que importa es el factor humano frente a la tecnología (aquí incluir música de Chamín Correa para el toque dramático).


--oo00oo--


Bueno, pasando al tema de este post, diré que no me gusta mi firma (vaya, de gran importancia para la humanidad, pensarán).

Así es, tengo en mis manos un archivo en el que varios personajes destacados de la intelectualidad mexicana andan pidiendo una cosa al Gobierno Federal. Y bueno, de esto lo que importa es que he estado viendo las firmas de tales escritores, maestros, doctores y demás. Hay algunas bastante notables. Otras parecen garabatos burocráticos normales (como la mía, por ejemplo).

De hecho, después de muchos años he llegado a la conclusión de que mi rúbrica ideal sería sólo mi nombre. Así, sin más. Sin rayas, líneas, círculos, rayones, trazos dizque artísticos. Nada. Sólo el nombre con una línea abajo. Sin embargo, lástima, la que "uso" ya está registrada en credenciales, títulos, expedientes, cédulas y demás. Ergo, ya me jodí.

PS. Como corolario, las firmas más originales que he visto en esta carpeta han sido las de Rubén Bonifaz Nuño, Rafael Segovia, Vicente Quirarte y Gonzalo Celorio. Caso aparte es la de un Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005 que sólo firma con sus iniciales: letra punto, letra punto, letra punto. Por algo ganó tal premio. Al menos debió haber sido por lo directo y claro de su personalidad.

sexacional de informáticos

Bien dicen que el que no sabe es como el que no ve.

Todos estos días (mes y medio) mi más prolongada ausencia se debió a mi suma ignorancia y notoria inexperiencia en estas cosas de la computación e informática.

Resulta que estoy por acá, tierras sureñas, por cuestiones laborales que después cuando se pueda abundaré, me traje una laptop que me prestaron y me dediqué a sacar mi trabajo, cuando pretendí copnectarme a interné, no pude, ni con cable ni con la famosa conexión inalámbrica, lo intenté todo, entré al panel de control, abrí conexiones de red, acepté todas la conexiones, puse buscar redes inalámbricas disponibles, actualicé, reinicié la máquina, todo sin éxito, no lograba conectarme. Le hablé a mi hermana que fué quien me prestó su compu, le pregunté y no supo, me dijo que a ella siempre le había funcionado, volví a hacer el intento y nada. Hasta que un día nos mandaron a una persona para instalarme un programa, ya que hizo las preuebas le pregunté y dijo que a ver que podía hacer me preguntó con que tecla se activaba la antena (mi primera sorpresa) sinceramente le respondí que no sabía (en realidad ni se me había ocurrido ni sabía de su existencia) me dijo que la suya una HP tenía una tecla especial, por fín encontró en la mía una Toshiba, con Fn F8, y nada, entró al panel de control y nada, al ver que hacía lo que yo infinidad de veces había hecho, estaba a punto de darle las gracias, cuando me dice: Mire, al lado tiene un botoncito, si le pone on capta la antena y pues estaba en off.

Sólo faltó la musiquita y el Plop! tipo caricaturas de Condorito.

Bueno, ahora ya estoy conectado, ví una sesión en internet, pude mandar este blog y estoy reintegrándome a la sociedad, espero.

Mes y medio

A diferencia de lo que sucedió en 2000, cuando se acercaba la primera transición de un gobierno priísta a otro de un partido diferente, en este 2006 no he experimentado la sensación de inquietud de aquel primer momento. De hecho, veo los rostros de mis compañeros laborales y, al parecer, existe consenso en la tranquilidad, al menos aparente, pero tranquilidad a fin de cuentas.

En mi caso es probable que esté más o menos apaciguado por mi condición de funcionario de carrera. Claro, sé que este nombramiento puede representar lo mismo que un viejo marco alemán en las manos de un berlinés en 1992: nada. Pero, de una u otra forma, y confiando un poco a ciegas en las instituciones mexicanas (ingenuo yo) es un factor que cuenta a favor. ¿Y los demás? Bueno, creo que el punto de que haya vuelto a ganar el PAN les ha otorgado como un pelín de esperanza en que las cosas no se moverán mucho de su sitio.

Además, debemos tomar en cuenta que la mayor parte de las personas que aquí laboran ya pueden considerarse expertas en ese fino arte de sortear transiciones. Algunos están aquí desde los tiempos en que Carlos Salinas despachaba con mano modernizadora y solidaria al país, o bien, desde que seres míticos como D. Fernando Gutiérrez Barrios o Patrocinio González Garrido hacían desde las suyas desde sus oficinas en Bucareli. En aquellas épocas aún no existían los discursos gerenciales, ni tampoco se creía mucho en esas palabrejas y frases como "empoderamiento" o "áreas de oportunidad". Así que, si de destrezas y habilidades hablamos, esta clase de funcionarios tiene --y suficientes-- en lo que a pasar de un sexenio a otro se refiere sin dejar de recibir el cheque catorcenal en la pantalla del ATM.

Si hubiese ganado el PRD habría más inquietud. La verdad, todos sabemos que las hordas amarillas son como más hambrientas en lo que a puestos públicos se refiere. No digo que los panistas no sepan mover el abanico, pero la diferencia puede radicar en que, a diferencia de aquellos, éstos ya saben lo que es estar en el Poder Ejecutivo. Me explico: si las fuerzas de la Coalición hubiesen adquirido el derecho de tomar posesión de los Ministerios y dependencias, su emoción sería mayor y, por lo tanto, su ambición directamente proporcional a la misma. Ya imagino lo que pasaría si el Kamarada Martí Batres hubiese llegado a esta oficina, ya estarían haciendo lista de espera una treintena de "fuerzas vivas" y "compañeros" (entiéndanse como Panchos Villas, CGHs, Panteras y demás) a las afueras de este Ministerio buscando salvar a la Nación (empezando por ellos mismos, claro).

Sin embargo, repito, los panistas no son Heidi ni Remi ni Corazón Alegre. Así que el factor sorpresa no puede desecharse de antemano. A lo mejor no estarán aquí las fuerzas vivas del perredismo, pero sí una treintena de jóvenes posburocráticos, elegantes y bañados, provenientes de IPADEs, UICs, LaSalles, UNITECs y demás universidades en busca de salvar al país (empezando por ellos mismos, claro). En fin.

Pues así las cosas, colegas. Estamos a la mitad de octubre. Falta un mes y medio para que arribe la próxima administración y las cosas, en apariencia, están tranquilas. Ya iremos reportando cómo se desenvuelven los ajustes, las salidas y las llegadas, en estas oficinas burocráticas.

El diablo burocrático se viste de Aldo Conty.

domingo, octubre 15, 2006

Adiós al Tag

Bueno, como esa ventanilla virtual estaba dando mucha lata, he decidido eliminarla. Si quieren dejar algún comentario, por favor utilicen el artilugio que está al final de cada texto (de por sí ni había tantos en el tag-board).

La suerte está echada.

El uso de la fuerza pública

Publicado en El Guardián, octubre 14, 2006.


JMB

Escribe Luis González de Alba: “un niño golpeado por el padre ha recibido un traumatismo, dice el médico. Si los golpes son particularmente feroces también ha quedado traumatizado, dice el sicólogo. Lo que no se ha estudiado, hasta donde sé, es el trauma que también sufre el padre golpeador cuando vuelve en sí de su acceso incontrolado de furia” (Letras Libres, número 94, p. 28).

Esta metáfora sirve para ilustrar lo que ha sucedido en México desde 1968 respecto a la aplicación de la ley: la población se opone al uso de la fuerza pública, pero suele exigir castigos corporales como la pena de muerte para ciertos delitos. Más aún: el gobierno sabe que necesita usar la fuerza pública en algunos conflictos, pero prefiere no recurrir a ella para no ser catalogado como “represor”.

Este tema ha tomado fuerza en la opinión pública por acontecimientos recientes como la toma del centro de Oaxaca por integrantes de la APPO, así como por el bloqueo que simpatizantes de la Alianza por el Bien de Todos hicieron en algunas de las principales calles de la Ciudad de México durante más de 40 días.

Frente a estos hechos muchos mexicanos no han dudado en solicitar la intervención inmediata de los cuerpos policíacos, tanto locales como federales, para resarcir lo que en su opinión es una violación al derecho de libre tránsito de las personas. En contraste, aquellos que han participado de manera activa o que simpatizan con este tipo de actividades se justifican afirmando que sólo ejercen su legítimo derecho a manifestarse. Visto de manera fría, ambos tienen razón. Pero no toda. De esta forma, la lógica impone la búsqueda del punto medio entre estas posiciones para paliar el conflicto.

En efecto, una de las enseñanzas de este tipo de fenómenos es que la democracia está compuesta por una serie de puntos de equilibrio. Los mismos que son más difíciles de obtener frente a la simpleza de irse a los extremos.

En el caso de la violencia legítima del Estado también es aplicable. Por años, los fantasmas del 2 de octubre de 1968 y del jueves de Corpus de 1971 han perseguido la acción de las fuerzas del orden mexicanas. Ante los excesos cometidos en aquellas ocasiones lo que ha permanecido ha sido un sentimiento de culpa que conduce a la inmovilidad. Tanto en los gobiernos priístas como –de manera lamentable—en la actual administración.

Sin embargo, esta parálisis puede resultar más perjudicial que la toma de decisiones. La gobernabilidad democrática exige el uso de la fuerza pública en determinados momentos con el fin de garantizar la permanencia de la misma.

Un ejemplo que será recordado por mucho tiempo sobre el asunto es el de la caída del principal proyecto del gobierno que está por concluir: el aeropuerto internacional alterno de la Ciudad de México.

En esa ocasión un grupo de personas armadas con machetes impidió la construcción de esta obra. Más allá de la pésima negociación y manejo político que caracterizó a tal gestión pública, el hecho a destacar consiste en que, aún siendo un gobierno elegido de manera democrática, con altos índices de legitimidad y ajeno a la herencia de 1968 y 1971, a pesar de lo anterior, la administración Fox continuó experimentando este trauma mencionado por González de Alba.

Los resultados fueron contraproducentes. Por un lado, se tuvieron que realizar obras de “ampliación” del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que aún no concluyen y que sólo han postergado la necesidad de contar con una nueva terminal aérea. Por el otro, se creó un movimiento social cuyas demandas desbordaron el tema de las tierras ejidales y que hace unos meses fue reprimido de manera brutal, según los reportes emitidos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Tal y como afirmé líneas arriba, la democracia consiste en una serie de puntos intermedios. En términos coloquiales, ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre. La no acción no es la mejor estrategia para resolver conflictos. De hecho, como se ha visto en el caso de Atenco, suelen conducir a la acción extrema.

¿Qué hacer entonces? Actuar de manera preventiva con el apoyo de visitadores y relatores de Derechos Humanos puede ser una alternativa. Exorcizar los fantasmas de la décadas de 1960 y 1970 es algo urgente.

Post Scriptum

En el mismo número de la revista citada al inicio de este texto ha aparecido un reportaje de Cynthia Ramírez sobre la Convención Nacional Democrática que el 16 de septiembre pasado “nombró” a Andrés Manuel López Obrador presidente de México en el Zócalo. El texto es interesante porque demuestra con datos duros lo dudoso de dicho acto: en ocho segundos se declaró la “abolición del régimen” y en 2.8 minutos se “eligió” al nuevo gobierno.

Sin embargo, en uno de esos datos duros se ha equivocado Ramírez. En el apartado de "Asambleas populares" aparece lo siguiente:

“Los miembros del movimiento ‘Reindependencia y refundación de la República’, de Huauchinango, Hidalgo (sic), afirmaron haberse reunido en ‘asamblea popular’ por lo menos en dos ocasiones: la primera para discutir los puntos de la Convención Nacional Democrática. Ramiro Hernández, dirigente de esta organización, afirma que el punto más candente fue el de decidir si López Obrador sería presidente de la República o coordinador de la Resistencia, y con orgullo señala que ‘en consenso de todos los compañeros’ se decidió votar por la Coordinación, con una candorosa ingenuidad; en la segunda ocasión, se reunieron para preparar la logística del viaje a la Ciudad de México” (Ibídem, p. 41).

La duda aquí es si realmente se refiere a Huauchinango, Puebla, o si bien se trata de algún pueblo de Hidalgo con nombre parecido al de esta ciudad.

En cualquier caso, la idea de “Reindependencia y refundación de la República” desde la Sierra Norte llama la atención porque es un objetivo que ni siquiera los héroes tradicionales de la región se plantearon durante su paso por esta existencia.

viernes, octubre 13, 2006

Help

¿Alguien sabe qué le ha pasado al Tag-Board? Cada vez que entro me pide una clave y una contraseña que no sé cuáles sean...

Joel Ayala, ¡ayuda!

¡Duro!, ¡duro!

En este momento es inconveniente provocar a los sindicatos, advierte el líder de la FSTSE

Paro nacional si no hay bono para los burócratas, amenaza Joel Ayala

El martes irá con Gamboa Patrón a la SHCP; condena gratificación a altos funcionarios

CIRO PEREZ, ROBERTO GARDUÑO Y CAROLINA GOMEZ
La Jornada

Sin esconder su gusto por los trajes de diseñador y los autos de lujo, el líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala, amenazó nuevamente al gobierno federal con organizar un paro nacional si se niega a un millón 800 mil burócratas un bono de 2 mil 500 pesos, y se insiste en retribuir con gratificaciones de entre 2 y 3 millones a 150 mil funcionarios de alto nivel, entre ellos el ex canciller Jorge G. Castañeda, la ex titular de Sedeso Josefina Vázquez Mota o el propio Felipe Calderón, quien fue secretario de Energía.

Mermado en su liderazgo sobre los burócratas, luego de que Elba Esther Gordillo le quitara agremiados al formar la Federación Democrática de Trabajadores al Servicio del Estado, el elegante Joel Ayala, quien ha brincado del Senado a la Cámara de Diputados sin elección de por medio, se dijo "indignado" por el trato que Vicente Fox pretende dar a enfermeras, maestros y otros burócratas de base, al negarles un derecho adquirido desde hace más de cinco administraciones.

"Ya les dije que tienen que cuidar una buena salida del presidente Fox, y también la entrada del mandatario electo. Si el problema de Oaxaca ha sido pesado, imagínense un movimiento nacional donde se paraliza el país", advirtió el diputado tricolor, quien adelantó que el próximo martes se reunirá con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Francisco Gil Díaz.

Joel Ayala recordó que son justamente los burócratas de base los que sacan adelante los programas de gobierno y hacen posible que todas las acciones -"precisamente de las instituciones"- funcionen, y que el bono para ellos tendría un costo de 4 mil 500 millones de pesos, es decir, casi 3 mil millones de pesos más de lo que costó esta compensación en las postrimerías del gobierno de Ernesto Zedillo.


"Si es necesario un movimiento nacional, nosotros vamos a estar al frente, pero el martes tenemos una cita, el propio coordinador Emilio Gamboa (de los diputados priístas) y un servidor, con el secretario de Hacienda. Vamos a privilegiar el diálogo, como hemos hecho con los incrementos salariales. No es amenaza, simplemente vamos a insistir en que si no hay bono la gente se va a levantar en todo el país. De por sí están muy tensos por los ingresos tan bajos que tenemos. Si la torpeza sigue, nos van a obligar a alterar la vida institucional del país. Ya les dimos un adelanto: lo vamos a arreglar vía el diálogo", amenazó.

La finalidad de esta junta con el secretario de Hacienda es establecer una mesa de negociación, pues por declaraciones del vocero presidencial, Rubén Aguilar, se anunció que la actual administración no prevé entregar dicha compensación económica.

Según la FSTSE, "en estos momentos no es conveniente provocar a los sindicatos federados", pues el ambiente laboral que se vive en el país no es el más adecuado, e incluso cabe la posibilidad de que conflictos como el minero se hereden a la próxima administración federal, además de que ahora persisten problemas en el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social.

Para esta central, el bono no es un regalo, sino "reconocimiento al esfuerzo realizado en cumplimento de los planes y programas del gobierno federal", por lo que considera que no se le debe escatimar a los trabajadores del Estado, más aún cuando los recursos "bien podrían obtenerse de los excedentes petroleros".

A fines del sexenio pasado, los fondos finalmente salieron de la entonces Aseguradora Hidalgo, ahora Metlife, la cual aportó los mil 600 millones de pesos para pagar el bono sexenal a un millón 600 mil burócratas. En opinión de Ayala, esta compensación ayudaría de manera importante a la economía de los trabajadores, y resaltó que la petición de su otorgamiento es una posición de carácter colectivo.

jueves, octubre 12, 2006

Artículos de escritura (II)

Dos puntos extras al post de anoche.

a) No me gusta que en México se le nombre por igual a todos los artículos de escritura. Puede sonar bastante sangrón, pero una cosa es un bolígrafo, otra una pluma fuente (o estilográfica), otra un lapicero y otra un roller-ball. Por estos lares tenemos la costumbre de llamar a todo "pluma". ¿Me pasas esa "pluma"?, ¿alguien tiene una "pluma"?, ¿dónde compraste esa "pluma"? El punto es que la dichosa "pluma" puede adoptar la forma de los artículos de escritura referidos arriba. No diferenciamos entre unos y otros. Es como si a todo el calzado le llamásemos "tenis". En ese caso hay sandalias, alpargatas, mocasines, botas, zapatillas y así, otras por el estilo. Bueno, pues aquí el comentario va dirigido a que un primer paso es refererise a cada artículo de escritura por su nombre.

b) Un texto sobre artículos de escritura debe tocar, necesariamente, la colección de plumas fuente que por estos días está en los kioskos de la ciudad. Desde hace más de un año, Salvat anunció que daría de manera catorcenal la réplica de estilográficas de diferentes épocas. A partir de entonces hemos visto colgadas junto al Ovaciones de la tarde y a la revista Óooooorale! (con encabezados del tipo "Ninel Conde tiene agujeros en los cachetes" o "El cibernético sí se parchó a sabroso transexual") a esta clase de artículos. Cuando apareció la colección traté de ir adquiriendo todas. Llegué por ahí del número nueve o diez. Después lo he hecho de manera esporádica. Mis razones son: primero, comprar todos los ejemplares tendría un costo final aproximado a los 5 mil pesos, y segundo, no todas las réplicas valen la pena, principalmente porque presentan fallas al momento de utilizarlas. De hecho, hasta compré el estuche en el que puedes ir acomodándolas, pero no me pareció que, al momento de escribir, muchas de ellas --la mayoría-- no lo hicieran de manera correcta (no fluye la tinta o no se desliza de forma adecuada la punta de la plumilla). Sin embargo, quien esté aún en el proceso --van por el número 32 de 50, creo-- sí merece un aplauso. En España dieron alguna vez una colección de plumas parecida, en la que, además de los folletos explicativos y de la historia de la escritura, daban un libro de algún autor famoso. Es probable que algún día llegue a México.

miércoles, octubre 11, 2006

Artículos de escritura

Siempre he pensado que uno de los distintivos de las personas es, además de sus zapatos, el artículo que usan para escribir. Al menos, yo sí soy muy fijado en eso. Quisiera extenderme en el tema, pero como este ordenador es demasiado lento, sólo haré algunas anotaciones breves.

a) Recuerdo el final de una película que se llama Una mente brillante, sobre el profesor Nash (el mismo del Teorema de...), en la que sus colegas universitarios realizan una vieja tradición al momento en que se enteran que aquél ha sido galardonado con el Nobel: regalarle sus artículos de escritura.

b) De joven, como estudiante, puedes usar cualquier cosa. Desde las muy combativas Bic y Wearever 2000 (la que usé por muchos años, la blanca, no la gris, de punto mediano) hasta las muy famosas y compradas "de gel". Pero ya cuando has crecido, cuando tienes algún tipo de responsabilidad o cuando simplemente tienes que escribir varias cosas al día, no puedes seguir teniendo los mismos hábitos. Al menos una Parker o una Sheaffer, pero por ningún motivo traer una Zebra en el bolsillo de la camisa.

c) Al respecto, me ha tocado ver a alumnos con sus Montblanc (no sé si piratas u originales) mientras que el profesor universitario saca alguna cosa roja con publicidad del Grand Hotel Real de Manzanillo o del Curso de Sinergia del ITAM. Hombre, eso sí debería estar penado.

d) Las plumas fuente siempre son distintivas. Sin embargo, me parece que algunas Inoxcrom deben usarse sólo como lo apunté en el inciso b. Recuerdo que en una reunión en la Dirección General de Recursos Humanos del Ministerio una ex consejera electoral del IEDF sacó de entre sus miles de folios una estilográfica de esta marca... ¡de vaquitas! Digo, están padres y todo, pero, ¿una Maestra, académica y ex consejera electoral escribiendo mientras una res te sonríe desde el capuchón? Yo también tengo Inoxcrom. Y varias. Con mi mujer acumulo una de ovejas, otra de tortugas y otras de colores de la diseñadora Prada. No están mal. Sólo que, por el mismo precio, puedes encontrar otras de la misma marca un pelín más acorde a las personas.

e) Hoy estuve en un coloquio que organizó el Ministerio. Junto a mí estaba un funcionario nuevo y vaya sorpresa: del bolsillo de su saco apareció una de las ediciones limitadas 2005 de escritores de Montblanc: la dedicada a Cervantes. Vaya, vaya. Una joya. Estuve tentado a pedírsela sólo por verla y tocarla. Mi ego pudo más, ja. Sin embargo, qué cosa. En fin.

f) En contraste, otra funcionaria del mismo nivel que el referido en el punto de arriba tomaba notas con un bolígrafo Bic. Plop.

g) En el mismo coloquio habló el Dr. Aguilar Villanueva. Una de las vacas sagradas de a deveras que existen en la administración pública mexicana. Bueno. Pues el Dr. usa una Montblanc de la línea Starwalker. No se podía esperar menos de él.

h) La Catedral para los que nos gustan los artículos de escritura, desde mi punto de vista, es la tienda que se llama Miguel Ángel y que está sobre 5 de Mayo, casi esquina con Bolívar, en el Centro Histórico de la Ciudad de México (si supieran los medio sangrepesada que atienden ahí que les hago publicidad gratuita).


Mañana le seguimos...

martes, octubre 10, 2006

Virginia Woolf

La edición limitada de escritores Montblanc de este año ha sido para Virginia Woolf. Como saben los fanáticos de los artículos de escritura, esta mítica marca alemana ha destinado desde 1992 una pluma especial a escritores mundiales. El primero fue Hemingway, le siguieron Agatha Christie, Oscar Wilde, Voltaire y así, hasta 2005 en el que el conmemorado fue Cervantes.

Entonces, 2006 ha sido para la Sra. Woolf. La pluma hace referencia a la primera novela que publicó, "Las olas", por lo que el cuerpo negro se compone de oscilaciones. Lo mejor, sin embargo, es la plumilla en la que vienen grabados los dos árboles bajo los cuales está sepultada. Bueno, y ni hablar del rubí del clip.

Es probable que ya esté en Miguel Ángel de 5 de Mayo.


lunes, octubre 09, 2006

Pumas

Por una parte, el hecho de que Bernal se haya lesionado en el partido de ayer contra Atlante, el cual perdimos, por cierto, tiene sus ventajas: por fin dejará la portería después de no sé cuántos años y tendremos la oportunidad de observar a otro jugador. Digo, Bernal fue definitivo en el bicampeonato, pero nada más... Siempre ha dado esa sensación de inseguridad en el arco universitario. Además, coño, ya, renovarse o morir, ¿no?

Los extranjeros, ¿quién los contrata? Hombre, por Dios, ¿quién le dijo al tal Chupa que es buen jugador? Su paisano, el tal Ariel González, con esa caballera no hace sino denigrar el jersey azul y oro. Ese tipo está bien para jugar con el Chupulineros de Oaxaca, pero no con Pumas. Scocco es el único como que da la cara porque Reinaldo, después de un gran inicio, se ha ido apagando cual supernova.

En fin. Estos Pumas no hacen sino amargarnos la existencia. Sin embargo, los peores son los de Acatlán. Seis partidos, seis derrotas. Y por palizas. Juan Ramón, Hermelinda (Rector y Directora del campus, respectivamente), ¡hagan algo!

Nuclear era (II)

Una acotación al post anterior: más bien no son los coreanos del norte, sino los dirigentes de Corea del Norte.

Esto es algo que escribió Foix de La Vanguardia al respecto.



Es muy inquietante que la dictadura más retrógrada del mundo, un país militarizado y pobre como Corea del Norte, disponga de la bomba nuclear. El anuncio del régimen de Pyongyang de haber llevado a cabo con éxito una prueba nuclear subterránea ha sido interpretado como una provocación internacional.

El Consejo de Seguridad lo ha condenado unánimemente y el presidente Bush pide acciones concretas para castigar a la dictadura norcoreana. El anuncio ha sido acogido con estupor por las potencias asiáticas, desde China a Japón pasando por Taiwán, Corea del Sur y Rusia.

Las dimensiones de la bomba son inciertas. En Seúl se habla de 550 toneladas de poder destructivo pero Rusia lo ha cifrado en 15 kilotones, muy superior a la que el 6 de agosto de 1945 cayó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.

La prueba practicada por el régimen de corea del Norte no implica necesariamente que disponga de la tecnología suficiente para poder lanzar una bomba atómica sobre un objetivo concreto.

Pero es un paso de gigante para entrar en el siniestro club nuclear del mundo en el que se encuentran Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Israel, India, China, Pakistán y posiblemente Irán.

El problema más serio de la bomba nuclear es que exista y que se haya experimentado hace más de sesenta años. La historia de la Humanidad nos recuerda que desde las armas más rudimentarias de la Edad de Piedra, todo artefacto inventado por el hombre ha sido utilizado para la destrucción de otros seres humanos.

Decía hoy Javier Solana que un país militarizado, sin recursos para alimentar a su población, sin libertad y sin progreso, actuaría con más inteligencia si los presupuestos dedicados a la construcción de estas armas fuera dedicado a las necesidades más perentorias de sus gentes.

La reacción de las Naciones Unidas se formalizará en una o varias resoluciones condenando al régimen de Pyongyang. Posiblemente se aplicarán sanciones económicas que ahoguen todavía más al régimen más aislado del mundo.

Pero el peligro de las armas nucleares se cierne sobre la existencia de los humanos. Hasta ahora, disponían de ellas estados "responsables". En tiempos de la guerra fría hubo momentos en los que la Unión Soviética y Estados Unidos estuvieron a punto de utilizarlas.

La existencia de la destrucción mutua asegurada frenaba a los presidentes americanos y a los dirigentes soviéticos. Un problema añadido es que la tecnología puede estar a disposición de grupos o movimientos que no representan a estados.

Irán sigue adelante con su programa de enriquecimiento de uranio que conducirá a la obtención de la bomba nuclear. El mundo está en contra. Pero el régimen de Teherán no piensa detener el proceso con el argumento de que es defensivo y no ofensivo.

Hay dos consideraciones respecto a Irán. La primera es que su presidente ha dicho por activa y por pasiva que Israel debe desaparecer del mapa. La segunda es que los movimientos terroristas de Hizbulá y Hamás, los dos con representación democrática en sus respectivos espacios nacionales, dependen en buena medida de la ayuda que les llega de Teherán.

Grandes declaraciones se producirán en los próximos días. Se tomarán medidas políticas y económicas. Pero Kim Jong Il, el pequeño dictador de Corea del Norte, mantiene a su país en un puño y no tiene intención de ceder en la cuestión de la bomba nuclear.

El siglo pasado fue el siglo de las masas. El que vamos transitando va a ser el siglo de las decisiones de unos pocos que también van a castigar a millones de ciudadanos.

El nuevo secretario general de la ONU, el diplomático surcoreano Ban Ki-Moon va a inaugurar su mandato con un bautismo de fuego.

Nuclear era

Bueno... después de las chelas 1906.

Me ha llamado la atención que esos norcoreanos no se andan por las ramas. Hace unas semanas comenzaron a anunciar que iban a realizar una prueba nuclear y hoy la han llevado a cabo. Es decir, nada de falsas promesas ni especulaciones: que vamos a echar una bomba y la echamos.

Corea del Norte ha sido más peligrosa --por real-- que Irak, Irán, Venezuela, Libia, Líbano, Siria, Cuba y demás países a los cuales Estados Unidos tiene en su lista negra. De hecho, desde el inicio de este follón se había notado que era una amenaza latente porque nadie se había metido con ellos. No han existido intentos por realizar una incursión armada en busca de armas de destrucción masivas (todo el mundo sabe que ahí sí existen) ni tampoco se han planteado esfuerzos por llevar la democracia a ese rincón del planeta (todo el mundo sabe que ahí está presente una de las dicturas más perras del orbe). ¿Por qué? Bueno, pues porque como he mencionado al principio, los norcoreanos no se andan con jaladas.

Ahora leo en El País que la comunidad internacional ya se alarmó y que preparan algún tipo de sanciones o reacciones a través del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. ¿Se les ocurrirá montar una invasión para el derrocamiento del régimen militar?, ¿querrán desplegar alguna fuerza de paz con los Cascos Azules? Lo dudo, a lo mucho habrán declaraciones de condena y unas tímidas amenazas de reprimendas si lo vuelven a hacer.

A nosotros, los nacidos de la década de 1970 en adelante, la paranoia de la Era Nuclear fue limitada. Nuestros padres y abuelos sí la vivieron con intensidad debido a acontecimientos como la crisis de los misiles cubanos de 1962. Sin embargo, acciones como la de hoy nos vuelven a llevar al pasado, ese en el que, además de los miles de problemas que uno siempre carga de manera personal y nacional, se agregan los conflictos que pueden surgir por algún loco que tenga a su alcance ese mítico botón rojo que puede hacer estallar una porción del planeta en unos segundos, seguido de la respuesta internacional de iguales magnitudes y que nos conduciría, de manera hipotética, a esa edad de las cavernas a la cual hizo referencia el viejo Albert.

¿Pues no Fukuyama había anunciado ya el fin de la historia?

domingo, octubre 08, 2006

Larga vida a los Rolling Stones

No lo puedo evitar. Domingo por la tarde, como aquel febrero 26, 2006. Sol en el cielo. Cerveza 1906. Escuchando a los Stones. Happy con Keith Richards al frente. Hombre, ¡coño!, la mejor banda de rock n' roll que alguna vez se haya parado en este planeta.

¡Quién no quisiera volver a verlos en vivo!

A tomar por culo todas las demás banditas imberbes. A tomar por culo y por la boca mierda todos los que dicen que ya están viejos.

Aquí solamente hay unos grandes y se llaman los Rolling Stones.

Aguante

viernes, octubre 06, 2006

¡Que suene la marimba!

En efecto, que resuene por todo el litoral sureño la marimba Nandayapa porque hoy es el aniversario de uno de los fundadores y piedras angulares de este blog: Paco.

Y, bueno, que suene fuerte, pero no porque nuestro colega sea oriundo de esa porción de territorio que es México y Centroamérica al mismo tiempo. No. Él fue Hecho en Coyoacán, casi casi en Ciudad Universitaria. Sin embargo, por azares laborales se encuentra en estos momentos departiendo con el jaguar, los maras y el Chepo de la Torre (D.T. del equipo local).

Así que, desde acá, desde la Urban Jungle, un abrazote hasta la Selva La cachonda por tan relevante acontecimiento.

Y vio el burócrata que era bueno.

martes, octubre 03, 2006

Vida y muerte en El Popular

Esta tarde he ido a por mis gafas a la Lux de Madero. Ya por fin me devolvieron las originales y dejaré las que me mandé a hacer sólo para unos días. Además, me dijeron los de la óptica que me habían graduado mal en la otra y que tenía .50 más de lo que realmente necesito. Uta.

Después fui a comer a El Popular que está en 5 de Mayo. Mientras esperaba mesa --la cual, al final tuve que compartir con una señora medio malencarada-- recibí una llamada. Era un número foráneo. Pensé que saldrían con la misma cantaleta de siempre: "¿está fulanito?", para que después yo saliera con el clásico "está equivocado".

Pero esta vez me equivoqué. Es decir, sí era un número de fuera. Sin embargo, no estaba equivocado porque me buscaban a mí. Era alguien de Toluca que me comunicaba que me había ganado una Mención en el concurso del Premio IAPEM 2005. Órale, pensé. "Y en esa no dan dinero, ¿verdad?", le pregunté a la persona que me había marcado. "No, pero le van a dar un diploma en presencia del gobernador (Peña Nieto)". Uta.

Mi tesis de maestría obtuvo una mención. Ja. Y yo que pensé que pasaría desapercibida. Sobre todo porque no le puse un seudónimo vinculado a la administración pública.

El seudónimo fue Keith Richards.

Vamos a por las chelas.

Bowling for Elephant

De nueva cuenta, un chaval ha abierto fuego contra sus compañeros en alguna escuela norteamericana. El resultado, previsible: muertos y el terror desatado en el lugar y en los medios de ese país.

Este tema me ha llamado desde siempre la atención. La violencia contenida y sistemática que, un día común y corriente, no resiste más el dique del Policía de la Verdad interno y se desata con toda su furia en contra de los otros. Quien haya visto Bowling for Columbine de Michael Moore y Elephant de Gus van Sant tendrá una idea de que esta clase de actos no ocurren así nomás porque sí. Los chavales de la primera eran una especie de apestados sociales por no entrar en la categoría de populares o ganadores. El de la segunda igual. Un día se cansaron de su posición inferior y decidieron hacerse justicia vaciando varios cargadores en su alma mater con todo y amiguitos adentro.

El problema surge cuando estos fenómenos los encontramos con intervalos tan breves dentro de los telediarios. Copiones como somos los mexicanos en casi todo, sobre todo viniendo del norte, no dudo que las noticias que aparecen ahora mismo en los medios nacionales sean la semilla que algún día nos dé una versión pirata sobre el asunto. De hecho, no deja de sorprenderme que algo similar no haya sucedido con anterioridad en México. Me refiero a una tragedia de estas dimensiones, no sólo a las humillaciones de todos los días a las que suelen estar acostumbrados los nerds en las secundarias y las prepas tenochcas.

Aquí mismo, en el Ministerio, podríamos considerarlo un caldo de cultivo de esta clase de acontecimientos. Anteriormente he escrito que varios funcionarios públicos como que si cubren a la perfección el perfil idóneo para que, el día menos pensado, lleguen con algunos kilos de explosivos pegados al cuerpo y los activen mientras nos gritan maldiciones y ríen de manera descompuesta. De una manera u otra, el contacto vis a vis entre las personas suele generar hartazgo y odio, más cuando implica a gente a la que tú no escogiste para convivir, sino que tienes que hacerlo por la simple y llana razón de que ya estaba ahí.

¿Será la Ciudad de México el lugar donde tengamos nuestra versión simi de Columbine algún día?

lunes, octubre 02, 2006

Casa de citas en un 2 de octubre más

Así es, unas frases más de por aquí y de por allá que he ido apuntado en mi libreta...

Olvidar la historia es abrir la puerta al disparate.
Edmund Burke

El pasado nunca está muerto, ni siquiera está pasado.
William Faulkner

La cerveza vuelve la sed agradable.
Embotelladora alemana

El alcohol es como el amor: el primer beso es magia; el segundo, intimidad; el tercero, rutina. Después de eso lo único que hacemos es desvestir a la muchacha.
Raymond Chandler

La verdad que daña es mejor que la mentira que alegra.
Máxima árabe

Voy a buscar la paz interior en tu interior te voy a partir en dos y te voy a preguntar a dónde vives y cuántos años tienes y por qué eres así conmigo

El fin estuvo intenso. El viernes fiesta en el ex piso de Efrén hasta las 09.00 horas. No precisamente en el mismo lugar, pero hasta ese momento fuimos a dormir con Maribel Guardia en la pantalla del televisor. El sábado un tour culinario-cafetero-fílmico con mis colegas César y Brenda, quienes como que se odian, pero como que se caen bien, ja. El domingo llegó Sivel y aún pudimos arrastrar nuestros pasos hacia el Centro, donde hicimos compras en el mall de la mexicanidad y adquirimos nuestros Caramel en el Starbucks.

Hoy es lunes y tengo mucha flojera. Tengo pendientes, claro. No son tan urgentes, pero sí debo comenzar a procesarlos. El punto es que estoy metiéndole rolas al iPod de las que compramos ayer. De ahí el título del post. Esos Bon y los Enemigos del Silencio eran buenos.

¿Por qué no nos vamos directo del lunes 2 al viernes 6 de octubre?

domingo, octubre 01, 2006

La contraparte

Publicado en El Guardián en septiembre 30, 2006.


JMB

Una de las ventajas del follón político que estamos viviendo por estos días es que, a partir del 1 de diciembre, tendremos por fuerza que ver un gobierno en acción. Es decir, que emprenda acciones reales, contundentes y que incidan de manera directa en el destino del país. Si Felipe de Jesús Calderón aspira a legitimarse como titular del Poder Ejecutivo, gran parte de su futuro está estrechamente vinculado al hecho de mostrar resultados desde el primer momento de su mandato.

En efecto, la actual crisis política debe tener –al menos—algún viso de beneficio. No encuentro otro más relevante que ese callejón sin salida al que las circunstancias orillarán a la administración que está por asumir: ser eficiente o desaparecer.

En los últimos años hemos visto una transformación de los gobiernos nacionales en organismos más preocupados en generar simpatías que en resolver problemas. Lo que importa no es la ciudadanía, sino ese dios menor que son las encuestas de popularidad. La naciente democracia mexicana, además de representar una experiencia inédita y altamente codiciada entre la población, también ha sido utilizada como pretexto para generar una especie de inmovilismo gubernamental. Bajo la fuerte sospecha de que si las administraciones públicas hacen algo pueden ocasionar la molestia de determinados sectores sociales, aún en prejuicio de la mayoría y el sentido común, la opción preferida ha sido la de mantener inamovible el orden de las cosas como si esto representase, en el largo plazo, la mejor estrategia para solucionar los conflictos.

Por supuesto, esa suspicacia y desconfianza hacia las autoridades no son nuevas y no son gratuitas. Provienen de años de rompimiento del vínculo entre gobernantes y gobernados, de elecciones previsibles y prescindibles, y de un sentimiento de resignación basado en la imposibilidad de ser protagonistas. De acuerdo. Pero eso ha sucedido ya hace varios años. A trancas y barrancas el país ha ido cambiando y no es el mismo que hace apenas una década.

Y es aquí donde radica una de las paradojas del México actual: la combinación de ese ideal demócrata con los fundamentos de la administración pública, es decir con la materialización de los intereses de la población y la resolución efectiva de problemas. Ambas no tienen por qué estar disociadas. Al contrario, son mutuamente dependientes. Una definición clásica del concepto administración pública nos ayuda a entender esta idea: “es la fuerza que arregla, corrige y mejora todo cuanto existe en la sociedad”. Cuando un gobierno olvida esta máxima, estamos en problemas.

Y lo estamos porque perdemos todos. El gobierno pierde autoridad y legitimidad. La población pierde la sensación de seguridad. Al respecto, una pregunta que, por cotidiana, no pierde vigencia, ¿cómo voy a creer en algo o en alguien que no da resultados?

Este fenómeno no es exclusivo de México. De hecho, forma parte de un amplio debate global. Un editorial del diario barcelonés La Vanguardia respecto a la casi inminente próxima candidata socialista al gobierno francés, Ségolène Royal, nos indica los alcances planetarios de esta preocupación. El espíritu pragmático de esta mujer, que ha sido hostil a las estructuras sindicales que apoyan a su partido, que defiende los derechos humanos y que pugna por abolir la jornada laboral de 35 horas, ha caído bien a muchos franceses “que están cansados de tanta institucionalidad, tantas formalidades, tantas palabras huecas que no se traducen en acciones de gobierno” (Lluís Foix, “La democracia de opinión”).

López Obrador ha señalado que Calderón prepara “varios quinazos” en los primeros días de su gobierno. Es probable. Sin embargo, la sobrevivencia política de la nueva administración va mucho más allá. De hecho, la necesidad de mostrar resultados no se limita al equipo que está por tomar posesión, sino que es extensiva a todos los ámbitos de la administración pública: el federal, el estatal y, por supuesto, el municipal. Si el candidato de la Coalición tomara posesión en San Lázaro, tendría el mismo imperativo.

Esta es una de las áreas de oportunidad del país (para usar el lenguaje gerencial de los últimos años) en la actual coyuntura política: frente a la urgente necesidad de legitimación, la obligación de formar gobiernos que gobiernen. Desde pavimentar una calle y programar con racionalidad el itinerario de recolección de la basura, hasta establecer políticas públicas que ayuden a amainar la pobreza y la inseguridad.

Si esto se logra estaremos dando uno de esos pasos adelante que el país requiere. Algo quizás más revolucionario que pretender hacer la revolución.

Las perversiones de la secuestrada izquierda mexicana

Joaquim Ibarz
La Vanguardia

La campaña de linchamiento de Cuauhtémoc Cárdenas responde al resentimiento del candidato derrotado Andrés Manuel López Obrador, que tiene que buscar culpables ajenos para justificar los errores que le condujeron a perder la presidencia de México. No le perdonan a Cárdenas que a través de 'La Vanguardia' expusiera que uno de los motivos de no ganar las elecciones del 2 de julio fue la falta de una verdadera opción de izquierda.

Con todas sus virtudes y defectos, Cárdenas, al que ahora se le denigra y calumnia, al que la escritora Elena Poniatowska propició que la multitud manipulada le llamara "traidor" en la plaza del Zócalo, ha sido el motor de la alternancia y de la transición democrática mexicana. El peor de sus errores fue dar poder y oportunidad a un advenedizo autoritario que, utilizando prácticas caciquiles, secuestró a la izquierda mexicana, dando la espalda a cualquier principio democrático.

Tal como señala a 'La Vanguardia' el antropólogo e investigador social Roger Bartra, conocedor como nadie de los avatares de la izquierda mexicana, Cárdenas "ha sido la pieza clave que desencadenó la crisis del partido de Estado, el Revolucionario Institucional (PRI), y con ello abrió paso al proceso de transición democrática". Según Bartra, aunque Cárdenas hereda la tradición populista de su padre, el presidente Lázaro Cárdenas, "fue consciente de que era necesaria una transformación democrática del sistema".

Al comentar el linchamiento de Cárdenas que ha ordenado López Obrador, Bartra dice que "se podría aplicar lo de cría cuervos que te sacarán los ojos, sus seguidores en la tradición populista quieren devorar al padre; Cárdenas quedó muy solo, aislado, marginado, en la lucha interna del Partido de la Revolución Democrática (PRD)". Bartra afirma que "el linchamiento de Cárdenas habla de la categoría moral de los que lo han provocado y de los que asumen y acatan esas injurias; el hecho de que nadie salga en defensa abierta de un hombre de la integridad moral de Cárdenas al que ahora llaman traidor y le responsabilizan de la derrota de López Obrador evidencia en manos de quién está el PRD".

En México existe una amplia corriente intelectual, política, social, de verdadera izquierda, socialdemócrata, que en la mayoría de los casos no se siente representada en el PRD ni en sus dirigentes. Ni López Obrador, ni sus aliados, ni el subcomandante Marcos, tienen nada que ver con la izquierda moderna: son, en distintos grados y momentos, representantes de esa corriente nacionalista-populista que se ha impuesto en algunos países de América del Sur, que poco tiene que ver con una opción democrática y progresista.

Ahora, a través del saltimbanqui político Porfirio Muñoz Ledo, López Obrador manda a Cuauhtémoc el mensaje de que es un traidor, de que es "un instrumento de la derecha para robar votos a la izquierda". Pero ¿no fue Muñoz Ledo el que abandonó el PRD y lanzó su candidatura presidencial por el PARM en el 2000 para quitarle votos a la izquierda abanderada por Cuauhtémoc? ¿No fue Muñoz Ledo el que como candidato del PARM llamó a que ni siquiera votaran por él, sino que apoyaran al candidato de la derecha, Vicente Fox Quesada? Ese es el mensajero de López Obrador que pretende denigrar a Cuauhtémoc.

Tal como lo describe un brillante diplomático mexicano, Muñoz Ledo fue un político de retórica brillante con un gran ego y sentido de la oportunidad, que se "pegó" a gente importante y se asumió como destinado al poder, predestinado a grandes labores. Servidor de mil amos, fue ministro con Luis Echeverría y con José López Portillo, presidente del PRI y hasta llegó a ser uno de los "tapados" para la presidencia de México, aunque finalmente el "dedazo" favoreció a Miguel de la Madrid. Nada crítico consigo mismo, su discurso de izquierda se inscribe más bien en el PRI nacionalista. Supo como nadie aprovechar las debilidades de un sistema al que le incomodaban los escándalos. En su permanente huída hacia adelante nunca ha hecho autocrítica, no se ve pecados o errores en su larga trayectoria política, no es agradecido ni reconocido. "Usurpa, piratea y roba ideas y lemas, pues todo se justifica en nombre de la Patria, como él gusta llamar a la paga quincenal", nos comenta el diplomático, que ha tenido ocasión de conocer las flaquezas y debilidades de Muñoz Ledo.

La inquina de Porfirio hacia Cuauhtémoc viene de lejos. Cuando el 11 de junio de 1999 fue asesinado el popular conductor de televisión Paco Stanley, en México hubo gran conmoción. Muchas voces críticas se levantaron contra Cárdenas, en aquel entonces alcalde de Ciudad de México, al responsabilizarle de la inseguridad ciudadana. Este corresponsal recuerda bien cuando caminando por la calle Newton del barrio de Polanco se cruzó con la lujosa furgoneta de Muñoz Ledo. Al vernos, el fogoso político ordenó parar a su chófer, bajó del vehículo y en forma eufórica nos abrazó, al tiempo que decía. "¡Se jodió el Cuauhtemochas!" (palabra despectiva que él mismo había inventado con la contracción de mochaorejas –tal como llamaban al terrible secuestrador Daniel Arizmendi- y Cuauhtémoc). Más tarde, se supo que Stanley estaba vinculado con el narcotráfico y su asesinato se debió a un ajuste de cuentas. La lealtad hacia el fundador del PRD, cuando los dos eran los pilares que sustentaban al partido, nunca caracterizó a Porfirio.

En su delirio de izquierdista reconvertido, Muñoz Ledo cada vez va más lejos en su campaña de linchamiento de Cárdenas: "Cuauhtémoc es el responsable de casi dos décadas de neoliberalismo al entregar su triunfo en 1988. Hoy es un hombre funcional para la derecha". Sintiéndose de nuevo predestinado para la salvación de México, proclama: "Si en este momento quienes integramos el movimiento en torno a López Obrador transigimos, la izquierda mexicana no tiene salvación, está muerta otros 20 años, por una generación. Hoy, nosotros vamos a tensar la cuerda, de eso que no quepa la menor duda, no vamos a transigir en la defensa del voto popular".

Estas declaraciones de Muñoz Ledo pocos las toman en serio. Son muchos los que recuerdan que este izquierdista dispuesto a asaltar la trinchera estuvo el 2 de julio del 2000 en el monumento del Angel de la Independencia para celebrar la derrota electoral del PRI. En la tribuna, sólo hablaron el triunfante presidente electo Vicente Fox y... Muñoz Ledo. Mayor identificación con la derecha no podía haber. Sería bien recompensado. Durante cinco años fue colaborador del gobierno del Partido Acción Nacional (PAN), con un cargo bien remunerado de embajador en Bruselas ante el Reino de Bélgica y ante la Unión Europea. Y tan solo cuando se acercaba la campaña electoral, y confiando en la fiabilidad de las encuestas que daban seguro ganador a López Obrador, volvió al redil del PRD, partido del que fue fundador y presidente. A pesar de ser un político tan hábil y con tan buen olfato, apostó a caballo perdedor, y de ahí su resentimiento contra Cárdenas y contra el mundo.

López Obrador y Muñoz Ledo se autoproclaman paladines de la izquierda mexicana. Pero cada vez son más las voces que piden que la izquierda no esté en manos de demagogos y oportunistas, se libere del secuestro a que está sometida y vuelva a ser un referente ético y político. Pero eso no lo van a hacer los aliados de López Obrador, la mayoría ex militantes del PRI de oscuro pasado (uno de ellos José Guadarrama, acusado nada menos que de asesinar a militantes del PRD, y ahora es senador por el estado de Hidalgo).

¿Qué tienen de izquierda Manuel Bartlett y Manuel Camacho Solís, los orquestadores, ejecutores y promotores del fraude electoral de 1988 a favor de Carlos Salinas de Gortari y en contra de Cuauhtémoc Cárdenas? ¿Qué tiene de izquierda un partido que llevó en el estado de Nayarit a un candidato a gobernador que era del PRI? ¿Qué tiene de izquierda un partido que en la alcaldía del Distrito Federal lucró y sigue lucrando con el corporativismo, con 35.000 taxistas pirata -a los que extorsiona y utiliza como fuerza de choque- y de las organizaciones de vendedores ambulantes? ¿Qué tiene de izquierda López Obrador que cuando era alcalde de la capital paralizó la construcción del metro y levantó monstruosos distribuidores viales de dudosa utilidad con el fin de mostrar que era un gestor eficaz? ¿Qué tiene de izquierda un alcalde que jamás aceptó rendir cuentas del dinero que manejaba en Ciudad de México, que otorgó millonarias obras públicas con total opacidad, a dedo y sin concurso público, y que deshizo al Consejo de Transparencia?

¿Qué tiene de izquierda el alcalde que ocultó a Ponce (su jefe de Finanzas) y exoneró a Bejarano (su ex secretario privado y jefe de campaña) cuando se difundieron vídeos escandalosos que mostraban una gigantesca corrupción? ¿Qué tiene de izquierda el alcalde que quitaba el 30 por ciento del sueldo a sus empleados –incluso a los policías- para apoyar su candidatura a la presidencia de la República? ¿Qué tiene de izquierda el alcalde López Obrador que tomó millones de pesos diarios del presupuesto para promover su candidatura, amparado en una Asociación Civil de fachada? ¿Es de izquierda un Ayuntamiento que permite, ampara, promueve y financia el bloqueo que durante 47 días estranguló a la capital en defensa de una denuncia de fraude que nadie comprobó?

¿Es de izquierda un partido cuyo líder, López Obrador, impone como presidente del PRD al priísta de cepa Leonel Cota Montaño? ¿Es de izquierda un partido que tuvo como candidatos en los estados de Hidalgo, Tlaxcala, Quintana Roo, a personajes como José Guadarrama, María del Carmen Ramírez y Juan Ignacio García Zalvidea, que representan todo lo que criticó por décadas la izquierda mexicana? ¿Es de izquierda un candidato que tuvo entre sus principales promotores a la presidencia a personajes salinistas como Manuel Camacho, Socorro Díaz y Ricardo Monreal, entre otros, que además de ser artífices del fraude electoral de 1988 contribuyeron a la campaña de aniquilación –con decenas de asesinatos- del naciente PRD?

La antidemocracia, el autoritarismo, la corrupción, el corporativismo, la concepción vertical del poder, el uso patrimonialista del Estado, el empleo de recursos públicos para fines políticos personales, la imposición de candidatos a puestos de elección popular, y la represión contra los que disienten eran, entre muchas otras, las deformaciones que por décadas cuestionó la izquierda mexicana cuando el Gobierno estaba en manos del PRI. Pero, tal como señala el comentarista Ricardo Alemán, cuando esa deformación de la izquierda mexicana alcanzó el poder en la capital del país y en algunos estados, "fue tanto o más antidemocrática, autoritaria y corrupta que el viejo PRI; en el Distrito Federal, el PRD desplazó al PRI en el corporativismo, la concepción vertical del poder, en el uso patrimonialista de ese poder, en el empleo de recursos públicos para los fines presidenciales de López Obrador, en la imposición de candidatos, y en la represión contra los que disienten".

El mismo día en que el subcomandante Marcos acusó a López Obrador de "estar rodeado de lo peor del PRI-salinismo", el periódico 'Reforma' dio a conocer que por decreto emitido por López Obrador los vecinos de la capital no podrían conocer los gastos de imagen del alcalde del Distrito Federal, ni el padrón de proveedores de la alcaldía, ni los procedimientos de licitación pública y de adjudicación directa de los contratos, y aún menos los expedientes de denuncias ciudadanas y los contratos de publicidad vigentes. ¿Por qué esa opacidad? Según un comunicado oficial, dar a conocer esa información "comprometería la seguridad pública". Un gobierno que se decía de izquierda ocultó información fundamental sobre la administración de recursos públicos durante su gestión. López Obrador arrió sin rubor una de las banderas fundamentales de la izquierda, la transparencia.

El actual PRD utiliza los mismos métodos que el viejo PRI, sin que surjan voces –a excepción de Cuauhtémoc Cárdenas- que denuncien el autoritarismo antidemocrático y el secuestro del partido por un cacique populista . ¿Dónde están los militantes del PRD que exijan rendición de cuentas, transparencia y vigilancia? Callados. ¿Por cuánto tiempo?